El debate energ¨¦tico en M¨¦xico: preguntas sin respuestas
La reforma petrolera es un cambio incierto que naci¨® en medio de un manique¨ªsmo infantil
La magia de la publicidad ha convertido a la reforma petrolera recientemente aprobada en M¨¦xico como una muestra de rutilante modernidad. No obstante y bien vistas las cosas la manera en que se discuti¨®, legisl¨® y al final fue votada ha devuelto a la tierra a aquella reforma como lo que es: un cambio todav¨ªa incierto, lleno de preguntas sin responder y nacida en medio de un manique¨ªsmo infantil (traici¨®n a la patria vs. pagaremos menos en la factura de la luz).
No es broma: en esos t¨¦rminos fue sellada la deliberaci¨®n p¨²blica de uno de los temas medulares de M¨¦xico. La prisa y la improvisaci¨®n, la falta de informaci¨®n, la ausencia de argumentos y evidencias emp¨ªricas y una penosa confecci¨®n legislativa, al cabo, han mostrado que los cambios constitucionales fueron erigidos sobre la certeza ¨²nica de libre explotaci¨®n de los recursos petroleros (antes exclusivos del Estado) por parte de privados ¨Cnacionales o internacionales- mediante un abanico variado de figuras jur¨ªdicas¡ y poco m¨¢s.
Lo dem¨¢s, es decir, las reglas y los reguladores, las condiciones de competencia, de informaci¨®n, asociaci¨®n, precauci¨®n, los requisitos ambientales, etc¨¦tera, fueron obviados y pospuestos sin m¨¢s explicaci¨®n p¨²blica. Estas circunstancias han dejado una estela de dudas sobre temas neur¨¢lgicos que ser¨¢ necesario abordar y decidir en las leyes secundarias de inminente promulgaci¨®n.
Por eso, por el tama?o y la cantidad de definiciones que a¨²n le hacen falta al r¨¦gimen energ¨¦tico de M¨¦xico, es que ning¨²n actor relevante de la sociedad mexicana, proclive o contrario a la reforma, debe quedar excluido en la elaboraci¨®n de las leyes por venir.
La primera duda es de la dimensi¨®n del Estado mismo: si la petrolera estatal, PEMEX, financia hasta hoy 4 de cada 10 pesos del gasto p¨²blico en todo el pa¨ªs ?c¨®mo y de d¨®nde sacar¨¢ recursos para competir con los ¡°grandes jugadores¡± del petr¨®leo mundial? Si dejar¨¢ de ser una empresa cautiva de las necesidades hacendarias de M¨¦xico ?de d¨®nde el Estado mexicano obtendr¨¢ los recursos para recuperar lo que PEMEX ahora invertir¨¢ en su propia nueva competencia como empresa productiva internacional? ?Cu¨¢l ser¨¢ el nuevo r¨¦gimen fiscal de PEMEX de tal modo que no se le debilite m¨¢s en vista del nuevo panorama de competencia en el mercado energ¨¦tico, y a la vez se asegure una transici¨®n ordenada para suplir la previsible reducci¨®n de la contribuci¨®n que actualmente realiza? Por incre¨ªble que parezca, no hay en la reforma, ni en la exposici¨®n de motivos, una sola palabra sobre esta cuesti¨®n cr¨ªtica.
La apertura de los recursos petroleros se ha sostenido sobre una promesa general: la reforma producir¨¢ nueva riqueza, una gran riqueza que hoy los mexicanos no podemos explotar por nuestra incapacidad tecnol¨®gica y organizativa. Pero es el caso que el cambio constitucional no define la frontera ni las condiciones para que esto ocurra y sea cabalmente cierto. Es decir, no se define que las inversiones y explotaciones privadas ¨Cnacionales o internacionales- solo pueden dirigirse a nuevos yacimientos, a nuevos pozos, nuevos campos y nunca ser¨¢ dirigida a aprovechar la base que ya fue creada por la mexicana PEMEX.
Si esta condici¨®n no queda perfectamente clara en la ley secundaria, si no se obliga a los ¡°nuevos jugadores¡± a competir, explorar y explotar en la producci¨®n de nueva riqueza, lo que tendremos, en efecto, no es nueva riqueza, m¨¢s recursos, producto e impuestos, sino la simple explotaci¨®n de la riqueza que los mexicanos ya produc¨ªamos de todos modos, una forma disfrazada de nuevo rentismo petrolero y trasnacional.
