El presidente de Guatemala retira su demanda penal contra un periodista
Otto P¨¦rez Molina llev¨® a la v¨ªa criminal un caso de libertad de expresi¨®n, que en su pa¨ªs no se dirime por ese cauce
El presidente de Guatemala, Otto P¨¦rez Molina, anunci¨® este viernes que desiste de la demanda penal en contra del periodista Jos¨¦ Rub¨¦n Zamora, presidente del matutino elPeri¨®dico. ¡°He tomado la decisi¨®n de desistir de la acci¨®n que present¨¦ inicialmente, y trasladar¨¦ mi querella ante un tribunal de imprenta [relativo a cuestiones de libertad de expresi¨®n]¡±, dijo en rueda de prensa en la ciudad de Zacapa, al este de Guatemala.
A inicios de la semana, el mandatario demand¨® a Zamora, por ¡°coacci¨®n, desacato, chantaje, extorsi¨®n y violaci¨®n de la Constituci¨®n¡± ante un tribunal del ramo penal. Esta es una acci¨®n que viola la Ley de Emisi¨®n del Pensamiento, de rango constitucional, que manda con meridiana claridad que cualquiera que se creyere ofendido, debe recurrir a un tribunal de imprenta para dirimir las diferencias.
La misma Carta Magna establece que ¡°No constituyen delito o falta las publicaciones que contengan denuncias, cr¨ªticas o imputaciones contra funcionarios o empleados p¨²blicos (del Estado) por actos efectuados en el ejercicio de sus cargos¡±.
La demanda y el camino escogido eran, a todas luces, improcedentes. Al respecto, Jos¨¦ Rub¨¦n Zamora opina que, m¨¢s que torpeza extrema de los abogados, lo ocurrido es consecuencia de la militarizaci¨®n que el Estado guatemalteco ha sufrido desde la llegada de P¨¦rez Molina al poder. ¡°Esta aberraci¨®n jur¨ªdica obedece a que el mandatario est¨¢ muy mal asesorado. Incluyen delitos que ya no existen, como el desacato. Hemos vuelto a la etapa de militarizaci¨®n. Los abogados del Presidente son, antes que letrados, militares -hicieron la carrera mientras prestaban servicio- y han cedido a sus esquemas mentales de mando-obediencia¡±, dijo Zamora a EL PA?S.
¡°Los abogados del Presidente tienen m¨¢s experiencia militar que jur¨ªdica. Creo que pensando en que pod¨ªan encontrar eco en jueces que mantienen v¨ªnculos con el partido de Gobierno, su demanda podr¨ªa avanzar con mucha rapidez y llevarme a la prisi¨®n¡±, y a?ade que tiene constancia de que las autoridades civiles han sido presionadas para conducirlo a los tribunales y encarcelarlo, pero los mandos de la Polic¨ªa se han negado.
Con respecto a la demanda de la vicepresidente, Roxana Baldetti, presentada ante un juzgado de turno de Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer, por presuntos da?os psicol¨®gicos sufridos por las cr¨ªticas constantes de elPeri¨®dico sobre su gesti¨®n, Zamora afirma que ¡°si ese fuera el caso, deber¨ªa abandonar el cargo. Deber¨ªa someterse a una evaluaci¨®n psiqui¨¢trica por parte del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), para determinar cient¨ªficamente su estado de salud mental. Se ha metido en un problema porque si los expertos concluyen que la vicepresidente est¨¢ mentalmente sana, la demanda se cae. Si el resultado es negativo, tendr¨ªa que dejar el cargo¡±.
Mientras las acciones en contra del periodista, como la prohibici¨®n de abandonar el pa¨ªs o de acercarse a la vicepresidente Baldetti han quedado sin efecto, la lucha de Zamora contin¨²a en los tribunales. Sus abogados han presentado ante el Supremo una acci¨®n de Antejuicio (proceso por medio del cual un funcionario protegido por la inmunidad pueda ser despojado de la misma y sujeto a juicio) contra P¨¦rez Molina y Roxana Baldetti.
¡°Quiero creer que este proceso se seguir¨¢ con estricto apego a la ley. Ser¨ªa una muestra al mundo de que el Organismo Judicial trabaja con independencia. Es tambi¨¦n un desaf¨ªo para los jueces, de cara a los guatemaltecos y a la comunidad internacional, que est¨¢ muy pendiente del problema¡±.
Zamora concluye con una afirmaci¨®n preocupante con respecto al futuro de las libertades ciudadanas en Guatemala. ¡°Este problema trasciende a Otto P¨¦rez y a Baldetti. Pudo haber ocurrido con cualquiera de los presidentes del pasado. El gran tema es que vivimos una cleptodictadura que cogobierna con el crimen organizado y los financistas de las campa?as pol¨ªticas, cuyo ¨²nico objetivo es expoliar los recursos del Estado, a enriquecerse con una velocidad de v¨¦rtigo¡±.
Consultado acerca de si esta situaci¨®n nos lleva hacia el Estado fallido, Zamora es lapidario: ¡°los cimientos del Estado guatemalteco est¨¢n podridos. Hay que refundarlo todo. Ojal¨¢ se diera el Estado fallido, porque sobrevivimos en un Estado del mal, donde las mafias manejan las aduanas, la Direcci¨®n General de Migraci¨®n, las importaciones¡ Es por esos canales por donde ingresan al pa¨ªs las drogas, las armas y todos los il¨ªcitos imaginables. Estas mafias no necesitan que Guatemala sea un Estado fallido, porque ya est¨¢ hecho a la medida de sus intereses¡±.
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