El SPD promete ser el contrapeso de Merkel en la UE

Solo el candidato del centroizquierda para presidir la Comisi¨®n europea, el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, logr¨® espabilar el viernes a los 600 delegados que re¨²ne en Leipzig el Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) para su Congreso Federal. Schulz apel¨® a los compa?eros de partido asegurando que ¡°los ciudadanos europeos miran al SPD¡± con la esperanza de que el futuro Gobierno alem¨¢n ¡°combine la consolidaci¨®n presupuestaria ¡ªla reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico en toda Europa hasta situarlo por deabjo del 3% del PIB¡ª con inversiones en crecimiento y en combatir el paro¡±. Sin atacar directamente a la canciller de centroderecha Angela Merkel, Schulz postul¨® a su partido como contrapeso a las pol¨ªticas europeas de austeridad de los ¨²ltimos a?os. Seg¨²n dijo, esto es lo que esperan los socios de Alemania del futuro Gobierno en Berl¨ªn. ¡°No podemos decepcionarles¡±, remach¨®.

En la votaci¨®n m¨¢s llamativa de la jornada, Schulz logr¨® un excelente 98% de los apoyos como Comisionado para Europa del partido. El resto de los l¨ªderes socialdem¨®cratas obtuvieron apoyos mucho m¨¢s discretos. Los delegados faltaron a la costumbre de los partidos alemanes, que suelen elegir a sus jefes con mayor¨ªas de estilo norcoreano.

Schulz pide que Berl¨ªn combine la austeridad con el crecimiento

De los otros 9 miembros de la Ejecutiva, solo el novato Thorsten Sch?fer-G¨¹mbel logr¨® el jueves acercarse al 90% de los apoyos. La secretaria general Andrea Nahles result¨® reelegida con solo el 67% de los votos.

El castigo a los dem¨¢s l¨ªderes despierta inquietud en la directiva, que se comprometi¨® a consultar en diciembre a sus m¨¢s de 470.000 militantes el resultado de las negociaciones de coalici¨®n con los democristianos (CDU) de la canciller Angela Merkel. Si ¨¦stas concluyen con ¨¦xito, la posibilidad de entrar en una segunda Gran Coalici¨®n dirigida por Merkel necesitar¨ªa el benepl¨¢cito de las bases socialdem¨®cratas.

El Congreso termina hoy, dejando v¨ªa libre para que culminen los contactos con el centro derecha. Lejos de cerrar filas con la atribulada Ejecutiva en este proyecto, los delegados expresaron su descontento y debilitaron a su presidente, Sigmar Gabriel, l¨ªder del partido desde 2009, ante la canciller.

Los delegados reeligieron a la Ejecutiva con mayor¨ªas de castigo, pero no puede descartarse que los militantes sean m¨¢s duros y cancelen el acuerdo con Merkel. Los democristianos ganaron las elecciones del pasado d¨ªa 22 con amplia mayor¨ªa. Si los militantes del SPD deniegan a Gabriel el permiso para firmar el contrato de coalici¨®n, Merkel podr¨ªa forzar elecciones anticipadas.

Muchos delegados ven con desconfianza los preparativos para la nueva Gran Coalici¨®n. Los jefes, en cambio, defienden un pacto dictado por la ¡°necesidad¡±, que permitir¨¢ al partido aplicar una parte de su programa electoral, como establecer un salario m¨ªnimo de 8,5 euros la hora.

Si el acuerdo con Merkel es la de arena, Gabriel quiso ofrecer una de cal a los militantes abri¨¦ndose a la posibilidad de pactar con el partido La Izquierda (Die Linke) tras las elecciones de 2017. Pero tampoco esta apertura ha surtido efecto entre los delegados, que sancionaron transversalmente a sus l¨ªderes. No se libr¨® el liberal, sobrio y funcionarial abogado Olaf Scholz, alcalde-gobernador de Hamburgo con mayor¨ªa absoluta. Tampoco la popular Hannelore Kraft, primera ministra en la regi¨®n industrial de Renania del Norte-Westfalia, revalid¨® los apoyos que obtuvo en el Congreso Federal de hace dos a?os.

No est¨¢ mal en un partido c¨¦lebre por las decapitaciones en serie de sus l¨ªderes. Desde que perdieron las elecciones en 2005, el SPD gobern¨® cuatro a?os junto a Merkel y sufri¨®, en 2009, con Frank Walter Steinmeier como candidato a la canciller¨ªa, el peor resultado electoral de su historia.

En los comicios del pasado 22 de septiembre mejoraron hasta el segundo peor resultado. Pese a la serie de victorias regionales obtenidas por el SPD en este per¨ªodo, en Leipzig no se percibe ninguna sensaci¨®n de ¨¦xito. Est¨¢ por ver si esta es toda la factura que paga la directiva.