La inflaci¨®n por las nubes y el peso argentino por los suelos
Las protestas sacuden al pa¨ªs en un contexto de precios altos, depreciaci¨®n de la moneda y el furor consumista de las Navidades
Diciembre viene siendo un mes delicado en Argentina. Las Navidades llegan seguidas por las vacaciones de verano y es cuando m¨¢s patente se vuelven las desigualdades sociales. Fue en la gran crisis de diciembre de 2001 cuando se produjeron los mayores saqueos del pa¨ªs. En la carrera que sostienen los salarios y la inflaci¨®n, los sueldos suelen llegar exhaustos a fin de a?o porque la mayor¨ªa de los convenios se firman en el primer semestre. La situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs ha mejorado much¨ªsimo desde 2001. Pero en 2011 ya se comenz¨® a rumorear que pod¨ªa haber saqueos. No los hubo, pero la inflaci¨®n sigui¨® su camino hacia arriba. El Gobierno la negaba y manten¨ªa las estad¨ªsticas oficiales de precios en torno al 10, pero las consultoras privadas la calculaban en torno al 25%.
En septiembre de 2012, un estudiante de la universidad de Harvard le pregunt¨® a la presidenta Cristina Fern¨¢ndez por la inflaci¨®n. Y ella contest¨®: ¡°Si realmente los n¨²meros fueran de una inflaci¨®n del 25% al 26% el pa¨ªs estallar¨ªa por los aires¡±. Tres meses despu¨¦s, en diciembre de 2012, se desataron los saqueos en la ciudad de Bariloche, se extendieron por otros municipios y fallecieron al menos cuatro personas.
Cristina Fern¨¢ndez vio entonces la mano de algunos sindicalistas peronistas enfrentados al Gobierno. ¡°Tenemos incendios provocados en nuestros bosques y tambi¨¦n tenemos por ah¨ª algunos que quieren provocar incendios. (¡) Esto que se intent¨® hacer es una versi¨®n decadente de una mala copia de lo que sucedi¨® en otros momentos hist¨®ricos del pa¨ªs ¨Cdiciembre de 2001-. (¡) Y la verdad que tampoco fueron espont¨¢neos aquellos saqueos que terminaron muy mal y que obligaron a la salida anticipada del doctor Ra¨²l Alfons¨ªn¡±.
La econom¨ªa adolece de una falta de divisas preocupante. No entran inversiones del extranjero
Ahora, adem¨¢s de la inflaci¨®n, la econom¨ªa adolece de una falta de divisas preocupante. No entran inversiones del extranjero. El Gobierno ha hecho todo lo posible desde finales de 2011 para que, ya que no abundan los inversores, por lo menos no salgan los d¨®lares al exterior. Ha cargado con impuestos de hasta el 35% las compras con tarjetas en el exterior y ha llegado incluso a aprobar una ley que permite blanquear sus d¨®lares a quienes en su d¨ªa los sacaron de forma ilegal. La presidenta se propuso ¡°pesificar¡± la econom¨ªa, anim¨® a los ahorradores a comprar pesos con sus d¨®lares. Para dar ejemplo convirti¨® en peso los tres millones de d¨®lares que ten¨ªa en un dep¨®sito a plazo fijo. Pero la inmensa mayor¨ªa de los argentinos con capacidad para ahorrar siguieron desconfiando en el peso y ahorrando en d¨®lares.
Entre unas cosas y otras, las reservas de divisas del Banco Central cayeron desde los 52.000 millones de d¨®lares que alcanz¨® en 2011 hasta los 31.000 millones que hay ahora. El nuevo Gabinete econ¨®mico de Cristina Fern¨¢ndez se ha propuesto combatir esa escasez de divisas. Una forma de hacerlo es ir a buscar cr¨¦ditos en China, donde ahora se encuentra el ministro de Econom¨ªa, Axel Kicillof. Otra forma, es devaluar provocar de forma gradual la depreciaci¨®n del peso del peso frente al d¨®lar. Con lo cual, el ciudadano se encuentra con que sus pesos cada vez valen menos. Y el Gobierno cada vez tiene menos recursos para mantener los sueldos al ritmo de la inflaci¨®n. Si el crecimiento del PIB en 2011 se situ¨® alrededor del 7% hoy las consultoras privadas los estiman entre el 3% y el 4%.
A pesar de todo, incluso los economistas m¨¢s cr¨ªticos del Gobierno creen que no existen las condiciones objetivas reales para que se produzca un descalabro financiero como el de diciembre de 2001.
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