El uso de s¨ªmbolos religiosos por los funcionarios p¨²blicos divide Quebec
La pol¨¦mica ayuda al Gobierno nacionalista a ganar tracci¨®n en los sondeos
Un proyecto de ley que proh¨ªbe la utilizaci¨®n de s¨ªmbolos religiosos por parte de los funcionarios de la provincia canadiense de Quebec ha desatado una pol¨¦mica que empieza a envenenar las relaciones interculturales de un pa¨ªs que se enorgullece de su diversidad. Mientras el Gobierno del nacionalista Partido Quebequense (PQ) justifica el plan por la necesidad de salvaguardar la laicidad del Estado y los derechos de las mujeres, la oposici¨®n y varias organizaciones religiosas acusan al Ejecutivo encabezado por Pauline Marois de jugar la carta de la xenofobia con el fin de subir en las encuestas y resucitar un independentismo agotado tras d¨¦cadas de debates y dos referendos fallidos.
La pol¨¦mica ha devuelto al principal partido nacionalista tracci¨®n en los sondeos, que le dan la mayor¨ªa absoluta que no consigui¨® en las elecciones de 2012. Tras la presentaci¨®n de los presupuestos, la semana pasada, se espera que Marois convoque elecciones anticipadas, en las que la Carta de los Valores Quebequenses, el nombre del proyecto, deber¨¢ ser uno de los puntos clave de la campa?a. La oposici¨®n, que ya est¨¢ en campa?a, afirma que el proyecto de ley es inconstitucional y ha anunciado su intenci¨®n de llevarlo al Tribunal Supremo si es aprobado.
Marois quiere aprovechar la crisis que el proyecto ha creado en el principal partido de la oposici¨®n, el Liberal. El pasado mes, la ¨²nica diputada musulmana de la Asamblea Nacional [el Parlamento provincial], la liberal Fatima Houda-Pepin, abandon¨® el partido por el rechazo de este a aceptar la prohibici¨®n de los signos religiosos.
Sectores nacionalistas temen que la medida desanime la llegada de inmigrantes franc¨®fonos
El nebuloso matiz antimusulm¨¢n de la ¡°lucha contra el integrismo¡± ha despertado alarma en algunos sectores del propio PQ, como el exprimer ministro Jacques Parizeau, que ha alertado sobre el efecto que puede tener la ley sobre los futuros inmigrantes a la regi¨®n. La pol¨ªtica de inmigraci¨®n del PQ hace hincapi¨¦ en incentivar la llegada de mano de obra cualificada desde pa¨ªses franc¨®fonos, especialmente del Magreb, como forma de impulsar sus esfuerzos en mantener la lengua francesa.
Para Andr¨¦ Lamoureux, profesor de ciencia pol¨ªtica en la Universidad de Quebec en Montreal y portavoz de la Uni¨®n por el Laicismo ¡ªpartidaria del proyecto¡ª el PQ ¡°ha encontrado una causa con la que intentar volver a ser el partido de masas que fue anta?o¡±.
El documento presentado al Parlamento es, seg¨²n el Gobierno, fruto de a?os de debate acerca de la relaci¨®n entre el Estado y las costumbres de los inmigrantes, un tema candente en una provincia donde el 12,7% de la poblaci¨®n ha nacido fuera de las fronteras canadienses. En 2006, una serie de incidentes, entre ellos la expulsi¨®n de una ni?a musulmana de 11 a?os de un partido de f¨²tbol por insistir en jugar con velo, hicieron que el debate ganara cuerpo. Ese mismo a?o el Gobierno cre¨® una comisi¨®n especial sobre el tema, que public¨® un informe cuyas recomendaciones fueron, en su mayor parte, aceptadas por la mayor¨ªa de los partidos y organizaciones sociales.
Pero seg¨²n los responsables de esta comisi¨®n, entre sus sugerencias y la Carta propuesta por el Gobierno del PQ hay un abismo. ¡°Las instituciones han de ser neutrales, pero los individuos tienen completa libertad¡±, afirma Charles Taylor, copresidente de la comisi¨®n. ¡°El Gobierno quebequense ha hecho una ley que dice que una persona que lleva turbante, kip¨¢ o velo est¨¢ haciendo una declaraci¨®n de intenciones. Es demag¨®gico¡±.
Varias organizaciones de derechos humanos, Amnist¨ªa Internacional entre ellas, tambi¨¦n han cuestionado el proyecto de ley. Pero el Gobierno provincial insiste. ¡°Para que la neutralidad del Estado sea cre¨ªble esta debe ser visible¡±, indic¨® Drainville el 14 de enero. ¡°Si el Estado es neutral, sus agentes tambi¨¦n deben serlo¡±.
Los sondeos muestran una opini¨®n p¨²blica dividida con respecto al proyecto de ley
Los sondeos muestran que la ley ha partido en dos al pa¨ªs. ¡°La mayor divisi¨®n desde el ref¨¦rendum de 1995¡±, afirma Taylor. Seg¨²n un estudio publicado por el diario La Presse, el 49% de los quebequenses est¨¢ a favor del proyecto, mientras que el 40% est¨¢ en contra. El apoyo a la ley es superior entre los franc¨®fonos, mayoritarios en la provincia.
Para las asociaciones musulmanas, el Gobierno est¨¢ creando un problema donde no lo hay. ¡°El PQ quiere importar el debate franc¨¦s sobre la inmigraci¨®n¡±, afirma Souheila Djaffer, del Centro Cultural Isl¨¢mico de Quebec. ¡°Pero ambos pa¨ªses no son comparables en absoluto. Primero, la pol¨ªtica de inmigraci¨®n quebequense se basa en la b¨²squeda de mano de obra cualificada. Y, segundo, por suerte, la intolerancia nunca ha tenido lugar en Quebec¡±.
Pero estas mismas organizaciones han alertado que la exacerbaci¨®n del debate est¨¢ fomentando la islamofobia hasta niveles nunca vistos. En septiembre, un grupo de desconocidos atac¨® una mezquita en Saguenay, a 470 kil¨®metros de Montreal, utilizando sangre de cerdo, impura para los musulmanes. Por el otro lado, varios grupos feministas y prolaicas han denunciado insultos y amenazas por parte de organizaciones religiosas.
¡°Esta ley supondr¨ªa una barrera para la integraci¨®n de la comunidad inmigrante¡±, se?ala el presidente y coportavoz del partido opositor Quebec Solidario, Andr¨¦s Fontecilla. ¡°El paro entre las mujeres magreb¨ªes es del 30% frente al 7,7% global. Prohibir que lleven s¨ªmbolos religiosos al trabajo es cerrarles las puertas del mayor empleador de la regi¨®n¡±. Tanto la patronal sanitaria como la organizaci¨®n que agrupa a las escuelas p¨²blicas han alertado de que, si se aprueba la ley, faltar¨¢ personal.
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