El Parlamento de Ucrania aprueba una amnist¨ªa limitada para los opositores

?Amnist¨ªa generosa o con condiciones? Esta es la cuesti¨®n que ocup¨® a la Rada Suprema de Ucrania (Parlamento) ayer. A ¨²ltima hora aprob¨® la segunda opci¨®n: una amnist¨ªa que solo se aplicar¨¢ si los activistas desalojan los edificios oficiales. La ley es fundamental para determinar el futuro de quienes han sido o pueden ser procesados por participar en los disturbios y enfrentamientos que vienen sucedi¨¦ndose desde hace m¨¢s de dos meses en el pa¨ªs.

Durante todo el d¨ªa, con breves interrupciones, los jefes de los grupos parlamentarios estuvieron reunidos en la llamada comisi¨®n de conciliaci¨®n. El resultado fue que los dos proyectos existentes al iniciarse la jornada, a las once de la ma?ana, se hab¨ªan transformado en cuatro a las seis de la tarde.

Las autoridades quieren que antes de aplicar la amnist¨ªa los activistas del Euromaid¨¢n desalojen las dependencias p¨²blicas que mantienen ocupadas. Han descartado otra petici¨®n, la de que retiraran las barricadas y las tiendas de campa?a callejeras.

Los miembros de la oposici¨®n exig¨ªan la amnist¨ªa primero y la retirada y desalojo despu¨¦s, porque creen que la presencia en la calle es la ¨²nica forma de que el r¨¦gimen respete sus promesas y compromisos. Su opci¨®n no triunf¨®. La votaci¨®n se produjo despu¨¦s de la visita de Yanukovich al Parlamento, donde se reuni¨® con diputados de su partidoa los que, seg¨²n periodistas ucranios, amenaz¨® con disolver el Parlamento si no votaban a favor de la amnist¨ªa condicionada. Unos 50 parlamentarios de ese grupo estaban dispuestos a respaldar el proyecto de amnist¨ªa sin condiciones de la oposici¨®n.

El car¨¢cter y condiciones de la amnist¨ªa son claves en la nueva fase del conflicto, iniciada el martes con la anulaci¨®n de las llamadas ¡°leyes dictatoriales¡±, aprobadas a mano alzada el 16 de enero. La anulaci¨®n de la pol¨¦mica legislaci¨®n y el cese del Gobierno no bastan, sin embargo, para desbloquear la crisis.

El cese del primer ministro Mikola Az¨¢rov ha supuesto el cese de todo el Gobierno, que act¨²a en funciones a la espera de que el presidente proponga un nuevo primer ministro a la Rada. El presidente Yanuk¨®vich tiene un plazo de 60 d¨ªas para someter a su candidato a primer ministro a la votaci¨®n del Legislativo. El reparto de puestos en el Gabinete es un tema que se dirime entre el jefe del Estado y el primer ministro.

La dimisi¨®n del Gobierno crea una situaci¨®n nueva tanto para Yanuk¨®vich como para los partidos de oposici¨®n. Por una parte, debilita al Gobierno en funciones, al mermar su legitimidad para asumir responsabilidades en decisiones de peso, como por ejemplo un eventual estado de excepci¨®n, un escenario que, seg¨²n los indicios, existe como plan B de las autoridades. La posibilidad de participar en el Gabinete es una tentaci¨®n que puede dividir los l¨ªderes parlamentarios. El presidente pone a prueba la vanidad de la naturaleza humana. A la tentaci¨®n de asumir mando est¨¢ siendo especialmente sensible Arseni Yatseniuk, el jefe del grupo parlamentario Patria, de Yulia Timoshenko.

Yanuk¨®vich propuso a Yatseniuk dirigir el Gobierno y a Vitali Klichk¨®, el ex boxeador jefe del partido UDAR, convertirse en viceprimer ministro responsable de asuntos sociales. Klichk¨® ha sido tajante al declinar la propuesta, pero Yatseniuk es m¨¢s escurridizo. La oposici¨®n est¨¢ dispuesta a examinar la posibilidad de trabajar en el Consejo de Ministros de Ucrania si tiene la posibilidad de asumir toda la responsabilidad en el Gobierno, ha dicho.

¡°El cargo de primer ministro no tiene importancia si la oposici¨®n no puede recibir la plena responsabilidad de los asuntos de Ucrania¡±, dijo Yatseniuk. Seg¨²n fuentes de UDAR, la prioridad para este grupo es cambiar la Constituci¨®n para volver al sistema parlamentario-presidencial, en el cual el Gabinete tiene m¨¢s independencia del jefe del Estado que en el actual sistema presidencial.

Para saber hacia d¨®nde evolucionar¨¢ el conflicto es fundamental comprender a favor de qui¨¦n juega este tiempo en el que la calle ha aceptado una tregua mientras los l¨ªderes de la oposici¨®n parlamentaria avanzan trabajosamente, punto por punto, en la lista de reivindicaciones. Todav¨ªa no han llegado a los ¡°huesos m¨¢s duros¡±, como las elecciones anticipadas a la Presidencia.