Hollande esquiva las preguntas sobre su vida privada
El presidente franc¨¦s aclarar¨¢ su situaci¨®n personal antes de viajar a EE UU en febrero Propone a las empresas una reducci¨®n de costes laborales
El enemigo jurado de las finanzas y defensor a ultranza de la justicia social de la campa?a electoral de 2012 ha pasado a mejor vida. A los 18 meses de llegar al poder, Fran?ois Hollande confirm¨® este martes un giro radical hacia las recetas econ¨®micas neoliberales, y dej¨® de hablar a los electores de izquierda para dar la raz¨®n a los que consideran que Francia es un pa¨ªs escler¨®tico (Berl¨ªn, Bruselas y Londres) y ofrecer un pacto de responsabilidad ¡ªen realidad, un cheque en forma de reducci¨®n de costes laborales¡ª a la patronal a cambio de inversi¨®n y empleos.
Aunque habl¨® sobre todo de econom¨ªa, el presidente franc¨¦s llegaba a la tercera rueda de prensa semestral de su mandato con el agua al cuello por el asunto privado del que todo el mundo habla, en Francia y sobre todo fuera del Hex¨¢gono: su romance con la actriz Julie Gayet, de 41 a?os y 18 m¨¢s joven que ¨¦l, que ha llevado a su pareja, Val¨¦rie Trierweiler, de 48 a?os, a ser ingresada en el hospital para someterse a una cura de reposo.
Hollande prometi¨® eliminar las cotizaciones salariales que pagan los empresarios y los trabajadores aut¨®nomos para financiar las ayudas familiares de aqu¨ª a 2017, una medida que cifr¨® en 30.000 millones. Y recurriendo de nuevo al manual ultraliberal, asegur¨® que financiar¨¢ ese dinero reformando el Estado, luchando contra el fraude a la seguridad social, simplificando los impuestos y disminuyendo el gasto p¨²blico en 50.000 millones entre 2015 y 2017.
¡°Todo ser¨¢ revisado, pero no para reducir la protecci¨®n social, sanitaria o ambiental, sino para simplificar y facilitar la vida a las empresas¡±, enfatiz¨® Hollande para limitar el impacto de la concesi¨®n a la patronal Medef, cuyos portavoces celebraron los anuncios y no tuvieron empacho en decir que Hollande hab¨ªa presentado un ¡°programa de derechas¡±.
Pese a que la comparecencia del presidente dur¨® cerca de tres horas, Hollande se las arregl¨® para no dar una sola explicaci¨®n convincente sobre el esc¨¢ndalo que ha afectado a su vida privada a los m¨¢s de 500 periodistas franceses y extranjeros que abarrotaban la sala de festejos del El¨ªseo. Ante las cuatro o cinco preguntas relacionadas con el caso, afirm¨® que ¨¦l y su pareja viven ¡°momentos dif¨ªciles y dolorosos¡±, record¨® que su principio es que los asuntos privados se dirimen en privado, a?adi¨® una frase de circunstancias ¡ª¡°este no es el sitio ni el momento de hablar de eso¡±¡ª, y finalmente prometi¨®, de forma parad¨®jica, que dar¨¢ las explicaciones pertinentes antes de viajar a Washington el pr¨®ximo 11 de febrero.
Luego, tras una larga tanda de cuestiones de pol¨ªtica y econom¨ªa, el presidente dijo que Trierweiler se encuentra ¡°en reposo¡± y asever¨® que su seguridad est¨¢ ¡°perfectamente garantizada¡± tanto cuando realiza desplazamientos p¨²blicos como privados, sin entrar en los detalles sobre el origen dudoso del apartamento donde se encontraba con Gayet.
El presidente no ocult¨® que la publicaci¨®n del reportaje sobre su infidelidad le hab¨ªa producido una ¡°indignaci¨®n absoluta¡±, y matiz¨® que si no ha presentado una querella contra la revista Closer es porque goza del estatuto de inmunidad penal del presidente y no juega en igualdad de condiciones al no poder recibir demandas de nadie.
Hollande se mostr¨® sereno en todo momento y trat¨® de mostrar su lado m¨¢s institucional, autoritario y firme, aunque a ratos no renunci¨® a sus bromas habituales. Pero la conferencia de prensa fue mucho menos espont¨¢nea e improvisada de lo que pareci¨®. El jefe de comunicaci¨®n del El¨ªseo, Christian Gravel, un hombre cercano al ministro del Interior, Manuel Valls, indicaba en cada momento a sus colaboradores a qui¨¦n entregar el micr¨®fono, y dio absoluta prioridad a los informadores franceses, relegando a los m¨¢s de 150 corresponsales for¨¢neos a la ¨²ltima media hora, los llamados minutos de la basura.
