Merkel y los socialdem¨®cratas cierran un acuerdo para gobernar en coalici¨®n
El bloque conservador de la canciller alemana alcanza un pacto para los pr¨®ximos cuatro a?os tras una larga noche de negociaciones. Llega dos meses despu¨¦s de las elecciones
¡°No se preocupen, conozco bien mi negocio¡±. La serenidad del l¨ªder del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD), Sigmar Gabriel, logr¨®, por un momento, que la consulta a las bases del SPD sobre el contrato de coalici¨®n con los democristianos de Angela Merkel pareciera cosa hecha. Pero el ¡°negocio¡± del que habla Gabriel es una formaci¨®n centenaria con casi 475.000 militantes, donde muchos ven con gran escepticismo una nueva gran coalici¨®n presidida por su rival democristiana.
Sentada junto a Gabriel en la rueda de prensa de presentaci¨®n del contrato, la canciller asent¨ªa levemente y con cara de p¨®quer mientras Gabriel desgranaba el fuerte contenido social de un acuerdo para ¡°la gente corriente y trabajadora¡± que, seg¨²n dijo, ¡°enorgullecer¨¢¡± al SPD. Las 185 p¨¢ginas incluyen objetivos socialdem¨®cratas clave, como la introducci¨®n de un salario m¨ªnimo interprofesional a partir de 2015 o la doble nacionalidad para los hijos de inmigrantes que deseen ser alemanes sin renunciar al pasaporte de sus padres. Las bases del SPD tendr¨¢n entre el 6 y el 12 de diciembre para ratificar o rechazar el pacto, en una consulta sin precedentes y de resultado incierto.
A primera vista, el bloque democristiano de Merkel se impuso en las cuestiones fiscales y presupuestarias: el futuro Gobierno federal aspira a dejar de endeudarse a partir de 2015 y rechaza las subidas de impuestos a los que m¨¢s ganan.
La cuesti¨®n es c¨®mo se financiar¨¢ el aumento de las pensiones a las mujeres que tuvieron hijos antes de 1992 ¡ªpropuesta de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU) de Merkel¡ª y la anticipaci¨®n de la edad de jubilaci¨®n, de los 67 a los 63 a?os, para aquellos que hayan cotizado durante 45 a?os o m¨¢s (propuesta del SPD).
Estas nuevas partidas y el aumento de las inversiones en educaci¨®n (6.000 millones de euros) e infraestructuras sumar¨¢n alrededor de 23.000 millones de euros al gasto p¨²blico en la legislatura que empieza. Si esta cifra se confirma, el nuevo Gobierno tendr¨¢ dificultades para evitar m¨¢s deudas sin aumentar la presi¨®n fiscal.
Socialdem¨®cratas y democristianos han confirmado en el acuerdo qu¨¦ poco les separa en pol¨ªtica internacional y europea. Los dos bloques pol¨ªticos hacen votos de europe¨ªsmo pero renuncian a medidas ambiciosas de impulso econ¨®mico. Merkel explic¨® en la rueda de prensa que aceptar¨¢ que los mecanismos de estabilidad europeos rescaten directamente a los bancos de pa¨ªses que no puedan recapitalizarlos por sus propios medios, pero insisti¨® en que esta medida ser¨¢ ¡°el ¨²ltimo recurso¡±. El contrato de coalici¨®n habla de impulsar un impuesto a las transacciones financieras en Europa, una demanda del SPD.
El buen humor optimista del socialdem¨®crata Gabriel en toda la rueda de prensa podr¨ªa deberse a su conocimiento profundo del partido o ser la prueba de un talante audaz. El resultado de la consulta a las bases afectar¨¢ a su carrera de forma dr¨¢stica: un no le obligar¨ªa a renunciar como presidente del SPD y precipitar¨ªa su ca¨ªda pol¨ªtica. El s¨ª, en cambio, lo convertir¨ªa probablemente en ministro y vicecanciller y lo afianzar¨ªa en la jefatura de la formaci¨®n hasta las pr¨®ximas elecciones.
Para el polit¨®logo berlin¨¦s Nils Diederich, que fue parlamentario del SPD entre 1989 y 1994, su partido es el que m¨¢s se juega en este nuevo pacto. No las tiene todas consigo respecto a la consulta, pero ¡°si gana, Gabriel tendr¨¢ dificultades para capitalizar los hipot¨¦ticos logros del futuro Gobierno¡±.
