Los expertos franceses descartan que Arafat muriera envenenado
Un nuevo informe apunta a que el fallecimiento se debi¨® a causas naturales Investigaciones anteriores se?alaban la presencia de polonio en su cuerpo
Yaser Arafat no muri¨® envenenado. Su fallecimiento se debi¨® a causas naturales, muy posiblemente a una ¡°infecci¨®n generalizada¡±. Es la conclusi¨®n a la que han llegado los especialistas de la Fiscal¨ªa de Nanterre, en Francia, que investigan oficialmente el deceso del hist¨®rico l¨ªder palestino, ocurrido en noviembre de 2004 en el hospital militar de Percy. Su informe a¨²n no ha sido hecho p¨²blico, pero su conclusi¨®n esencial ha sido filtrada esta tarde por ¡°fuentes conocedoras del caso¡± a la agencia France Presse y a la cadena de radio France Inter. ¡°Este informe descarta la tesis del envenenamiento y va en el sentido de una muerte natural¡±, ha asegurado la fuente an¨®nima citada por AFP. Ni la fiscal¨ªa ni el abogado de la viuda de Arafat, Pierre-Olive Sur, han comentado esta informaci¨®n, como tampoco Tawfik Tirawi, al frente de la comisi¨®n de investigaci¨®n creada por el Gobierno palestino.
Otros dos equipos de expertos que han analizado junto a la justicia francesa las 60 muestras del cuerpo del rais tomadas un a?o atr¨¢s en su mausoleo de Ramala emitieron a principios de noviembre sendos informes en los que se ¡°apoya razonablemente¡± la tesis de que Arafat muri¨® envenenado, posiblemente por polonio 210, una sustancia altamente radiactiva. En sus restos mortales y en sus enseres personales se encontraron niveles ¡°inexplicablemente altos¡± de radiaci¨®n pero, pese a ello, ninguno pudo afirmar ¡°categ¨®ricamente¡± que esa contaminaci¨®n fuese la causa ¨²ltima de su muerte. El primer equipo, suizo, fue consultado por la viuda de Arafat y el otro, ruso, por la Autoridad Nacional Palestina. El dictamen franc¨¦s es, pues, especialmente importante por ser, a priori, el m¨¢s independiente de los tres.
Arafat falleci¨® a los 75 a?os. Oficialmente, su muerte se debi¨® a un ¡°accidente cerebrovascular hemorr¨¢gico masivo¡± tras un mes de enfermedad. Comenz¨® sufriendo s¨ªntomas de gastroenteritis aguda, diarrea y v¨®mitos, por lo que fue trasladado primero a Jordania desde la Mukata, su palacio presidencial en Cisjordania, y, ante la gravedad de su estado, a un centro hospitalario franc¨¦s. Los m¨¦dicos de Percy le diagnosticaron coagulaci¨®n intravascular diseminada (CID), un grave trastorno sangu¨ªneo que le llev¨® al coma y a la muerte. Por entonces, el que fuera presidente de la Autoridad Nacional Palestina llevaba casi tres a?os sometido al asedio del Ej¨¦rcito de Israel en su residencia oficial, en plena segunda Intifada.
Su viuda, Suha, se neg¨® a que se le practicase la autopsia en 2004. Sin embargo, hace un a?o sali¨® a la luz un reportaje de investigaci¨®n de la cadena de televisi¨®n catar¨ª Al Yazira, amparado por ella, en el que los especialistas del Instituto de Radiof¨ªsica de Lausana analizaban las ropas y hasta el cepillo de dientes de Arafat y encontraban elevados niveles de polonio. Esos resultados preliminares llevaron a Suha a denunciar la muerte de su esposo ante la justicia de Francia, aunque no pudo acusar a nadie en particular. ¡°Contra X¡±, se lee en su parte de alegaciones. Aquel movimiento legal llev¨® al juez a ordenar la exhumaci¨®n del cuerpo. Las conclusiones de los an¨¢lisis posteriores se llevan dilatando desde el pasado verano.
Los forenses suizos confirmaron que, por ejemplo, en las costillas de Abu Ammar (su apodo en la vida clandestina) hab¨ªa niveles de radiaci¨®n 20 veces por encima de lo normal en un cuerpo humano, descartaban que la contaminaci¨®n fuese accidental e insist¨ªan en que una ¡°tercera persona¡± debi¨® suministrarle la sustancia, aunque no pueden determinar a ciencia cierta si su ingesta o exposici¨®n fue lo que llev¨® a la tumba a Arafat. Los rusos asumen esta versi¨®n, reconocen que hab¨ªa trazas de ¡°is¨®topos radiactivos¡± en los restos extra¨ªdos de la tumba de la Mukata pero desconocen si proceden del polonio o de la descomposici¨®n en el organismo de alg¨²n otro compuesto. La viuda del pol¨ªtico dijo que estos resultados evidenciaban ¡°un crimen de Estado¡± que deb¨ªa ser ¡°resuelto¡±.
El 8 de noviembre, Tirawi, el jefe del grupo investigador auspiciado por el Gobierno palestino, acus¨® directamente a Israel de estar tras la muerte de Arafat. ¡°Es el primero, el principal y el ¨²nico sospechoso¡±, remarc¨®. Reconoci¨® entonces que no tienen pruebas que avalen su tesis, m¨¢s all¨¢ de las comunicaciones interceptadas a su enemigo hist¨®rico en las que se atacaba al l¨ªder palestino. ¡°Arafat no muri¨® por edad, no tuvo una muerte natural, y eso hay que aclararlo¡±, se?al¨®. Esta ma?ana, en la cadena de televisi¨®n Palestine Today, Tirawi ha asegurado que ¡°estamos ante los ¨²ltimos 15 minutos de la investigaci¨®n¡± del caso. ¡°La pr¨®xima rueda de prensa ser¨¢ la ¨²ltima. Arrojar¨¢ luz sobre aquel que perpetr¨®, particip¨® o conspir¨® en el asunto¡±, ha prometido, insistiendo en la tesis del asesinato.
La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) ha mantenido una posici¨®n similar a la del jefe de la comisi¨®n, apuntando a Israel como el culpable de esta muerte, pero el presidente palestino, Mahmud Abbas, ha sido m¨¢s prudente. Hace dos semanas dijo que ¡°no se puede acusar a Israel sin sentencia¡±, por lo que reclam¨® que se cree una comisi¨®n internacional que investigue el caso. La que indag¨® el asesinato de Rafik Hariri, el primer ministro liban¨¦s asesinado por un coche bomba en 2005, puede servir de ejemplo.
Israel ha negado reiteradamente cualquier relaci¨®n con el caso. Sostiene que se ha creado una ¡°telenovela¡± sobre el supuesto crimen, sin prueba alguna. El pasado 26 de noviembre, el presidente Sim¨®n Peres rechaz¨® toda relaci¨®n con el asunto en el diario mexicano Excelsior. M¨¢s a¨²n, dijo, mediante veneno. ¡°Habr¨ªa sido m¨¢s f¨¢cil hacerlo con una bala¡±. Sobre los resultados del an¨¢lisis franc¨¦s, Yigal Palmor, portavoz de la canciller¨ªa israel¨ª, ha afirmado que no son una ¡°sorpresa¡±, sino que arrojan un resultado ¡°l¨®gico¡±. ¡°Este debe ser un punto y final¡±, concluy¨®.
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