Las agendas de Sarkozy seguir¨¢n en manos de la justicia
El Supremo rechaza la petici¨®n del expresidente y da validez a la instrucci¨®n del ¡®caso Bettencourt¡¯ La decisi¨®n no aclara si los dietarios podr¨¢n ser usados como prueba de cargo en otros casos
El Tribunal Supremo franc¨¦s ha decidido hoy que las agendas oficial y privada de Nicolas Sarkozy sigan en manos de la justicia, sin pronunciarse sobre si est¨¢n o no sometidas al estatuto de inmunidad legal presidencial. La decisi¨®n, que afecta solo al caso Bettencourt, no aclara si los dietarios podr¨¢n ser usados por los jueces como prueba en otras investigaciones que la justicia mantiene abiertas al exjefe del Estado. En su auto, el Supremo ha confirmado tambi¨¦n la legalidad de casi toda la instrucci¨®n del caso Liliane Bettencourt, lo que abre la puerta a la celebraci¨®n del juicio este mismo a?o. La decisi¨®n de la Corte supone en todo caso una primera derrota para Sarkozy y su entorno, que reclamaban la devoluci¨®n de las agendas y la anulaci¨®n de la instrucci¨®n del caso L¡¯Or¨¦al.
La defensa del expresidente conservador galo hab¨ªa requerido la devoluci¨®n de las agendas utilizadas por el juez del caso Bettencourt apelando al art¨ªculo 67 de la Constituci¨®n francesa, seg¨²n el cual el jefe del Estado ¡°no puede ser objeto de ninguna acci¨®n, acto de informaci¨®n, de instrucci¨®n o de diligencias judiciales¡± durante su mandato.
Pero la Sala de lo Penal del Supremo no ha entrado a valorar el fondo del asunto, y se ha limitado a afirmar que no puede estimar el recurso de Sarkozy porque el juez Jean-Michel Gentil le retir¨® la imputaci¨®n del caso Bettencourt.
La cuesti¨®n de la validez de las agendas sigue por tanto pendiente de resolver. ¡°La cuesti¨®n podr¨¢ plantearse quiz¨¢ en otros casos donde las agendas pueden ser requeridas¡±, ha dicho el abogado de Sarkozy, Patrice Spinosi. ¡°De momento no sabemos si podr¨¢n ser utilizadas¡±.
Sarkozy present¨® este recurso ante el Supremo porque teme que los magistrados usen sus dietarios en el proceso Tapie, en el que el expresidente y su c¨ªrculo de colaboradores m¨¢s pr¨®ximo son sospechosos de haber habilitado un arbitraje privado que acab¨® concediendo al empresario Bernard Tapie 403 millones de euros de indemnizaci¨®n estatal para zanjar su largo contencioso con el banco Cr¨¦dit Lyonnais por la venta de Adidas.
El exjefe del Estado anot¨® al menos una decena de citas personales con Tapie entre 2007, mientras se decid¨ªa y se dirim¨ªa el arbitraje, y tambi¨¦n en 2008, cuando el empresario recibi¨® como propina un cuantioso descuento fiscal sobre la indemnizaci¨®n ya cobrada.
Adem¨¢s, los jueces podr¨ªan utilizar como elemento probatorio las citas anotadas por Sarkozy para la instrucci¨®n del caso Gadafi, en el que se investiga al exjefe del Estado y a dos de sus ministros del Interior por haber recibido varios millones de euros del dictador libio y haber incurrido en una presunta financiaci¨®n ilegal de la campa?a electoral de 2007. Los dos magistrados que instruyen esta causa decidieron pinchar los tel¨¦fonos de Sarkozy, de Claude Gu¨¦ant y de Brice Hortefeux en abril de 2013.
El fallo del Supremo afecta en menor medida a Sarkozy en lo que ata?e al caso Bettencourt. Sarkozy, sospechoso de haber abusado de la debilidad de la anciana heredera, la tercera fortuna de Francia, y de haber recibido dinero de esta en met¨¢lico, dej¨® de estar imputado por decisi¨®n del juez Jean-Michel Gentil en octubre de 2013, tras haber sido imputado meses antes. Aunque su estatuto actual de testigo asistido permite en teor¨ªa a los magistrados volver a imputarle si aparecen nuevos ¡°indicios graves y concordantes¡±, el juez Gentil ya consult¨® las agendas en su d¨ªa y no logr¨® hallar las pruebas necesarias para enviar a juicio a Sarkozy.
La validaci¨®n de los dietarios es una gran preocupaci¨®n para Sarkozy, seg¨²n se deduce de la ¨²ltima investigaci¨®n judicial -por tr¨¢fico de influencias y violaci¨®n del secreto judicial-. Los jueces creen que el magistrado del Supremo Gilbert Azibert inform¨® a Sarkozy y a su abogado, Thierry Herzog, sobre dos asuntos: la marcha de la decisi¨®n de la Corte sobre las agendas y el pinchazo de sus tel¨¦fonos.
A trav¨¦s de esas escuchas, los polic¨ªas encontraron indicios de que Sarkozy y Herzog pod¨ªan estar presionando al magistrado Azibert para que les facilitara informaci¨®n a cambio de favorecer su carrera judicial con un cargo en M¨®naco.
El pinchazo del tel¨¦fono al expresidente y las escuchas de sus conversaciones con su letrado, as¨ª como la redada policial en las casas y los despachos de Herzog, han generado agria pol¨¦mica entre los abogados en Francia, que denuncian una posible vulneraci¨®n del secreto profesional y del derecho a la defensa y han solicitado al presidente, Fran?ois Hollande, que se pronuncie. La ministra de Justicia, Christiane Taubira, zanj¨® ayer el asunto diciendo que no se puede garantizar la impunidad de nadie porque ejerza una profesi¨®n en particular. Hollande ha prometido que responder¨¢ a la carta de los abogados.
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