El Congreso del posconflicto
La nueva C¨¢mara colombiana deber¨¢ legislar sobre la paz con las FARC, si finalmente se logra
Las elecciones legislativas celebradas el domingo en Colombia no solo han determinado la configuraci¨®n del pr¨®ximo Congreso en un momento crucial para el pa¨ªs, con el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC en el centro del debate p¨²blico. Tambi¨¦n han proporcionado un diagn¨®stico sobre el estado de la democracia colombiana, que en ciertos aspectos es bastante fr¨¢gil.
Sobre lo primero, lo m¨¢s destacable es que el presidente Juan Manuel Santos puede respirar con alivio, al menos en lo que respecta al proyecto al que ha atado su futuro pol¨ªtico ¡ªlas negociaciones con la guerrilla¡ª, ya que el Parlamento bicameral que ha surgido de las urnas es mayoritariamente proclive al proceso de paz, un asunto de alta sensibilidad para los colombianos.
Ello no significa que Santos ¡ªque aspira a la reelecci¨®n presidencial en los comicios de mayo pr¨®ximo¡ª pueda alardear de su nuevo escenario pol¨ªtico. El amplio apoyo parlamentario del que ha disfrutado en los ¨²ltimos cuatro a?os se ha mermado ostensiblemente. La Mesa de Unidad Nacional, alianza de cuatro partidos (La U, Liberal, Conservador y Cambio Radical) que sumaba 75 de los 102 esca?os del Senado y que le ha permitido gobernar sin apenas sobresaltos, se ha debilitado. Por una parte, la nueva c¨²pula del Partido Conservador -que no oculta su simpat¨ªa por el expresidente ?lvaro Uribe, hoy encarnizado enemigo de Santos- ha roto amarras con la Mesa de Unidad; el interrogante ahora es saber cu¨¢ntos congresistas conservadores mantendr¨¢n su lealtad a Santos (se da por sentado que ser¨¢n varios, que cobrar¨¢n muy caro al presidente el apoyo, por supuesto) y cu¨¢ntos seguir¨¢n las directrices de su hoy agrietado partido. El hecho es que las cuatro formaciones de la coalici¨®n santista se han reducido a tres, que suman 47 esca?os, menos de la mitad del Senado. El partido del presidente, La U, si bien sigue siendo el m¨¢s votado, sufri¨® el mayor castigo en las urnas, al perder ocho de los 28 esca?os que ten¨ªa.
El nuevo Congreso, al que los analistas han bautizado como el "Congreso del posconflicto" por cuanto ser¨¢ el encargado de legislar sobre el acuerdo de paz con las FARC si las negociaciones llegan a buen puerto, no representar¨¢, salvo sorpresas, problemas para Santos en este terreno. M¨¢xime si se considera que las negociaciones con la guerrilla tienen tambi¨¦n el apoyo de los partidos progresistas Alianza Verde y Polo Democr¨¢tico. Cosa distinta es lo que suceda con las grandes reformas pendientes -justicia, educaci¨®n, salud-, en las que ya no est¨¢ claro que el presidente vaya a recabar el respaldo necesario. Santos, m¨¢s amigo de la t¨¢ctica que de la estrategia, seguramente conf¨ªa en ir resolviendo los contratiempos a medida que se presenten.
Sin embargo, lo que no deja de ser un an¨¢lisis convencional de aritm¨¦tica parlamentaria adquiere en este caso una dimensi¨®n especial, por la irrupci¨®n en el Senado del expresidente Uribe, que ha hecho exhibici¨®n de una enorme fortaleza pol¨ªtica y puede desde esa C¨¢mara crearle m¨¢s de un dolor de cabeza a Santos. Uribe, que acusa a su antecesor de haberlo traicionado y haberse apropiado del partido de La U, mont¨® su propio movimiento, Centro Democr¨¢tico, y en una campa?a personalista en la que incluso ofreci¨® recitales de poes¨ªa para recaudar fondos, consigui¨® 19 esca?os y se convirti¨® en la segunda fuerza del Senado. El interrogante es si Uribe lograr¨¢ atraer a su bando a los 19 senadores conservadores para formar un bloque m¨¢s potente de oposici¨®n, lo que obligar¨ªa a Santos a buscar respaldos puntuales en los habitualmente reacios partidos progresistas para sumar mayor¨ªa en el Senado y sacar adelante sus proyectos.
Si el escenario pol¨ªtico es complicado, m¨¢s lo es el estado de salud de la democracia. Dejando de lado la corrupci¨®n (la compra de votos es una constante en amplias zonas del pa¨ªs), en las elecciones del domingo el abstencionismo se elev¨® a casi el 57%, seis puntos m¨¢s que en las elecciones anteriores, lo que evidencia una enorme desafecci¨®n de los ciudadanos hacia el actual orden pol¨ªtico. A ello se le a?ade que el 16,1% de los votos fueron invalidados (declarados "nulos" o "no marcados"), cifra elevad¨ªsima que refleja serios problemas de cultura electoral y que equivale en torno a 20 esca?os en el Senado. Otro elemento significativo es el voto en blanco, una herramienta activa para demostrar rechazo a los partidos tradicionales, que se multiplic¨® por 2,2 con respecto a los anteriores comicios y sum¨® el 6,1% de los votos totales. Si a esta cifra se le sumasen los votos "no marcados" (que en Colombia se invalidan, pero en otros pa¨ªses se asumen como en blanco), ese porcentaje superar¨ªa el 11%.
Las elecciones legislativas colombianas tuvieron la positiva novedad de desarrolarse soin la amenaza de violencia de grupos armados ilegales, como paramilitares o guerrilla. Sin embargo, la corrupcion y la apat¨ªa pol¨ªtica siguieron, lamentablemente, bien presentes.
Marco Schwartz es director del Heraldo de Barranquilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Juan Manuel Santos
- ?lvaro Uribe
- Colombia
- Partido de la U
- Partidos pol¨ªticos
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Elecciones
- Am¨¦rica
- Proceso paz Colombia
- Conflicto Colombia
- FARC
- Guerrillas
- Conflictos armados
- Proceso paz
- Gobierno Colombia
- Gobierno
- Grupos terroristas
- Guerra
- Terrorismo
- Conflictos
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica