Obama se re¨²ne con el Dalai Lama pese a las serias advertencias por parte de China
La tercera reuni¨®n entre el presidente de EE UU y el l¨ªder tibetano tiene lugar en medio de un clima de paulatina desconfianza entre Washington y Pek¨ªn
![Eva Saiz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F4aad0c57-f8f4-4101-b14a-47afc76a6a88.jpg?auth=23c4ef3d56d09b4dd709c693771fb39bd8df8b29310c10999e1914cc57adb115&width=100&height=100&smart=true)
![Barack Obama y el Dalai Lama durante su encuentro en la Casa Blanca.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NLWVDZ7NRE2YVLZEKUMSB6M2MQ.jpg?auth=182547ad0d2c3e47a65d083b348617addb51eaf81f0d6e1708acd2905e33fe30&width=414)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha recibido este viernes en su residencia al Dalai Lama, un encuentro que ha soliviantado al Gobierno chino que defini¨® la reuni¨®n como una ¡°ser¨ªa intromisi¨®n¡± en la pol¨ªtica nacional de su pa¨ªs. La segunda visita del l¨ªder espiritual tibetano a la Casa Blanca ¨Cesta es la tercera ocasi¨®n en la que ambos dirigentes se ven- se produce en un creciente clima de desconfianza entre Washington y Pek¨ªn, impulsado por las ¨²ltimas disputas territoriales entre China y sus vecinos.
La Casa Blanca ha tratado de dar al encuentro un perfil bajo, como ya lo hiciera la ¨²ltima vez que ambos se reunieron en Washington, en 2011, en lo que se considera una peque?a concesi¨®n a China. Ambos se han reunido a puerta cerrada y en el Sal¨®n de los Mapas, una estancia que carece del significado del Despacho Oval, donde el presidente recibe a los jefes de Estado. El Gobierno de EE UU ha querido dejar claro que Obama recibe al Dalai Lama "en su calidad de l¨ªder religioso y cultural¡±. Durante el encuentro, el presidente defendi¨® la autonom¨ªa cultural y religiosa del T¨ªbet pero insisti¨® en que Washington ¡°no apoya su independencia de China¡±. Obama inst¨® a Pek¨ªn a resolver las diferencias con la regi¨®n a trav¨¦s del di¨¢logo.
Unas explicaciones que no han satisfecho al r¨¦gimen chino que el jueves pidi¨®, a trav¨¦s de su Ministerio de Asuntos Exteriores, que se cancelara el encuentro asegurando que ¡°las relaciones con China podr¨ªan verse seriamente perjudicadas¡±, de lo contrario. Pek¨ªn ha lanzado este tipo de advertencias en cada una de las ocasiones (2011 y 2012) en las que el presidente estadounidense se ha encontrado con el Dalai Lama, exiliado en India desde que China invadiera el T¨ªbet en 1959. En esta ocasi¨®n, los reparos del Gobierno que preside Xi Jinping llegan en un momento extremadamente sensible para la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses.
La Administraci¨®n Obama ha decidido mirar hacia el Pac¨ªfico para tratar de contener la paulatina influencia econ¨®mica y militar de China en la regi¨®n. EE UU se ha esforzado por jugar un papel de moderador en la disputa territorial en el mar de China que Pek¨ªn mantiene con sus vecinos y ha sido firme a la hora de no reconocer la legitimidad de la expansi¨®n de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea establecida un¨¢nimemente por el Gobierno de Xi a finales del a?o pasado. A estas complicaciones se suman las tradicionales recriminaciones de Washington sobre la observancia de los derechos humanos en el pa¨ªs asi¨¢tico y sus denuncias sobre los ciberataques.
La visita del l¨ªder tibetano a la Casa Blanca se enmarca dentro de una gira por EE UU de tres semanas en la que la defensa de la autonom¨ªa del T¨ªbet no est¨¢ en su agenda, copada por reuniones con empresarios y Think Tanks para hablar de la compasi¨®n o la felicidad. La creciente autoridad de China sobre las potencias extranjeras ha disminuido los encuentros de mandatarios pol¨ªticos con el premio Nobel de la Paz, sin embargo, tras la recesi¨®n econ¨®mica, son las grandes compa?¨ªas las que reclaman la presencia del Dalai Lama, interesadas en la posibilidad de incorporar los principios del budismo a su forma de hacer negocios.
Este fin de semana, el l¨ªder religioso se trasladar¨¢ a Sillicon Valley en California, donde participar¨¢ en un evento ante 400 empresarios, entre ellos los fundadores de Adobe e Intel, para hablar de compasi¨®n. Se trata de una nueva audiencia que el Dalai quiere atraer ¡°para asentar el camino del T¨ªbet para las nuevas generaciones¡±, se?alan a EL PA?S desde la International Campaign for Tibet, una organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos en la regi¨®n asi¨¢tica.
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