El PSB intenta construir la tercera v¨ªa brasile?a con ¡°paciencia revolucionaria¡±
El gobernador de Pernambuco propone recuperar las ¡°banderas que quedaron en el camino¡±, de la educaci¨®n a la agilidad del Estado Marina Silva a¨²n no es oficialmente la segunda de la coalici¨®n
Ni el Partido de los Trabajadores, ni el Gobierno tucano del Partido Social Dem¨®crata de Brasil (PSDB). El Partido Socialista Brasile?o (PSB), liderado por el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, intenta ocupar el espacio de una tercera v¨ªa ante del escenario polarizado que la pol¨ªtica asume en Brasil desde 1994. Tras ocho a?os del PSDB en la presidencia, y 12, del PT, el partido socialista quiere presentarse como una alternativa al manique¨ªsmo del escenario actual.
La orden, sin embargo, es no atacar de frente a los adversarios, principalmente el Gobierno petista, que tuvo a Campos como ministro de la Ciencia y Tecnolog¨ªa, y a Marina Silva, la potencial vice, como titular del ministerio de Medio Ambiente. ¡°Vimos a Brasil elegir el primer hijo del pueblo presidente de la Rep¨²blica (Lula da Silva) con nuestro apoyo. Y nadie que est¨¦ aqu¨ª se arrepiente de haber prestado su militancia y su historia a ese proyecto¡±, dijo Campos, a quien le corre la pol¨ªtica en las venas desde que naci¨®. Campos es nieto de Miguel Arraes, uno de los mayores exponentes de la izquierda brasile?a, que vivi¨® en el exilio 16 a?os, y que gobern¨® Pernambuco tres veces.
Para despegarse del Gobierno actual, el candidato del PSB dijo que, aunque el pa¨ªs haya mejorado, hay una sensaci¨®n de par¨¢lisis. ¡°Brasil avanzaba en el sentido de acumular conquistas, sobre todo de los m¨¢s pobres, pero de repente, la sensaci¨®n de la frenada, del desencuentro¡±, dijo Campos. Con palabras milim¨¦tricamente estudiadas para un pa¨ªs que busca cambios sin radicalismo, el gobernador pernambucano busc¨® asumir una versi¨®n m¨¢s moderada de oposici¨®n.
As¨ª, aprovecha para construir un discurso alternativo, tanteando el terreno de los electores de los otros partidos. ¡°La desesperaci¨®n de algunos que quieren quedarse amarrados a la maquinaria p¨²blica y que, efectivamente, van a perder¡ nuestra paciencia revolucionaria va a derrotarlos con argumentos y no con insultos. Con un proyecto y visi¨®n de futuro del pa¨ªs¡±, argument¨®.
La ¡°paciencia revolucionaria¡± parece ser tambi¨¦n la prueba para el PSB al anunciar oficialmente el nombre de Marina Silva, fundadora del partido Red, como vice de la coalici¨®n. Durante la presentaci¨®n del programa, Marina se mantuvo en un segundo plano, diciendo incluso que el candidato era el gobernador pernambucano, no asumi¨® la posici¨®n de n¨²mero dos p¨²blicamente. ¡°Marina tiene su tiempo, ella es una persona mucho m¨¢s conocida que Eduardo. Para alguien como ella, no se imponen reglas, pero se va tateando¡±, dice el diputado Marcio Fran?a (PSB-SP), que debe ser candidato del partido para el Gobierno de S?o Paulo.
Por ahora, Campos est¨¢ en la posici¨®n m¨¢s c¨®moda, la de atacar al Gobierno actual, y la de probar las f¨®rmulas para agradar al p¨²blico. ¡°Campos quiere ser la tercera v¨ªa, para los que desean continuidad y tambi¨¦n para los que quieren cambio¡±, opina Rafael Cortez, cient¨ªfico pol¨ªtico de la consultor¨ªa Tendencias. En el discurso, quiere apropiarse de las ¡°banderas que quedaron en el camino¡±, tanto del PT como del PSDB, de la educaci¨®n, del empleo de calidad y de la competitividad. ¡°Si continu¨¢semos a este ritmo, Brasil perder¨¢ altura¡±, complet¨® el candidato.
Aunque con una buena agenda para el pa¨ªs, el gobernador pernambucano a¨²n est¨¢ lejos de alcanzar la preferencia de la mayor¨ªa del electorado brasile?o, opina el cient¨ªfico politico Adriano Oliveira, profesor de la Universidad Federal de Pernambuco. Una tarea ardua, incluso aunque el cansancio hacia los partidos mayoritarios sea evidente. ¡°Su discurso no alcanza el 40% de los electores fieles de Lula y Dilma Rousseff¡±, eval¨²a Oliveira. ¡°?l se posiciona contra el PT, pero a¨²n discursa para superar A¨¦cio Neves (PSDB) y no a Dilma¡±, dice.
Para Oliveira, Campos puede sorprender en grandes centros urbanos, como S?o Paulo, donde lleg¨® a quedar frente a Neves en las encuestas electorales, al preguntarse por la preferencia de los paulistas. Pero, su plataforma a¨²n no contempla un programa social definido, que es fundamental para captar los electores del Nordeste.
Para Cortez, de Tendencias, la pelea ser¨¢ dura con el electorado del PSDB, cuyo principal activo es un sentimiento de antagonismo al PT. ¡°Ellos gobiernan en Estados importantes, y eso moviliza a su electorado (tucano)¡±, afirma. Hoy el PSDB gobierna ocho Estados brasile?os, incluyendo S?o Paulo y Minas Gerais, los principales colegios eletorales del pa¨ªs.
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