El Maid¨¢n recela de los pol¨ªticos
Activistas y ciudadanos consideran que el pacto es un paso necesario pero insuficiente ¡°Estaremos aqu¨ª hasta que Yanuk¨®vich se vaya¡±, advierten
Ante el acuerdo para desbloquear la crisis aprobado por la Rada, el Maid¨¢n (el colectivo de manifestantes que mantienen en jaque al r¨¦gimen) reaccionaba esta noche de viernes con una sinfon¨ªa de voces, donde las notas dominantes eran ¡°positivo, pero insuficiente¡± y ¡°un paso en la direcci¨®n correcta¡±. Esta era la impresi¨®n de una encuesta itinerante entre activistas y ciudadanos con los que EL?PA?S se cruz¨® en la ruta desde el Parlamento, en la calle Khrusheskaia, hasta la plaza de la Independencia.
Por primera vez en muchos d¨ªas, las tropas de intervenci¨®n especial, las Berkut, hab¨ªan desaparecido, dejando tras de s¨ª parte del equipo de acampada, incluidos los jergones sobre los que hab¨ªan dormido. Frente a la sede del Gobierno, varios hombres con casco y el rostro cubierto por pasamonta?as, todos ellos del servicio de Autodefensa del Maid¨¢n coincid¨ªan: ¡°Un hombre con las manos manchadas de sangre no puede ser presidente. Estaremos aqu¨ª hasta que se vaya [Yanuk¨®vich]¡±. A?ad¨ªan, no obstante, que la vuelta a la Constituci¨®n de 2004, que da m¨¢s poderes al Gobierno, les parec¨ªa ¡°un paso en la direcci¨®n correcta¡±. ¡°Paso a paso¡±, dec¨ªa Vladislav, que dijo ser comerciante y expolic¨ªa y que hablaba ¡°como ciudadano de Ucrania¡±.
Justo frente a la sede del Gobierno, vigilando para que no hubiera provocaciones ni disturbios, encontramos a un mando importante, se llama Jan, y es de la Varta Maid¨¢n, un servicio de seguridad creado por los manifestantes. En el pasado, Jan fue un infante de marina de la antigua URSS (sirvi¨® en Tajikist¨¢n, en Asia Central, en 1991) y luego un pacificador de la ONU (sirvi¨® en Kosovo en 2002).
¡°?Por qu¨¦ elecciones en diciembre y no ahora?¡±, se preguntaba Jan. ¡°?Acaso quieren que la gente se disperse y luego vuelva? Nada de eso, el Maid¨¢n estar¨¢ aqu¨ª hasta que Yanuk¨®vich se vaya. El Maid¨¢n resistir¨¢. Yanuk¨®vich deber¨ªa delegar todas sus competencias inmediatamente, porque este es el primer presidente que ha vertido sangre en la historia de Ucrania¡±, afirma. Agregaba el oficial que su organizaci¨®n estaba fuera de la pol¨ªtica, pero que, a partir de los sangrientos sucesos de los ¨²ltimos d¨ªas, su grupo y otros grupos de defensa forman parte del consejo coordinador del Maid¨¢n que hasta ahora hab¨ªa estado controlado por los l¨ªderes de la oposici¨®n parlamentaria.
¡°Como m¨ªnimo, estar¨¢ aqu¨ª hasta que elijan un Gobierno de unidad nacional, porque ese puede echar al presidente. Esta noche nos reuniremos a debatir la situaci¨®n¡±, se?alaba Jan, que no estaba de acuerdo con la ¡°amnist¨ªa para todos¡±.¡°Comenzaron procesos contra los activistas del Maid¨¢n como si fueran terroristas, pero los terroristas son ellos¡±, dec¨ªa, refiri¨¦ndose a los individuos de paisano que apoyan a la polic¨ªa, los llamados titushki, y los francotiradores.
¡°Nosotros defend¨ªamos a Ucrania y ellos mataron para defenderse a s¨ª mismos¡±, sentenciaba antes de echar a correr porque en una de las calles laterales colindantes con el Consejo de Ministros unos activistas golpeaban un minib¨²s en el que cre¨ªan haber visto a un agente progubernamental. Los supuestos titushi hab¨ªan huido, pero ellos segu¨ªan golpeando el veh¨ªculo hasta que el servicio de orden los calm¨®.
En las barricadas de la calle Khruchevskogo se hab¨ªan abierto boquetes para permitir el paso de los peatones, obligados a pasar por encima de una bandera del partido de las Regiones dispuesta a modo de alfombra. A medida que uno se acercaba a la plaza de la Independencia se incrementaba el hedor de la basura y los residuos que se han ido acumulando durante el cerco.
En la tribuna, una gigantesca pantalla de televisi¨®n transmit¨ªa en directo la sesi¨®n de la Rada. La plaza profiri¨® gritos de alegr¨ªa cuando el Parlamento vot¨® por el cese del ministro del Interior, Vitali Zaj¨¢rchenko. Un poco m¨¢s all¨¢, dos hombres maduros disfrazados de cosacos tocaban solemnemente un enorme tambor, junto a un afilado palo con un letrero que dejaba bien claro que estaba dispuesto a recibir las posaderas del presidente. ?Tradiciones cosacas?
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