Erdogan aviva la purga entre polic¨ªas al relevar a 800 agentes
M¨¢s de 5.000 oficiales y unos 200 fiscales han sido relevados o asignados a otros puestos desde el 17 de diciembre
El Gobierno turco ha continuado su campa?a de purgas en la Polic¨ªa y en la Judicatura. S¨®lo ayer relev¨® a cerca de 800 agentes, que fueron despedidos o trasladados a otros puestos, seg¨²n ha informado la prensa local.
Entre los polic¨ªas relevados hab¨ªa oficiales y altos cargos de la capital, Ankara. M¨¢s de 500 agentes de esta ciudad y unos 270 de la importante localidad portuaria de Esmirna perdieron sus puestos en esta ¨²ltima purga. Adem¨¢s, varias decenas de polic¨ªas en Estambul y en la ciudad de Gaziantep, en el sur del pa¨ªs, tambi¨¦n fueron relevados.
En total, m¨¢s de 5.000 agentes de polic¨ªa y unos 200 fiscales y jueces han sido despedidos o asignados a otros puestos desde el 17 de diciembre. Ese d¨ªa, se inici¨® un enorme esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en Turqu¨ªa, con la detenci¨®n de m¨¢s de 50 personas cercanas al jefe del Gobierno, Recep Tayyip Erdogan, incluyendo los hijos de tres ministros y el director de un banco de propiedad p¨²blica.
Esos tres ministros y un cuarto se vieron obligados a dimitir y, adem¨¢s, el Ejecutivo de Erdogan respondi¨® iniciando una campa?a de purgas policiales y judiciales que a¨²n contin¨²a. As¨ª, el pasado 29 de enero el Gobierno tambi¨¦n relev¨® de sus puestos a los dos fiscales encargados de la investigaci¨®n sobre los supuestos casos de corrupci¨®n cercanos a Erdogan.
El primer ministro y sus aliados han culpado a los seguidores del cl¨¦rigo isl¨¢mico turco Fetullah Gulen de estar detr¨¢s de esta investigaci¨®n con el objetivo de da?ar al Gobierno. El propio Erdogan ha definido esta supuesta implicaci¨®n de los gulenistas como un ¡°golpe de Estado judicial¡±.
Gulen, que vive en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos desde 1999, tiene millones de seguidores en todo el mundo y, particularmente, en Turqu¨ªa, donde se cree que ocupan posiciones clave en la polic¨ªa, la Judicatura y hasta en los servicios de Inteligencia.
Hasta 2010 o 2011, el Gobierno de Erdogan, en el poder desde 2002, y los seguidores de Gulen hab¨ªan mantenido una alianza motivada por el deseo mutuo de avanzar una agenda social conservadora en Turqu¨ªa y de dar m¨¢s espacio p¨²blico a la religi¨®n. Sin embargo, seg¨²n coinciden expertos y analistas, hoy Erdogan y Gulen estar¨ªan enfrentados en una lucha pol¨ªtica por monopolizar el poder en Turqu¨ªa.
El primer ministro ha acusado al cl¨¦rigo y a sus seguidores, conocidos con el nombre de El Servicio (Hizmet, en turco), de formar un ¡°Estado paralelo¡± en Turqu¨ªa para tratar de aumentar su poder. Seg¨²n los expertos, las purgas policiales y judiciales del Gobierno ir¨ªan destinadas a vaciar estos cuerpos de gulenistas.
Por su parte, tanto G¨¹len como sus seguidores han negado cualquier implicaci¨®n en la investigaci¨®n sobre los supuestos casos de corrupci¨®n. Adem¨¢s, el 28 de enero Gulen anunci¨® que hab¨ªa interpuesto una demanda contra el ministro del Interior, Efkan Ala, por presuntas injurias contra su persona durante un discurso. Dos semanas antes, un grupo de 22 empresarios hab¨ªa anunciado su propia demanda contra Erdogan, a quien acusan de haber comparado El Servicio con la ¡°Secta de los Asesinos¡± (o ¡°?ashshashin¡±, en ¨¢rabe), un grupo que, supuestamente, realizaba asesinatos pol¨ªticos entre los siglos XI y XIII en lo que hoy es la regi¨®n de Oriente Medio.
?Con las protestas del pasado verano apaciguadas, este esc¨¢ndalo supone la mayor crisis pol¨ªtica a la que se enfrentan Erdogan y su Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) desde su llegada al Gobierno en 2002. La cercan¨ªa de las elecciones locales previstas para el 30 de marzo ha aumentado la tensi¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs y en los ¨²ltimos d¨ªas ha habido dos ataques con armas de fuego contra representantes pol¨ªticos. Adem¨¢s, ha vuelto la represi¨®n policial contra la gente que sali¨® a la calle para manifestarse por un proyecto de ley que dar¨ªa al Gobierno un gran control sobre internet.
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