El gran amigo americano de Mandela fue Fidel Castro
El mandatario sudafricano se mostr¨® siempre agradecido por la ayuda militar que prest¨® Cuba en la lucha contra el apartheid
Nelson Mandela era agasajado como un h¨¦roe en todo el mundo Y Latinoam¨¦rica no fue una excepci¨®n. En julio de 1998 visit¨® durante tres d¨ªas la Argentina del presidente peronista liberal Carlos Sa¨²l Menem y fue recibido en el aeropuerto bonaerense de Ezeiza con una salva de 19 ca?onazos. En uno de los tres discursos que pronunci¨® resalt¨® que el "dif¨ªcil pasado de la Argentina" le hab¨ªa servido de "inspiraci¨®n" en su lucha contra el apartheid.
Una de las hijas de Mandela, Zenani Dlamini, fue designada en febrero embajadora de Sud¨¢frica ante Argentina. Zenani, de 55 a?os, nada m¨¢s llegar a Buenos Aires, explic¨® en el diario La Naci¨®n que ella no ten¨ªa pretensiones de ejercer de diplom¨¢tica, pero en enero de 2012, el presidente, Jacob Zuma, insisti¨® en que conven¨ªa que una Mandela de primera generaci¨®n ayudara a levantar la imagen de su pa¨ªs. Y la destin¨® a Buenos Aires. Mandela se encontraba ya muy enfermo. Zenani cont¨® que al despedirse, su padre le sonri¨® y le dijo: ¡°Estoy orgulloso de ti¡±.
Hay asociaciones de derechos humanos en toda Latinoam¨¦rica que llevan el nombre de Mandela. Pero el pa¨ªs donde m¨¢s huella dej¨®, donde m¨¢s afinidades afectivas mantuvo fue Cuba. Y la persona con quien m¨¢s a gusto se encontr¨® fue Fidel Castro. En 1991, pocos meses despu¨¦s de su salida de la c¨¢rcel, Mandela visit¨® Cuba. Recibi¨® cr¨ªticas dentro y fuera del pa¨ªs, pero hizo caso omiso de ellas. Hay un v¨ªdeo del encuentro entre los dos l¨ªderes en el que se ve a Mandela abrazando a Castro, llam¨¢ndole ¡°mi hermano¡±, Castro vestido de traje y corbata y Mandela expres¨¢ndose en ingl¨¦s y una traductora sumamente expresiva verti¨¦ndole a Castro las palabras de Mandela en espa?ol:
"Una cosa antes de hablar nada nada", le dice Mandela de pie a un Fidel Castro sentado. "Antes de hablar absolutamente de cualquier tema me tiene que decir cu¨¢ndo viene para Sud¨¢frica. Nos han visitado una gran cantidad de personas y nuestro amigo, Cuba, que nos ayud¨® a entrenar a nuestra gente, que nos dio recursos, que nos ayudaron tanto en nuestra lucha, que entren¨® a nuestros combatientes, a nuestros m¨¦dicos¡ Cuba no ha venido a visitarnos, usted no ha ido a visitarnos. ?Cu¨¢ndo va a venir?".
"No he visitado a mi patria sudafricana", reconoce Castro. "La quiero como a una patria. La quiero como te quiero a ti".
¡ª "?Pero cu¨¢ndo vas a venir a Sud¨¢frica?"
¡ª "Creo que va a tener que ser hoy mismo, voy a tener que volar contigo¡", se excusa Castro bromeando.
A lo largo de los a?os la amistad y la admiraci¨®n que se profesaban no decay¨®. ¡°Soy un hombre leal y jam¨¢s olvidar¨¦ que en los momentos m¨¢s sombr¨ªos de nuestra patria, en la lucha contra el apartheid, Fidel Castro estuvo a nuestro lado¡±, dir¨ªa Mandela. Finalmente, Castro pudo viajar a Sud¨¢frica en 1994 y fue agasajado en el Senado con todos los honores. Nunca trat¨® de disimular ante el mundo su relaci¨®n con Cuba.
Cuando en 1998 Mandela recibi¨® la visita del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el mandatario sudafricano le advirti¨® que hab¨ªa invitado tambi¨¦n a Castro y al entonces jefe de Estado de Libia, Muamar el Gadafi. "Hago esto porque nuestra autoridad moral nos dicta que no podemos abandonar a aquellos que nos han ayudado durante los momentos m¨¢s sombr¨ªos de la historia de nuestro pa¨ªs. Nos facilitaron tanto recursos como instrucci¨®n para luchar y ganar. Y aquellos sudafricanos que me han re?ido por ser leal a nuestros amigos, pueden, literalmente, irse a fre¨ªr esp¨¢rragos", aclar¨® Mandela.
Por si no hab¨ªa quedado clara su postura, Mandela se permiti¨® aconsejar a Clinton que convocara a sus enemigos, a Cuba, Ir¨¢n y Libia para decirles ¡°vamos a sentarnos y a hablar de paz¡±. Quince a?os despu¨¦s, eso es lo que Barack Obama est¨¢ haciendo con el r¨¦gimen iran¨ª. Aquel d¨ªa, Clinton call¨® ante las cr¨ªticas de Mandela pero su consejero de Seguridad Nacional, Samuel Berger, declar¨®: "Podemos entender la lealtad de Mandela [a Cuba, Ir¨¢n y Libia], pero nuestra posici¨®n tambi¨¦n est¨¢ basada en principios".
En aquel viaje, Mandela le ense?¨® a Clinton la c¨¢rcel de la isla de Robben donde permaneci¨® 18 a?os preso y le regal¨® una piedra de la cantera donde cumpli¨® trabajos forzosos. Despu¨¦s impuso a Clinton la m¨¢s alta distinci¨®n de Sud¨¢frica, la Orden de Buena Esperanza. Antes que Clinton, el ¨²ltimo condecorado hab¨ªa sido Gadafi.
Sin embargo, Hugo Ch¨¢vez, el gran amigo de Castro y Gadafi, no cultiv¨® la amistad con el gran libertador de los negros sudafricanos. Pero Nicol¨¢s Maduro, el sucesor de Ch¨¢vez, ha declarado tres d¨ªas de luto nacional por la muerte de Mandela.
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