Al samb¨®dromo, sin silicona
Brasil es un pa¨ªs donde las cl¨ªnicas de cirug¨ªa est¨¦tica y los gimnasios funcionan a todo vapor
Es internacionalmente sabido que Brasil es un pa¨ªs donde el culto al trasero de la mujer (¡°bunda¡±, en la jerga brasile?a) es una cuesti¨®n que ocupa un espacio privilegiado en los contubernios masculinos. En las ultimas d¨¦cadas la preocupaci¨®n por unos pechos bien moldeados tambi¨¦n ha ganado protagonismo en grandes n¨²cleos urbanos como R¨ªo de Janeiro o S?o Paulo. En R¨ªo se acaba de registrar un hecho tan in¨¦dito como sorprendente que podr¨ªamos resumir en dos actos: el primero, una escola de samba convoca un proceso de selecci¨®n de 20 mujeres con la condici¨®n innegociable de que no tengan silicona en los pechos. El segundo, dicha escola tarda tres meses en encontrarlas. La pregunta que cualquier persona se har¨ªa es si la agrupaci¨®n carnavalesca exig¨ªa, adem¨¢s, que los cuerpos fuesen esculturales. La respuesta es no. Las 20 seleccionadas son mujeres normales y corrientes, que en algunos casos superan la cuarentena y que se ganan la vida lejos de las pasarelas, por ejemplo, en los suburbios de la ciudad como empleadas de una imprenta. La noticia radic¨®, sencillamente, en la dificultad vivida por la escola para reunir a 20 mujeres con los pechos sin operar. Y en la lectura que de esto se puede hacer en un pa¨ªs como Brasil, donde las cl¨ªnicas de cirug¨ªa est¨¦tica y los gimnasios funcionan a todo vapor.
Las 20 seleccionadas desfilar¨¢n en el pr¨®ximo carnaval por la Avenida Marqu¨ºs de Sapuca¨ª (el Samb¨®dromo dise?ado por el fallecido arquitecto Oscar Niemeyer) subidas al carro abre-alas de la escola Mocidade Independente de Padre Miguel, una de las agrupaciones m¨¢s tradicionales del carnaval carioca. El hecho puede parecer una invitaci¨®n a la reflexi¨®n para una sociedad volcada en determinados patrones f¨ªsicos de belleza (como el trasero y los pechos prominentes) que al mismo tiempo mira con recelo la pr¨¢ctica del topless en las playas.
Seg¨²n datos de la Sociedad Brasile?a de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, el implante de pr¨®tesis mamarias es la segunda intervenci¨®n est¨¦tica mas realizada en el pa¨ªs. S¨®lo la liposucci¨®n est¨¢ por delante. En 2011, casi 150.000 brasile?as se operaron los pechos. El dato prueba claramente la fiebre creciente por los pechos bonitos que se extiende por Brasil, conocido por ser uno de los destinos m¨¢s tradicionales del denominado ¡°turismo de bistur¨ª¡±. La calidad de la cirug¨ªa pl¨¢stica brasile?a es mundialmente conocida, espoleada por nombres como Ivo Pitanguy, siempre presente en las listas de los mejores cirujanos pl¨¢sticos del planeta.
El cirujano pl¨¢stico Eric Frederik, que opera en R¨ªo de Janeiro, opina que el inter¨¦s por los implantes mamarios en Brasil se han visto potenciados por la coyuntura econ¨®mica que vive el pa¨ªs y por el f¨¢cil acceso al cr¨¦dito. ¡°Gente que antes no ten¨ªa medios y que hoy pertenece a la denominada nueva clase media opta por este tipo de tratamientos¡±, explica. La misma fuente insiste en que las brasile?as nunca se han caracterizado por tener los senos voluptuosos, pero en las ¨²ltimas d¨¦cadas legiones de mujeres de entre 18 y 30 a?os han abrazado el ¡°patr¨®n americano en detrimento del franc¨¦s¡±, caracterizado por el minimalismo. ¡°La globalizaci¨®n y los medios de comunicaci¨®n han tenido mucho que ver con esto¡±, a?ade.
La arquitecta Mayene Precioso, de 35 a?os, decidi¨® hace dos a?os someterse a una operaci¨®n de implantes mamarios. ¡°Desde peque?a cre¨ªa que hab¨ªa una desproporci¨®n en mi cuerpo, que ten¨ªa demasiado trasero y poco pecho. Ha sido de las mejores decisiones que he tomado en mi vida porque ha mejorado mucho mi autoestima. No es una cuesti¨®n s¨®lo de est¨¦tica, sino de estar bien contigo misma¡±, explica.
Contatado por EL PA?S, un directivo de la escola Mocidade Independente de Padre Miguel declin¨® explicar los motivos que han llevado a la agrupaci¨®n a seleccionar a mujeres sinsilicona en el pecho.
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