El exdirector del banco de Brasil se fug¨® a Italia a trav¨¦s de Paraguay
Condenado a 12 a?os por el 'caso mensal?o', Pizzolato fue visto la noche de su huida saliendo de su casa de R¨ªo con tres maletas
El exdirector del Banco de Brasil (BB), Henrique Pizzolato, huy¨® a Italia hace 46 d¨ªas para evitar entrar en la c¨¢rcel tras su condena en el 'caso mensal?o' a 12 a?os y siete meses, acusado de corrupci¨®n pasiva, blanqueo de dinero y peculado. Lo hizo a trav¨¦s de Paraguay en el coraz¨®n de la noche, seg¨²n la hip¨®tesis sostenida por la polic¨ªa y recogida tambi¨¦n por la prensa italiana.
Pizzolato pudo salir desde la ciudad fronteriza Pedro Juan Caballero hacia Europa. Al no estar en posesi¨®n ni de su pasaporte brasile?o ni del italiano que le pertenec¨ªa por tener ambas nacionalidades, la hip¨®tesis m¨¢s plausible de su fuga, sostenida por la polic¨ªa es que pudo haberse dirigido a un consulado italiano en Paraguay para pedir un pasaporte, alegando haber perdido el suyo.
Pizzolato hab¨ªa sido visto salir a las tres de la madrugada hace mes y medio del piso de lujo que se hab¨ªa comprado en Copacabana en R¨ªo, cuya playa sol¨ªa frecuentar. Estaba acompa?ado por su abogado, Marthius Lobato, y llevaba tres grandes maletas. Hace una semana, su esposa Andrea hab¨ªa dejado el piso tambi¨¦n de madrugada con otras tres maletas.
El Supremo Tribunal Federal (STF) ha visto como mientras los otros 11 condenados a la c¨¢rcel en el proceso del mensal?o se presentaron los d¨ªas 15 y 16 pasados voluntariamente a la polic¨ªa, Pizzolato, condenado tambi¨¦n a prisi¨®n y en r¨¦gimen cerrado, hab¨ªa huido.
La Polic¨ªa Federal pidi¨® ayuda a la Interpol para conseguir detenerlo. As¨ª su nombre figurar¨¢ en lista de los forajidos de dicha organizaci¨®n internacional de ayuda a la polic¨ªa de varios pa¨ªses.
Brasil podr¨ªa tener problemas para conseguir que Italia devuelva a Pizzolato, que tiene nacionalidad italiana
Pizzolato fue considerado durante el proceso del mensal?o por la Corte Suprema como el ¡°cajero¡± del esquema de corrupci¨®n para sobornar a diputados y partidos. Tras haber trabajado como recabador de fondos en la campa?a presidencial de Lula da Silva y ser nombrado director de marketing del banco p¨²blico, Banco de Brasil, Pizzolato lleg¨® a desviar para los fondos del mensal¨¢o hasta 77 millones de reales (33 millones de d¨®lares) haciendo figurar que eran destinados para el empresario de publicidad Marcos Valerio, condenado a 40 a?os de c¨¢rcel en el mensal?o. Por aquella operaci¨®n recibi¨® como recompensa 326.000 reales (140.000 d¨®lares) que le ayudaron a comprarse el piso en la famosa playa de Copacabana.
Ahora, el gobierno de Brasil va a encontrar, seg¨²n los expertos, dificultades bien reales para conseguir la extradici¨®n de Pizzolato. Por dos motivos, el primero, porque el exdirector de BB tiene nacionalidad italiana y se siente protegido por las leyes de aquel pa¨ªs. Brasil podr¨ªa pedir que fuera procesado de nuevo por la justicia italiana por los cr¨ªmenes cometidos en este pa¨ªs, pero como ha escrito Corriere della Sera, habr¨¢ que ver si los cr¨ªmenes por los que ha sido condenado en Brasil, existen o corresponden exactamente a los de la justicia brasile?a.
La segunda y quiz¨¢s mayor dificultad, es, sin embargo, la del precedente del exterrorista italiano Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua, en ¨²ltima instancia, por el Supremo de Italia acusado de haber cometido tres asesinatos cuando integraba la organizaci¨®n Proletarios Armados para el Comunismo. En los a?os 80, Battisti, que se consider¨® siempre un preso pol¨ªtico, como hoy afirman de s¨ª mismos algunos condenados por el Supremo brasile?o, como Jos¨¦ Dirceu y Jos¨¦ Genoino, huy¨® de Italia y fue condenado en rebeld¨ªa. En 2011 consigui¨® el visto permanente para vivir en Brasil. El expresidente Lula ignor¨® el estado de extradici¨®n de 1989 y concedi¨® refugio a Battisti bajo la excusa de que el exterrorista no confiaba en la imparcialidad de la justicia italiana.
Hubo entonces un altercado entre las canciller¨ªas de ambos pa¨ªses y aunque los ecos de aquella pol¨¦mica ya se han apagado, hoy podr¨ªa resucitar, y el gobierno de Italia podr¨ªa responder con la misma moneda a Brasil alegando que tampoco Pizzolato conf¨ªa en la imparcialidad de los tribunales de justicia de este pa¨ªs.
Y el brasile?o Pizzolato, de origen italiano, famoso por el uso de sus corbatas de mariposas, es posible que pueda seguir por mucho tiempo gozando en libertad de su segunda patria y de las famosas corbatas de sus mejores estilistas. Y en Brasil, Battisti podr¨¢ seguir disfrutando de sus playas de arena dorada y de sus suculentas feijoadas.
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