Los Zapatistas del siglo 21
En nuestros pueblos, en casi todos, las ¡®autodefensas¡¯ est¨¢n en nuestros genes. Han sido siglos de convivencia con un poder que te abusaba.
En nuestros pueblos, en casi todos, las ¡®autodefensas¡¯ est¨¢n en nuestros genes. Han sido siglos de convivencia con un poder que te abusaba.
No hay que olvidar que la mafia, la Cosa Nostra, naci¨® bajo la anuencia de un Rey de Arag¨®n, de un Rey que hablaba espa?ol.
En Michoac¨¢n no est¨¢ pasando nada diferente de lo que pas¨® en las sierras de Durango, al principio del siglo XX, cuando Doroteo Arango -conocido universalmente como Pancho Villa- mat¨® a qui¨¦n hab¨ªa violado a su hermana. Primero se ech¨® al monte, se convirti¨® en un bandido tradicional y despu¨¦s cre¨® las autodefensas.
Muri¨® asesinado en Parral Chihuahua. Nunca, nunca, se fi¨® del gobierno constitu¨ªdo de forma leg¨ªtima de Venustiano Carranza y de ?lvaro Obreg¨®n. Pero -en el fondo- mi general Villa era autodefensa.
A partir de ese momento hist¨®rico a las autodefensas de M¨¦xico hay que buscarlas en direcci¨®n proporcional a la injusticia social, al abuso del poder, y al abandono de siglos y siglos de necesidades acumuladas en donde o te roba el uniformado o te roba el amigo del uniformado, que se dedica (junto con el uniformado) a venderle drogas a los gringos.
Durante m¨¢s de 100 a?os hemos vivido en el balance del terror de lo posible. Durante m¨¢s de 100 a?os hemos vivido en el terror¨ªfico balance de lo posible. Durante m¨¢s de 100 a?os hemos tenido un Presidente muy fuerte, con un Estado muy fuerte tambi¨¦n, gracias a Plutarco El¨ªas Calles quien marcaba el paso de lo que pod¨ªan y no pod¨ªan hacer los malos aunque todo por debajo, como pasa con las penicilinas o con los hongos; el mal segu¨ªa creciendo en la oscuridad. Por debajo es decir, como sucede con el efecto de algunas medicinas y mohos, el agente infeccioso sigue creciendo sin verse.
El problema de las autodefensas en Michoac¨¢n y el convenio, recientemente firmado, con el ¡®Delegado por la Paz¡¯, Comisionado para la Seguridad del estado de Michoac¨¢n, Alfredo Castillo, es muy sencillo: la infecci¨®n que hizo colocar en manos de zapateros, sastres, carniceros o agricultores, armas tipo AK 47 o cuernos de chivo -como le llaman coloquialmente- es el hecho de saber que en M¨¦xico el abuso, el robo o el tomar lo de los dem¨¢s ya sea; la mujer, la hacienda o la honra, es gratis.
Ahora hay dos bandos. Las autodefensas no cambiar¨¢n su origen, ni su necesidad, por ponerse un uniforme. Porque el problema de las autodefensas es el mismo que el de las familias, el de las sectas y, en cierto sentido, el de los sicarios.
Un enorme y brutal sistema fracasado en la justicia social que permite, sobre la base de ¡°te permito robar a cambio de compartir contigo el robo¡±, ¡°te permito abusar a cambio de abusarte¡±, es decir, un sistema que hace que la gente no tenga m¨¢s horizonte que morir matando.
Adem¨¢s, puesto de moda el sistema ?cu¨¢nto tiempo tardar¨¢ en contagiarse a Guerrero, Oaxaca y tantos y tantos otros estados? Porque, al final del d¨ªa, en corto se podr¨¢ hacer justicia dom¨¦stica, o sea la justicia tal como la entendemos: hermanos contra hermanos, primos contra primos.
Y (a mediano plazo) s¨ª de verdad consigues hacerte lo suficientemente fuerte, tendr¨¢s garantizado un empleo en el Estado.
El problema fundamental es que el ¡®germen del mal¡¯ sigue intacto. Y as¨ª como cuando el presidente Miguel de la Madrid decidi¨® jubilar a miles de polic¨ªas y, autom¨¢ticamente M¨¦xico pas¨® de la falsa tranquilidad a liderar la escala de los delitos, en esta ocasi¨®n por ponerle un uniforme a un delincuente civil ya sea de los narcos o de las defensas, eso no los hace buenos. Simplemente legalizas el producto de su abuso.
El gobierno no ha entendido: tienen una revoluci¨®n en marcha. Es la revoluci¨®n que se engendr¨® hace muchos a?os cuando todos aprendimos a convivir no con la mordida, no con la corrupci¨®n, no con el abuso, sino con la impunidad de no tener que pagar nunca nada a nadie.
La decisi¨®n tomada de ponerle uniforme a las autodefensas solo consolida las razones y las quejas de contra qui¨¦n se crearon. Se les tira al monte, se les constituye en el Robin Hood de la nueva situaci¨®n.
Ahora bien, los ¡°Caballeros Templarios¡± ya no ser¨¢n s¨®lo la prolongaci¨®n de los narcotraficantes, ser¨¢n tambi¨¦n la suma de la acumulaci¨®n de los malos con uniforme que, a su vez, le dan uniforme a los que les ayudaban a lucharlos.
El problema es complicado, no por Michoac¨¢n que tardar¨¢ muchos a?os en curarse, espero que menos que las FARC y Colombia. El problema es que el sistema es perfectamente exportable a un mont¨®n de estados y frente a eso, no caben arreglos parciales como por ejemplo: ¡°te cambio tu cuerno de chivo por la gorra de oficial¡±, no caben situaciones en las que ¡®hasta aqu¨ª, todo es gratis y barra libre para la fuerza¡¯.
El siguiente se dar¨¢ cuenta que lo que tiene que hacer no es comprar la ¨²ltima generaci¨®n del cuerno de chivo, sino el lanzagranadas o el tumba m¨ªsil m¨¢s fuerte. Porque as¨ª, directamente, podr¨¢ ser nombrado general.
Y quiero dejar muy en claro, las autodefensas no defienden ind¨ªgenas, como s¨ª lo hac¨ªan los zapatistas. Pero tienen una base en com¨²n: la impunidad de unos contra otros permite contestar el fuego con el fuego y el hierro con el hierro.
La revoluci¨®n zapatista nunca se extendi¨® al resto del pa¨ªs, pero s¨ª se puede propagar con mucha facilidad la revoluci¨®n que significan las autodefensas.
El cambiarle uniformes por armas a las autodefensas, sin un rigido control como el que estableci¨® Plutarco El¨ªas Calles en la conversi¨®n del Ej¨¦rcito, puede ser un error fatal.
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