Alemania impulsa un acuerdo de no espionaje mutuo entre socios de la UE

Berl¨ªn busca un acuerdo de no espionaje mutuo entre socios de la Uni¨®n Europea. El pacto incluir¨ªa a los servicios secretos de Reino Unido que, seg¨²n las revelaciones del exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden, colaboran estrechamente con Washington en el espionaje masivo de las comunicaciones mundiales a trav¨¦s de internet. Desde que las informaciones del filtrador desvelaron la tremenda capacidad de control y vigilancia de los esp¨ªas de Estados Unidos, las agencias de inteligencia europeas se han reunido ya en tres ocasiones para negociar el posible pacto.

Esta semana se han conocido las serias dificultades que encontr¨® Alemania para un acuerdo similar de no espionaje con Estados Unidos. La iniciativa lleg¨® a darse por segura hace solo tres meses. El entonces coordinador de los servicios secretos, el democristiano Ronald Pofalla (CDU), asegur¨® tras el esc¨¢ndalo de Snowden que Washington hab¨ªa "entendido la dimensi¨®n" del enfado alem¨¢n ante el espionaje de sus ciudadanos y de sus dirigentes. El portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, lleg¨® asegurar que Berl¨ªn contaba con una "confirmaci¨®n verbal" de la disposici¨®n norteamericana a comprometerse a renunciar al espionaje de los l¨ªderes pol¨ªticos o las empresas alemanas. Ese acuerdo est¨¢ cerca de quedarse en papel mojado, pero Berl¨ªn conf¨ªa en alcanza un trato entre los socios europeos.

Londres se resiste a firmar el trato europeo de no espionaje

Ser¨ªan contratos vinculantes para sellar la prohibici¨®n de espionaje pol¨ªtico, econ¨®mico e industrial en el seno de la Uni¨®n. Seg¨²n public¨® el diario S¨¹ddeutsche Zeitung el jueves, los gobiernos europeos llevan varios meses de negociaciones a puerta cerrada. Londres es el socio m¨¢s reticente. Su servicio de espionaje GCHQ es, seg¨²n diversos documentos de Snowden publicados en oto?o por el semanario Der Spiegel, capaz de interceptar las comunicaciones de internet y de tel¨¦fono que pasan por varios cables trasatl¨¢nticos de fibra de vidrio. Adem¨¢s, el diario brit¨¢nico The Independent public¨® hace dos meses la foto de un dispositivo dispuesto por los brit¨¢nicos en el tejado su embajada, en pleno centro de Berl¨ªn, con el que captan gran n¨²mero de comunicaciones inal¨¢mbricas del distrito gubernamental. La embajada de Estados Unidos, a pocos cientos de metros, cuenta con aparatos similares. Los papeles de Snowden desvelaron que los esp¨ªas se sirvieron de ellos para pinchar el m¨®vil de la canciller Merkel. Es de esperar, con estos precedentes, que Londres se resista a firmar el trato europeo de no espionaje que propone Alemania.

En cuanto a Francia, sus servicios de inteligencia tienen en Alemania la reputaci¨®n de especialistas en espionaje industrial. Seg¨²n el S¨¹ddeutsche Zeitung, el servicio de espionaje exterior DGSE vigila "sistem¨¢ticamente llamadas de tel¨¦fono, correos electr¨®nicos y redes sociales", tambi¨¦n en pa¨ªses europeos. La p¨¦rdida de secretos industriales es, comprensiblemente, una de las mayores preocupaciones de los pol¨ªticos alemanes.

El contrato europeo limitar¨ªa dr¨¢sticamente la capacidad de acci¨®n de los esp¨ªas extranjeros

Quieren en Berl¨ªn, por tanto, que el contrato europeo limite dr¨¢sticamente la capacidad de acci¨®n de los esp¨ªas extranjeros. Los 28 de la Uni¨®n Europea deber¨ªan comprometerse, adem¨¢s, a respetar en sus investigaciones tanto la legalidad propia como la de los socios. Por ejemplo, para impedir la pr¨¢ctica de preguntar datos sobre ciudadanos del propio pa¨ªs a los servicios secretos de pa¨ªses socios, esquivando as¨ª las limitaciones legales o la falta de permiso judicial.

Tanto las negociaciones con Estados Unidos como las europeas est¨¢n en manos del servicio secreto exterior alem¨¢n BND, que ya ha presidido tres reuniones con las organizaciones equivalentes del resto de Europa.