El portazo a la UE acaba con Yanuk¨®vich
El plant¨®n del dirigente ucranio a Bruselas desencaden¨® las movilizaciones en Kiev
La diplomacia europea ha perseguido denodadamente la firma del presidente de Ucrania, V¨ªctor Yanuk¨®vich, en los ¨²ltimos tiempos. Lo que no pudo prever ni el m¨¢s avezado de los expertos es que, en lugar de un acuerdo de asociaci¨®n, el l¨ªder ucranio acabar¨ªa firmando un pacto de rendici¨®n. Entre uno y otro escenario apenas median tres meses, un periodo en el que Ucrania ha pasado de ser un potencial socio estrat¨¦gico para la UE a traer la amenaza de una guerra civil a las puertas del club comunitario.
La secuencia de los hechos es, m¨¢s o menos, la que sigue. La UE ans¨ªa estrechar lazos con sus vecinos del Este, una zona baj¨® la ¨®rbita de influencia rusa pero que se ha ido acercando a los pa¨ªses comunitarios. Bruselas ensaya entonces un ambicioso proyecto de asociaci¨®n oriental, cuyo plato fuerte es un acuerdo de libre comercio con Ucrania. Todo est¨¢ listo para firmar esa alianza en una cumbre fijada para noviembre de 2013. Aunque algunos candidatos ya se hab¨ªan retirado del proyecto, el principal, Ucrania, segu¨ªa a bordo. Pero apenas una semana antes de sellar el pacto, Yanuk¨®vich se descuelga.
Tanto la Comisi¨®n Europea como el Servicio de Acci¨®n Exterior ¡ªel cuerpo diplom¨¢tico de la UE¡ª hab¨ªan negociado en innumerables ocasiones con Yanuk¨®vich y su entonces primer ministro, Mikola Az¨¢rov. ?Por qu¨¦ nadie anticip¨® la retirada de Kiev del proyecto? ¡°Sab¨ªamos que exist¨ªan riesgos, pero cuando un dirigente dice continuamente que s¨ª, que va a firmar el acuerdo, ?qu¨¦ se puede hacer, frenar el proyecto por desconfianza? Yanuk¨®vich siempre supo que firmar¨ªa con Rusia. Lo que nadie previ¨® fueron las movilizaciones¡±, reflexiona un alto cargo de la diplomacia europea.
Bruselas apenas tuvo tiempo de lamentarse por el error de c¨¢lculo de sus expertos. Muy pronto, la subida de tono de unas protestas originadas como respuesta a ese portazo dado a Bruselas la impulsaron a intervenir en dos direcciones. Por un lado, el comisario de Ampliaci¨®n y Vecindad, Stefan F¨¹lle, segu¨ªa en permanente contacto con las autoridades ucranias para propiciar la firma de ese acuerdo de asociaci¨®n que hab¨ªan desde?ado a finales de noviembre. Por otro, la alta representante para la Pol¨ªtica Exterior, Catherine Ashton, frecuentaba tanto el Euromaid¨¢n, el coraz¨®n de las protestas en Kiev, como la sede presidencial.
A medida que la violencia en las calles se recrudec¨ªa, la segunda v¨ªa fue ganando peso y pr¨¢cticamente se dej¨® de hablar de un acuerdo de asociaci¨®n que hoy parece muerto. En todo este tiempo, Yanuk¨®vich jug¨® a dos bandas. Pese a haber optado claramente por estrechar lazos con Mosc¨² ¡ªy aceptar la ventajosa ayuda econ¨®mica y la rebaja en el precio de la energ¨ªa que le puso por delante el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin¡ª, el l¨ªder ucranio segu¨ªa hablando con la UE. Les dec¨ªa que ¨¦l no era responsable de la violencia, que eran los grupos opositores quienes instigaban las revueltas. ¡°Nos implicamos en Ucrania porque los ucranios nos quer¨ªan all¨ª¡±, argumentan fuentes comunitarias. Las gestiones de Bruselas fueron dando frutos hasta lograr una tregua entre r¨¦gimen y oposici¨®n. Pero esa aparente calma salt¨® por los aires el pasado martes, con la oleada de muertos por la represi¨®n de los manifestantes. Entonces, Yanuk¨®vich estuvo ilocalizable para Bruselas.
El gran error de todo este proceso ha sido subestimar el poder de atracci¨®n que Rusia a¨²n ejerce sobre las rep¨²blicas exsovi¨¦ticas y las dificultades de estas para ignorar los dictados de Mosc¨². ¡°La Comisi¨®n adopt¨® la decisi¨®n de que los pa¨ªses que se asociaran con Bruselas tendr¨ªan que elegir entre uno y otro [Rusia o Bruselas]. Esta era la respuesta correcta en el reducido contexto de la pol¨ªtica comercial, pero en el contexto geopol¨ªtico era problem¨¢tica¡±, explica Stefan Lehne, exdiplom¨¢tico austriaco y comunitario y ahora investigador de Carnegie, en su informe C¨®mo repensar la Pol¨ªtica Europea de Vecindad.
La clave de esta negociaci¨®n reside en que el verdadero interlocutor no es Yanuk¨®vich, sino Putin. Bruselas sabe que ¨¦l maneja los hilos en la c¨²pula ucrania, pero se muestra impotente para contrarrestar su poder. ¡°Las reglas del juego son completamente distintas en ambos lados. Rusia est¨¢ dispuesta a hacer lo que sea para atraerse a Ucrania¡±, alega el alto cargo diplom¨¢tico. Pese a todo, la UE ha ganado, al menos de momento, la batalla de la paz.
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