El fracaso del control de las armas
Cada 20 minutos, un ni?o o adolescente es ingresado por herida de arma de fuego en EE UU. Unos 400 menores mueren al a?o El a?o pasado, Obama mencion¨® las armas en siete ocasiones, este 2014, el tema ha aparecido una vez en el discurso del estado de la Uni¨®n
Todav¨ªa reciente en la retina el ¨²ltimo tiroteo ocurrido el pasado fin de semana en Maryland, en el que tres personas murieron en un centro comercial, son cada vez m¨¢s los estadounidenses que piensan que el gran fracaso de los legisladores de Estados Unidos, sigue siendo el control de armas. Aunque el presidente de EE UU, Barack Obama, ha mencionado el tema en su discurso del estado de la Uni¨®n de este martes, una agenda considerada paralizada en el Congreso, prometiendo que volver¨¢ a avanzar en medidas para reducir la violencia armada, no ha sido suficiente. El a?o pasado, Obama lo nombr¨® en siete ocasiones, este 2014, el control de armas ha aparecido una vez en un discurso de 7.000 palabras.
"He visto el coraje de los padres, de los estudiantes, de los pastores, y de os oficiales de polic¨ªa de todo el pa¨ªs que dicen no tener miedo y tengo la intenci¨®n de seguir intent¨¢ndolo, con o sin el Congreso, para ayudar a detener m¨¢s tragedias en las que mueren estadounidenses inocentes en nuestra salas de cine, centros comerciales o escuelas como Sandy Hook", ha recalcado el mandatario.
Un argumento que contrasta con la intensidad del discurso del a?o pasado, debido a la cercan¨ªa con una de las peores matanzas acontecidas en la naci¨®n, cuando en esta escuela de Newtown murieron 27 personas, entre las que estaban 20 menores de seis y siete a?os. ¡°Un solo voto para acabar con la violencia de las armas¡±, dijo el mandatario invocando a las v¨ªctimas de ese suceso. Nada ha cambiado desde entonces. Todas las medidas propuestas por Obama se han hundido.
Y los datos contin¨²an siendo escalofriantes. En 2013 se produjeron una treintena de tiroteos en EE UU, en los que fallecieron como m¨ªnimo cuatro personas. El peor fue el ocurrido en la capital federal en septiembre, cuando un hombre mat¨® a 12 personas y se quit¨® la vida en el Mando de Operaciones de la Armada de Washington. A pesar de que estos sucesos son los que tienen m¨¢s impacto en la sociedad, los datos muestran que un promedio de 20 ni?os y adolescentes son hospitalizados diariamente por heridas de armas de fuego, seg¨²n una informaci¨®n publicada ayer lunes en la revista Pediatrics y elaborada por investigadores de la Universidad de Yale.
De los m¨¢s de 7.000 menores implicados, el 89% fueron varones, que ingresaron en los centros sanitarios. En 2009, a?o de registro del estudio que incluye datos de 44 Estados, murieron 453. La causa principal de las hospitalizaciones entre los j¨®venes de 15 a 19 a?os fue el atraco, mientras que entre los menores de 10, fue la lesi¨®n no intencionada.
¡°Estos datos son muy graves. No se ha producido un esfuerzo real de salud p¨²blica para reducir las lesiones por armas de fuego debido, en parte, a la restricci¨®n federal de investigaciones a este respecto¡±, indican los autores en el texto. ¡°Desde que el Congreso se encarg¨® de esta materia en 1997, m¨¢s de 427.000 personas han muerto por arma de fuego en EE UU, incluyendo m¨¢s de 165.000 que fueron v¨ªctimas de homicidio¡±, agregaron.
Seg¨²n el Centro de Prevenci¨®n y Control de enfermedades de EE UU cada hora se registra una media de tres muertes relacionadas con armas de fuego, y siete personas reciben un impacto de bala. Cada d¨ªa, 53 personas utilizan un arma para quitarse la vida.
A pesar de la tragedia de las cifras se reaviva, una y otra vez, el debate nacional sobre la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n, que es el derecho a tener un arma de fuego para defenderse. Las tasas de homicidios y de posesi¨®n de armas siguen siendo m¨¢s altas en EE UU que en cualquier otra parte del mundo, aunque los datos muestran que los tiroteos han disminuido en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
Han pasado 200 a?os desde que James Madison introdujera la Ley sobre Derechos en la Constituci¨®n, pero nadie puede dudar que la naci¨®n ha cambiado y tambi¨¦n lo han hecho sus armas.
A pesar de la voluntad demostrada por Obama de obtener una mayor restricci¨®n sobre las armas de fuego, su propuesta fue derrotada en el Senado el pasado mes de abril. La iniciativa no solo encarnaba la apuesta m¨¢s ambiciosa de la legislaci¨®n m¨¢s dura sobre el control de armas presentada en el Congreso en los ¨²ltimos 20 a?os, sino que recog¨ªa una de las principales apuestas para la reducci¨®n de la violencia armada defendidas por el mandatario.
La decisi¨®n supuso un duro rev¨¦s para las aspiraciones de aprobar una ley restrictiva en el control de armas, una prioridad en la agenda pol¨ªtica de la Casa Blanca tras la matanza de Newtown. Pero la realidad muestra que parece que nunca termina de cuajar una medida potencialmente buena que cambie a este respecto la mentalidad de los estadounidenses.
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