Pe?a Nieto promulga la reforma pol¨ªtica
La modificaci¨®n legislativa convierte la Procuradur¨ªa General en una Fiscal¨ªa y permite la reelecci¨®n de diputados y senadores
El presidente de M¨¦xico ha promulgado la tarde de este viernes en el castillo de Chapultepec la reforma pol¨ªtica, una serie de modificaciones constitucionales de tipo pol¨ªtico y electoral. "Gracias a la madurez pol¨ªtica hicimos del 2013 el a?o de las reformas", se?al¨® Pe?a Nieto, quien consider¨® que la relecci¨®n legislativa y la igualdad de g¨¦nero son algunos de los puntos m¨¢s importantes de la modificaci¨®n legislativa.
El paquete normativo fue aprobado en el Senado el pasado diciembre y desde entonces fue respaldado por la mayor¨ªa de los congresos de los Estados.
La reforma convierte a la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica en una Fiscal¨ªa cuyo titular tendr¨¢ que ser designado por el Senado y durar¨¢ en el cargo nueve a?os a menos que el Ejecutivo lo remueva. Los gobiernos de coalici¨®n nacer¨¢n en M¨¦xico con esta reforma. Cuando los haya aprobado todo el Gabinete de ministros deber¨¢ ser ratificado por el Senado, a excepci¨®n de los titulares de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Marina. Cuando no exista una coalici¨®n el canciller y el ministro de Hacienda deber¨¢n de ser ratificados por los senadores.
El punto m¨¢s importante incluido en esta reforma es el fin del veto a la reelecci¨®n, un tab¨² que hab¨ªa imperado en la pol¨ªtica mexicana desde 1933. Los diputados y senadores podr¨¢n aspirar a repetir un mandato hasta por 12 a?os. Los alcaldes podr¨¢n reelegirse un periodo m¨¢s. El Presidente de la Rep¨²blica y los gobernadores no contar¨¢n con este beneficio.
Tambi¨¦n se crea el Instituto Nacional Electoral (INE), que ha creado entre los expertos en materia electoral m¨¢s dudas que certezas. El organismo se encargar¨¢ de organizar y vigilar m¨¢s de 3.000 elecciones, lo que podr¨ªa saturar su capacidad operativa. El INE sustituye al Instituto Federal Electoral (IFE), una de las instituciones m¨¢s respetadas en la vida democr¨¢tica mexicana. Tendr¨¢ mucho poder ya que designar¨¢ a los consejeros de los institutos electorales locales.
La reforma pol¨ªtica har¨¢ nulas las elecciones donde un candidato rebase por m¨¢s del cinco por ciento los l¨ªmites de gasto en las campa?as, reciba dinero il¨ªcito o compre cobertura en medios de televisi¨®n y radio. Esto suceder¨¢ ¨²nicamente cuando haya una diferencia menor a cinco puntos entre el candidato ganador y el segundo lugar.
Los partidos pol¨ªticos estar¨¢n obligados por ley a ofrecer el mismo n¨²mero de candidaturas al Congreso federal a hombres y a mujeres. La paridad absoluta tambi¨¦n ha sido calificada de populista por algunos expertos que consideran que puede deteriorar la calidad de los legisladores.
La agenda de la reforma pol¨ªtica fue dictada, en su mayor¨ªa por los dos principales partidos de oposici¨®n en M¨¦xico, el derechista Acci¨®n Nacional (PAN) y el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD). Ambos organismos deseaban dar m¨¢s certidumbres a las elecciones y mermar el poder e influencia que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantiene en algunas zonas del pa¨ªs que a¨²n no conocen la alternancia pol¨ªtica. Las negociaciones entre los tres partidos se hicieron en el Pacto por M¨¦xico, un acuerdo entre los tres organismos para impulsar una agenda com¨²n de leyes. La reforma pol¨ªtica era una condici¨®n previa para que la derecha auxiliara al PRI a aprobar la reforma energ¨¦tica.
De la negociaci¨®n a tres bandas surgieron jaloneos entre los partidos que terminaron por descafeinar algunas modificaciones y dejar otras a medio camino.
Las claves y detalles para estos cambios constitucionales estar¨¢n en las reformas secundarias que ser¨¢n discutidas en el pr¨®ximo periodo ordinario de sesiones, que comienza en el mes de febrero. El clima de negociaci¨®n, para entonces, habr¨¢ cambiado. Los tres partidos ya no contar¨¢n con la herramienta facilitadora de acuerdos que era el Pacto por M¨¦xico, que de disolvi¨® cuando la izquierda abandon¨® la mesa de di¨¢logo ante la inminente aprobaci¨®n de la reforma energ¨¦tica.
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