Tras la gran coalici¨®n que Merkel presidi¨® entre 2005 y 2009, los socialdem¨®cratas encajaron una debacle electoral que solo han enmendado ligeramente en las generales del pasado 22 de septiembre. El partido perdi¨® parte de su base y de sus votantes tradicionales con los recortes sociales del canciller Gerhard Schr?der (1998-2005). Desde que sali¨® del Gobierno en 2009, el SPD se ha desviado parcialmente de esta agenda para recuperar algo del terreno perdido. El resultado de este alejamiento hacia la izquierda est¨¢, negro sobre blanco, en el contrato de coalici¨®n que alcanzaron con Merkel en la madrugada del mi¨¦rcoles.
La patronal se apresur¨® el mi¨¦rcoles a criticar lo que consideran una regresi¨®n. El jefe de la poderosa Federaci¨®n de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo, dijo el mi¨¦rcoles que ¡°el contrato es una oportunidad perdida y una se?al de estancamiento¡±. El presidente de la Patronal, Ingo Kramer, fue algo m¨¢s recatado y se limit¨® a criticar que el salario m¨ªnimo ¡°tendr¨¢ un efecto lamentable sobre el mercado laboral¡±.
La conservadora Uni¨®n Social Cristiana (CSU), formaci¨®n hermana de la CDU de Merkel en Baviera, logr¨® que el contrato incluya su aspiraci¨®n de imponer un peaje en las autopistas alemanas. Dicha tasa solo gravar¨¢ a los autom¨®viles matriculados fuera de Alemania. Est¨¢ por ver c¨®mo armonizan este requisito con las normativas europeas.
Es de prever que la Gran Coalici¨®n beneficie al partido La Izquierda (Die Linke), convertido en primera fuerza de la Oposici¨®n parlamentaria. Por la derecha, los euroesc¨¦pticos de Alternativa para Alemania podr¨ªan llevarse los r¨¦ditos del sesgo socialdem¨®crata de la nueva coalici¨®n de Merkel. Si los militantes del SPD aprueban el contrato se desvelar¨¢ la lista de ministrables y Merkel saldr¨¢ elegida por una aplastante mayor¨ªa del 80% en el pleno parlamentario del Bundestag el pr¨®ximo 17 de diciembre.
Si los militantes del SPD votan contra el acuerdo, Merkel, que gan¨® las elecciones con una amplia mayor¨ªa del 41,5%, podr¨ªa tratar de recomponer el di¨¢logo que Los Verdes, truncado en las semanas posteriores a los comicios del 22 de septiembre, o embarcarse en un Gobierno en minor¨ªa. Esta posibilidad casa mal con el car¨¢cter de Merkel y romper¨ªa con las tradiciones de la Alemania federal, cuyo ADN est¨¢ marcado por la busca de estabilidad y de acuerdos entre partidos. As¨ª que una opci¨®n probable ser¨ªa que Merkel forzara unas elecciones anticipadas tras cumplir parte de la legislatura.
Las 10 claves del acuerdo
1.- El salario m¨ªnimo interprofesional de 8,5 euros la hora que exig¨ªa el SPD se aprobar¨¢ por ley en 2015, aunque los agentes sociales podr¨¢n acordar un periodo de transici¨®n de dos a?os.
2.- El compromiso de mantener el curso de consolidaci¨®n presupuestaria, sin recurrir a subidas de impuestos. No habr¨¢ nueva deuda a partir de 2015.
3.- Mejora de las pensiones para las madres de hijos nacidos antes de 1992 y flexibilizaci¨®n de la jubilaci¨®n a los 67 a?os para que los trabajadores con 45 a?os cotizados puedan jubilarse a los 63.
4.- Implantaci¨®n en 2017 de una "pensi¨®n m¨ªnima de solidaridad" de 850 euros mensuales.
5.- Aumento de las inversiones en infraestructura de transportes y en educaci¨®n y ciencia.
6.- Aprobaci¨®n en 2014 de un peaje en las autopistas alemanas para automovilistas extranjeros, reivindicaci¨®n de la CSU que deber¨¢ respetar el derecho europeo y no suponer una carga adicional para los conductores alemanes.
7.- Los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania podr¨¢n mantener tanto la nacionalidad alemana como la de sus padres, como reclamaba el SPD. En este momento la mayor¨ªa tiene que escoger antes de los 23 a?os.
8.- Compromiso con Europa y el euro. El futuro Gobierno alem¨¢n ratifica la necesidad de recortar las deudas nacionales y aprobar reformas para ganar competitividad y reconoce la necesidad de combinar esa pol¨ªtica con inversiones sostenibles.
9.- Creaci¨®n de reglas m¨¢s estrictas de regulaci¨®n bancaria. "Ning¨²n mercado, producto y actor financiero sin supervisi¨®n", reza el acuerdo.
10.- Mantenimiento de la meta del abandono de la energ¨ªa nuclear para 2022. Las energ¨ªas renovables deber¨¢n suponer entre el 55 y el 60 por ciento del total en 2030.
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