Las dudas siguen pues de hecho, mientras transcurra el plazo para la aprobaci¨®n de la legislaci¨®n energ¨¦tica secundaria, en paralelo se estar¨¢n tomando medidas operativas relevantes, como el hecho de que PEMEX tendr¨¢ que presentar antes del 31 de marzo, la solicitud para que les sean asignadas las ¨¢reas en exploraci¨®n y los campos en producci¨®n y en condiciones de operar, demostrando sus capacidades para explorar y extraer hidrocarburos eficiente y competitivamente.
?Qu¨¦ criterios adoptar¨¢n para evaluar las capacidades de inversi¨®n que se le exigen a PEMEX para explotar yacimientos descubiertos, si de entrada se parte de que no cuenta con recursos, si en realidad PEMEX sigue financiando al Estado mexicano? ?C¨®mo a trav¨¦s de la nueva configuraci¨®n y fragmentaci¨®n de organismos de todo tipo, podr¨¢ el Estado planear, conducir, coordinar, orientar, regular y fomentar las actividades relacionadas con la energ¨ªa, tal y como frasea la Constituci¨®n reformada?
?Cu¨¢les precauciones se adoptar¨¢n para que los distintos ¨®rganos, sobre todo los aut¨®nomos, no repitan la historia de capturas de intereses? ?Qu¨¦ salvaguardas se tomar¨¢n en la legislaci¨®n secundaria y en los programas de pol¨ªtica ante el caso, ya experimentado en otros pa¨ªses, de que los nuevos agentes no aseguren la oferta de energ¨¦ticos y de electricidad?
?Cu¨¢l fue el sentido de la decisi¨®n de crear el Fondo Mexicano del Petr¨®leo para la Estabilizaci¨®n y el Desarrollo para recibir, administrar y distribuir los ingresos de las asignaciones y contratos (exceptuando los impuestos), y adem¨¢s asign¨¢rselo al Banco de M¨¦xico como fiduciario, cuando su administraci¨®n involucra decisiones concretas de pol¨ªtica p¨²blica a las que se destinar¨ªan los fondos? ?Cu¨¢les ser¨¢n las implicaciones de ceder otras tantas decisiones de pol¨ªtica p¨²blica al ¨®rgano aut¨®nomo Banco de M¨¦xico, con todo y el Comit¨¦ T¨¦cnico que se le crea al Fondo?
?Qu¨¦ disposiciones legales y de pol¨ªtica p¨²blica se tienen previstas para concretar encadenamientos productivos nacionales en la actividad energ¨¦tica? ?En qu¨¦ bases y porcentajes m¨ªnimos se est¨¢ pensando para la proveedur¨ªa nacional en la ejecuci¨®n de las nuevas asignaciones y contratos?
?Qu¨¦ previsiones se incorporar¨¢n para prevenir riesgos ambientales en las nuevas formas de explotaci¨®n de hidrocarburos, sobre todo los asociados a esquistos? ?Qu¨¦ disposiciones se incluir¨¢n en las reformas secundarias para estimular la innovaci¨®n y un desarrollo tecnol¨®gico m¨¢s acelerado en las industrias productivas del Estado que sobrevivan y en las empresas nacionales del sector?
El lector podr¨¢ darse cuenta que no se trata de preguntas balad¨ª de intelectuales o periodistas quisquillosos, sino de aquellas cuestiones que van a determinar el curso de la energ¨ªa y la fiscalidad en M¨¦xico para las siguientes d¨¦cadas. Por eso, en esta materia, menos que en ninguna otra el Poder Ejecutivo est¨¢ absolutamente obligado en acompa?ar sus propuestas de legislaci¨®n secundaria con exposiciones de motivos rigurosas, que se apoyen en formulaciones t¨¦cnicas y no s¨®lo en explicaciones gen¨¦ricas y vagas.
En un documento reciente www.ietd.org.mx precisamos y extendemos el cat¨¢logo de dudas, pero ¨¦sta sola muestra es suficiente para llamar la atenci¨®n de lo mal dise?ada y lo peor discutida que fue la reforma energ¨¦tica en diciembre.?
Hija de ¨²ltima hora del pensamiento ¨²nico y de la ideolog¨ªa de las ¡°reformas estructurales¡± la energ¨¦tica ha nacido sin la seriedad, el rigor y la deliberaci¨®n exigible en un cambio de este calado. Muestra, de nuevo, que en M¨¦xico ¨Ccomo en muchas otras partes del mundo- la econ¨®mica, es la pol¨ªtica p¨²blica menos p¨²blica de todas.
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