La captura de El Chapo: bal¨®n de ox¨ªgeno para Pe?a Nieto
La detenci¨®n del capo hace ganar tiempo al Gobierno mexicano, cuestionado por la ciudadan¨ªa por el aumento de secuestros y la mala econom¨ªa
Sin restar m¨¦rito al trabajo de las autoridades mexicanas que posibilitaron la captura del capo m¨¢s buscado del mundo, s¨ªmbolo durante dos sexenios tanto del poder¨ªo criminal como de la debilidad del Estado mexicano, Enrique Pe?a Nieto recibe con esta noticia un bal¨®n de ox¨ªgeno cuando m¨¢s lo necesitaba. Este golpe aparcar¨¢ por buen tiempo muchas de las dudas que se hab¨ªan acumulado en las ¨²ltimos meses sobre la eficacia del gobierno en materia de seguridad.
Las leyes en M¨¦xico se cambian con relativa facilidad. Sin duda 2013 fue un a?o notable en cuanto a la demostraci¨®n de la capacidad de Pe?a Nieto para lograr pasar en el Congreso reformas de primer nivel, pero justo es decir que a pesar de su mala fama el Legislativo mexicano reform¨® muchas cosas importantes antes de esta administraci¨®n. Y si los presidentes surgidos del conservador Partido Acci¨®n Nacional -Vicente Fox y Felipe Calder¨®n- no lograron m¨¢s reformas fue en buena medida porque el PRI, el partido del hoy presidente, bloque¨® esas iniciativas durante 12 a?os. En el ¨²ltimo tramo de Calder¨®n, como gobernador del Estado de M¨¦xico Pe?a Nieto, en un c¨¢lculo pol¨ªtico perfecto para ¨¦l aunque de por medio estuviera el pa¨ªs, fue un protagonista de ese bloqueo.
Pe?a Nieto fue festinado ruidosamente en el extranjero por haber tenido un gran a?o de reformas, pero en el interior de M¨¦xico todo fue recibido con las debidas reservas. Cambiar una ley, as¨ª sea la Constituci¨®n, en materias fundamentales como la educaci¨®n, las telecomunicaciones y la apertura energ¨¦tica, es una cosa; que los beneficios de las reformas se traduzcan en algo parecido a lo que se prometi¨®, es otra muy distinta. Los mexicanos tienen esa noci¨®n marcada en su ADN. No por nada hubo tiempos en que cuando el gobierno dec¨ªa que la econom¨ªa iba bien, todos los que pod¨ªan sal¨ªan corriendo a comprar d¨®lares para protegerse de la inminente devaluaci¨®n. Y acertaban.
As¨ª que el a?o de las reformas impulsadas por Pe?a Nieto, que tanto entusiasm¨® al mundo, en suelo mexicano era tomado con un grano de sal por muchos analistas y por la poblaci¨®n, que mand¨® a la lona la aprobaci¨®n del presidente seg¨²n encuestas difundidas este mes. No solo porque hay que esperar el aterrizaje de las reformas, sino que muchos de los datos de la econom¨ªa reflejan una fuerte desaceleraci¨®n en el primer a?o de gobierno de Pe?a Nieto: para empezar, el crecimiento se contrajo a un tercio de lo que fue el a?o anterior.
Y en la seguridad ocurr¨ªa algo muy parecido. Mes a mes el gobierno hac¨ªa esfuerzos para no celebrar la tendencia a la baja de los homicidios: no se puede festejar ninguna mejor¨ªa cuando decenas de miles de familias viven enlutadas y sin justicia. Las muertes violentas (asociadas a la guerra contra el narco lanzada por el presidente Felipe Calder¨®n, 2006-2012) han ca¨ªdo entre un 12 y un 20% seg¨²n diversos c¨¢lculos, pero la poblaci¨®n se cans¨® de clamar al gobierno para que las autoridades voltearan a ver que en muchas zonas, en cambio, los secuestros se dispararon, las extorsiones lo mismo, y los ¨ªndices de robo se fueron a las nubes. El gobierno presum¨ªa que su estrategia de coordinaci¨®n con los gobernadores funcionaba porque hab¨ªa menos asesinatos, pero la poblaci¨®n sab¨ªa que estaban hablando de solo un delito.
Por ejemplo, esta semana, hubo noticias en la prensa local que erizaban la piel. Se publicaron diversos testimonios de que estaban de vuelta los tiempos en que sanguinarios secuestradores depredan por doquier. Y no solo en Tamaulipas, Tabasco, Morelos, Guerrero, Veracruz, incluso en la ciudad de M¨¦xico, donde hace unas horas fueron detenidos unos secuestradores que cortaban orejas o dedos a sus v¨ªctimas para apresurar el pago de rescate.
El infierno est¨¢ de vuelta en todas las sobremesas, donde los amigos reportan en conversaciones informales eso que nunca llega a los n¨²meros del gobierno: el secuestro expr¨¦s, perpetrado tanto por polic¨ªas como por pillos de baja monta, la extorsi¨®n telef¨®nica donde son tantos los detalles que los criminales tienen de la v¨ªctima y su entorno que hacen imposible no pagar cualquier suma que demanden. Los robos son pan cotidiano.
Pe?a Nieto se vio obligado a reconocer en diciembre que la problem¨¢tica lo hab¨ªa rebasado. Cre¨® una comisi¨®n contra el secuestro en donde participan l¨ªderes ciudadanos y al frente puso a un prestigiado funcionario que tiene que reconstruir todo lo que nunca ha existido. Tal cual. Porque durante a?os los gobiernos han gastado cientos de millones de pesos y demasiada saliva en elaborar mentiras en vez de cuerpos polic¨ªacos honestos y eficaces.
Y en otro frente, el gobierno de Pe?a Nieto fue acusado de haber perdido un a?o antes de decidirse a contener a las autodefensas de Michoac¨¢n. La evidencia de la falta de capacidad del gobierno qued¨® demostrada por doble partida. Nunca hicieron frente a Los Caballeros Templarios y solo entraron en acci¨®n cuando el conato de guerra civil era m¨¢s que un hecho.
Para completar el retrato de una situaci¨®n fuera de control este mes ocurrieron otros hechos que han llevado a la poblaci¨®n a los peores momentos del sexenio pasado: en Veracruz fue asesinado el periodista Gregorio Jim¨¦nez, el d¨¦cimo durante la administraci¨®n del gobernador Javier Duarte, y tanto en Coahuila como en Jalisco se han descubierto narcofosas con decenas de cuerpos.
Con todo lo anterior, el lustre del gobierno de Pe?a Nieto estaba en entredicho. Las reformas no alcanzaban para convencer de que las cosas en la econom¨ªa o en la seguridad mejorar¨ªan. Y aunque la mera captura del Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n va a significar poco frente a las v¨ªctimas del secuestro, de los asesinatos o de los robos, s¨ª representa una gran demostraci¨®n de capacidad que otorga al presidente tiempo y renueva la confianza de que otras metas, adem¨¢s de las capturas de grandes capos, pueden ser alcanzadas para que vuelva la paz a M¨¦xico.
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