Decisi¨®n salom¨®nica de La Haya en el litigio mar¨ªtimo entre Chile y Per¨²
Lima ped¨ªa una l¨ªnea equidistante desde la costa y Chile defend¨ªa la paralela de los cincuenta
Per¨² ha logrado una victoria parcial en su empe?o por trazar una nueva frontera mar¨ªtima con Chile en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico. En una decisi¨®n que evidencia la complejidad del asunto, el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) ha ampliado la soberan¨ªa de Per¨², la demandante, pero sin arrebatarle a Chile todo su mar territorial. As¨ª, los jueces han conservado la actual divisoria, paralela a la costa, solo hasta las 80 millas n¨¢uticas (punto A). A partir de ah¨ª, la l¨ªnea se convierte en perpendicular para llegar a un punto B, en el agua. El l¨ªmite definitivo de las 200 millas lo marca, recto hacia el sur, un punto C. El fallo no ajusta las coordenadas precisas que redefine. ¡°La Corte espera que sean determinadas (por las capitales en litigio) con esp¨ªritu y buena voluntad vecinal¡±, ha dicho Peter Tomka, su presidente.
El nuevo trazado sale de la frontera terrestre entre Lima y Santiago establecida por el Hito1, un moj¨®n situado a 182,3 metros tierra adentro y reivindicado por Chile. Per¨² hubiera preferido que se contara desde el Punto Concordia, ya en la costa. Aunque el Gobierno peruano ha ganado un pedazo adicional de mar, los expertos pesqueros chilenos aseguran que las 80 millas n¨¢uticas que conservan son esenciales para la captura de anchoveta. Ambos pa¨ªses lideran la exportaci¨®n de harina de esta especie, utilizada como fertilizante y pienso para animales en todo el mundo. Los pescadores de Arica (Chile) y Tacna (Per¨²), en la costa del Pac¨ªfico, aguardaron las palabras de los jueces con la expectaci¨®n propia de quienes ver¨ªan recortadas, o bien ampliadas rutas, esenciales para su subsistencia. De modo que las divisas multimillonarias generadas por la pesca subyac¨ªan en el diferendo. De haber logrado toda la frontera perpendicular a la costa que buscaba, Per¨² habr¨ªa tomado posesi¨®n de unos 38.000 kil¨®metros cuadrados de aguas ricas en la preciada especie.
El compromiso judicial mantiene el esp¨ªritu ecu¨¢nime buscado por el TIJ desde su fundaci¨®n, en 1945, en la resoluci¨®n de conflictos territoriales. Sin embargo, en este caso resultaba muy dif¨ªcil contentar a todos. Prueba de ello son las reacciones de las delegaciones destacadas en La Haya, sede del Tribunal. Para la peruana, aunque solo se reconoce un 60% de sus reivindicaciones, ¡°la victoria es importante¡±. La evaluaci¨®n completa de lo ocurrido qued¨® en manos del Gobierno del presidente Ollanta Humala. Los representantes chilenos estaban menos conformes. ¡°Lamentamos profundamente una decisi¨®n que, para nosotros, carece de fundamento. Habr¨¢ que analizar su alcance¡±, dijo Alberto van Klaveren, representante diplom¨¢tico chileno ante el Tribunal. Santiago tem¨ªa la presencia de pesqueros peruanos en la zona disputada de haber ganado sus rivales el contencioso completo.
Con todo, el fallo puede marcar un punto de inflexi¨®n en las relaciones bilaterales entre ambos. En su demanda de 2008, Lima sosten¨ªa que la divisi¨®n mar¨ªtima no estaba fijada. Para ella, los tratados firmados con su vecina en 1952 y 1954 (que Chile considera vinculantes) eran solo declaraciones pol¨ªticas destinadas, adem¨¢s, a regular la pesca artesanal. Seg¨²n los jueces, ¡°la declaraci¨®n de 1952 no hace referencia expresa a la delimitaci¨®n, y falta la informaci¨®n necesaria para que pueda hablarse de un acuerdo que fije las fronteras mar¨ªtimas. Pero en su apartado cuatro, s¨ª hay elementos pertinentes para la delimitaci¨®n del mar¡±, dijo el presidente Tomka, durante la lectura de la decisi¨®n, que se prolong¨® dos horas.
Dictada en pleno traspaso de poderes presidenciales en Chile, la decisi¨®n del TIJ supone un trago amargo para Michelle Bachelet, nueva jefa de Estado a partir de marzo. Su antecesor, Sebasti¨¢n Pi?era, ha protagonizado el periodo de incertidumbre del caso. A ella le corresponde gestionar ¡°con sentido de Estado¡±, ha dicho ya, la aplicaci¨®n de la decisi¨®n, de obligado cumplimiento. Las dos capitales han prometido respetar el proceso, si bien los plazos de aplicaci¨®n var¨ªan. El Tribunal ha confiado en su buena voluntad, y aunque siempre se ha mantenido a distancia de las repercusiones pol¨ªticas de su labor, la nueva frontera mar¨ªtima podr¨ªa facilitar una forma distinta de cooperaci¨®n.
A ninguna de las partes se le escapa que la rivalidad chileno-peruana se remonta a la Guerra del Pac¨ªfico (1879-1883), perdida por Lima, y su aliada, Bolivia. La merma de territorio peruano posterior sigue doliendo en Lima, pero los gestos de acercamiento mutuos han ido en aumento en los ¨²ltimos a?os. Aunque es una armon¨ªa nada f¨¢cil de conseguir, las poblaciones de ambos lados defienden o reclaman con ardor los mismos pedazos de tierra, y el fallo enfila un complicado recorrido de modificaci¨®n de mapas n¨¢uticos y cambios legislativos, tal vez reafirme la labor de la Alianza del Pac¨ªfico. El acuerdo de 2011 que une a Per¨², Chile, Colombia y M¨¦xico para ¡°construir un ¨¢rea de integraci¨®n profunda e impulsar el crecimiento, desarrollo y competitividad de las Partes¡±. Bolivia, que ha demandado a su vez a Chile para recuperar la salida al mar perdida en la guerra decimon¨®nica, espera ahora su turno.
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