Letta y la revoluci¨®n de los cuarentones

A falta de resultados tangibles que ofrecer -dijo que las buenas noticias ir¨¢n llegando en 2014--, el primer ministro italiano, Enrico Letta, ofreci¨® ayer como garant¨ªa de ¨¦xito su fecha de nacimiento. Seg¨²n apunt¨®, sus 47 a?os de edad, unidos a los 38 de Matteo Renzi, el reci¨¦n elegido secretario nacional del Partido Democr¨¢tico (PD) y nuevo hombre fuerte de la pol¨ªtica italiana, y a los 43 de Angelino Alfano, el vicepresidente del Gobierno y jefe del Nuevo Centroderecha (NCD), constituyen en s¨ª una revoluci¨®n: "Ha sido el a?o del cambio generacional en la pol¨ªtica italiana. Un cambio que necesitaba el pa¨ªs. Esta generaci¨®n no puede fracasar. Vamos a aprovechar esta oportunidad, ya no tenemos excusas".

Durante la tradicional conferencia de prensa de fin de a?o, Enrico Letta ¡ªel tercer primer ministro en los ¨²ltimos tres a?os¡ª no tuvo m¨¢s remedio que seguir conjugando en futuro las promesas de sus predecesores. Italia a¨²n no se acerca siquiera al fin de la crisis econ¨®mica ni institucional. Ni se recupera el empleo ni las reformas pol¨ªticas imprescindibles para garantizar la gobernabilidad del pa¨ªs ¡ªnueva ley electoral, fin del bicameralismo perfecto¡ª est¨¢n a¨²n listas. Si los intentos de Mario Monti fracasaron por el sabotaje de Silvio Berlusconi, tampoco Enrico Letta ¡ªque s¨ª logr¨® deshacerse de Il Cavaliere con la ayuda de Alfano y de la acci¨®n de la justicia¡ª las tiene a¨²n todas consigo.

Su Gobierno depende de un equilibrio dif¨ªcil entre su propio partido ¡ªgobernado ahora por el heterodoxo e imprevisible Renzi¡ª y el Nuevo Centroderecha de Alfano, el exdelf¨ªn de Berlusconi, acompa?ado en su nueva aventura pol¨ªtica por algunos de los personajes m¨¢s oscuros de las dos d¨¦cadas pasadas. Por si fuera poco, las protestas callejeras van en aumento, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo ha incrementado la presi¨®n sobre el Gobierno ante la cercan¨ªa de las elecciones europeas y Berlusconi intenta frenar su desahucio pol¨ªtico y personal abrazando ¡ªya sin el disfraz temporal de hombre de Estado¡ª la causa del populismo m¨¢s descarado. Con ese panorama, el segundo primer ministro patrocinado en solo dos a?os por el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, no tuvo m¨¢s remedio que reconocer que "las tensiones pol¨ªticas est¨¢n al m¨¢ximo".

No obstante, Letta presumi¨® de algunas cifras. Destac¨® que los ocho meses de estabilidad pol¨ªtica han repercutido en la rebaja de los intereses pagados por la deuda. Un ahorro, dijo, que junto a los recursos obtenidos de la lucha contra la evasi¨®n fiscal "se emplear¨¢n en la creaci¨®n de empleo para los j¨®venes y en la reducci¨®n de impuestos sobre el trabajo". Ante la amenaza amiga que significa la ambici¨®n de Renzi por el poder, dijo que no cree que el alcalde de Florencia intente forzar unas elecciones en un futuro inmediato y respald¨® su iniciativa de establecer contacto con los enviados de Grillo y de Berlusconi para intentar alcanzar un acuerdo sobre la reforma de la ley electoral. Eso s¨ª, censur¨® tanto al exc¨®mico como al exprimer ministro por aumentar su nivel de cr¨ªticas ¡ª"hasta lo inadmisible"¡ª contra el jefe del Estado. No hay que olvidar que, pese a la revoluci¨®n generacional de la que presume Enrico Letta, y que fue el caballo de batalla de Matteo Renzi en su asalto al poder en el centroizquierda, el actual garante de la estabilidad pol¨ªtica italiana sigue siendo Giorgio Napolitano. Quien para satisfacci¨®n de unos y esc¨¢ndalo de otros maneja, unas veces con mano izquierda y otras con pu?o de acero, los hilos del poder en Italia es un pol¨ªtico de 88 a?os con seis d¨¦cadas de experiencia.