Cuestionado por un periodista estadounidense sobre el alcance pol¨ªtico del Closergate y sobre si un presidente tiene derecho a una vida realmente privada, Hollande afirm¨®: ¡°En Francia tenemos principios firmes sobre el respeto a la vida privada y sobre la libertad de prensa. Son nuestros valores¡±.
La noticia m¨¢s relevante del d¨ªa, en todo caso, fue el informe de la Liga por los Derechos Humanos sobre la situaci¨®n de los gitanos en Francia. Durante 2013, el Gobierno socialista expuls¨® de sus campamentos precarios a casi 20.000 roman¨ªes europeos, es decir, el doble de los que expuls¨® en 2012. Hollande defendi¨® la pol¨ªtica de Manuel Valls, sin citar esta vez la palabra humanidad, y asegur¨® que todas esas expulsiones no le averg¨¹enzan ¡°porque se hacen en nombre del derecho¡±. En realidad, tanto la promesa electoral de Hollande como la circular emitida por el ministro del Interior en el verano de 2012 obligaba al propio Gobierno a conceder alojamientos alternativos a los expulsados, cosa que Par¨ªs no hace.
Hollande hizo suya tambi¨¦n lo que defini¨® como la ¨²ltima ¡°victoria¡± del ministro m¨¢s popular del Gabinete, la prohibici¨®n administrativa de los espect¨¢culos del c¨®mico Dieudonn¨¦: ¡°El racismo, el antisemitismo, y la xenofobia ser¨¢n perseguidos con intransigencia¡±, dijo. ¡°La ley ser¨¢ aplicada sin debilidad. Pero la libertad de reuni¨®n, expresi¨®n y creaci¨®n no puede ser reducida, salvo en circunstancias excepcionales, atendiendo a la dignidad humana y al orden p¨²blico¡±.
Sobre Europa, Hollande habl¨® sobre todo de Alemania y anticip¨® la celebraci¨®n en febrero en Francia de un consejo de ministros conjunto de los dos pa¨ªses. Anunci¨® pasos para la convergencia econ¨®mica, la armonizaci¨®n de las reglas fiscales y un impulso com¨²n de la Europa de la Defensa.
Una pregunta directa le dio pie a escabullirse
La tensi¨®n se cortaba con un cuchillo cuando el Gobierno en pleno (38 ministros, 19 hombres y 19 mujeres) entr¨® ayer en el sal¨®n de festejos del El¨ªseo y se sent¨® a la derecha del atril desde el que iba a hablar el presidente, Fran?ois Hollande, a las cuatro y media de la tarde. No cab¨ªa un alfiler en el espacio rococ¨®, y la duda consist¨ªa en saber qui¨¦n ¡ªy cu¨¢ndo y c¨®mo¡ª se atrever¨ªa a abrir el fuego y a preguntar al jefe del Estado por el esc¨¢ndalo Gayet.
Por protocolo, el El¨ªseo concedi¨® la primera cuesti¨®n al presidente de la Asociaci¨®n de la Prensa Presidencial, a la saz¨®n el periodista de Le Figaro Alain Barluet. Tras un pre¨¢mbulo cort¨¦s y obligado porque la rueda de prensa coincid¨ªa con la felicitaci¨®n del A?o Nuevo de Hollande a la prensa (los c¨¦lebres voeux de cada mes de enero), el reportero solt¨® la patata caliente: ¡°La publicaci¨®n de un art¨ªculo que le concierne en una revista, Closer para no nombrarla (modo iron¨ªa), ha generado emoci¨®n, preguntas y curiosidad, es inevitable. Hay una necesidad de clarificaci¨®n ante los franceses y ante aquellos que nos miran desde el extranjero. Usted va a ser recibido en Washington pr¨®ximamente. Se lo pregunto sin rodeos: ¡°?Sigue siendo Val¨¦rie Trierweiler la primera dama de Francia?¡±.
Hollande rehus¨® responder a la pregunta, que ten¨ªa toda la pinta de haber sido pactada con antelaci¨®n, pero aprovech¨® la menci¨®n a su viaje oficial a Estados Unidos para prometer que dar¨¢ las explicaciones necesarias antes de ir a Washington el 11 de febrero. La h¨¢bil maniobra concede a Hollande 27 d¨ªas para organizar su agitada vida sentimental y preparar una respuesta adecuada.
Lo m¨¢s curioso fue que la pregunta no dej¨® muy satisfecho al bueno de Barluet, que apenas una hora despu¨¦s emple¨® su cuenta de Twitter para pedir perd¨®n a Albert Londres, el difunto reportero franc¨¦s que da nombre a los premios de periodismo m¨¢s prestigiosos de la francofon¨ªa. El presidente de los periodistas hizo la pregunta justa al presidente de los franceses. Pero no aclar¨® si le pareci¨® demasiado directa, demasiado pactada o demasiado cercana a la prensa canalla.
#ConfPR Albert Londres, pardonne moi!
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