El Estado de M¨¦xico pierde la batalla contra la delincuencia

En el Estado de M¨¦xico, el Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs, se vive una tragedia soterrada. Esta entidad vecina a la capital de M¨¦xico lucha todos los d¨ªas en contra de la inseguridad. Es una batalla que se est¨¢ perdiendo. Cuatro de cada diez habitantes fueron v¨ªctimas de alg¨²n crimen, seg¨²n la Encuesta Nacional de Victimizaci¨®n y Percepci¨®n de Seguridad P¨²blica de 2013 elaborada por el Instituto Nacional de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (INEGI). Aqu¨ª, en el Estado que vio nacer a Enrique Pe?a Nieto, el presidente de M¨¦xico, todos los delitos presentan un alza en los ¨²ltimos meses: desde el asalto a mano armada hasta el secuestro pasando por los homicidios y el robo a casa. El 90 % de sus ciudadanos lo perciben como un Estado inseguro, seg¨²n el INEGI. Y como lo puso una v¨ªctima: ¡°Hablan de Tamaulipas y de Michoac¨¢n. Aqu¨ª tambi¨¦n est¨¢ de la chingada¡±.

El 14 de febrero se festeja el d¨ªa de San Valent¨ªn en M¨¦xico. Es una jornada de car¨¢cter festivo donde se celebra la amistad. Para la familia Mart¨ªnez Gonz¨¢lez, sin embargo, la fecha est¨¢ marcada por la tragedia. Ese d¨ªa de 2013, por la ma?ana y a plena luz del d¨ªa, fue secuestrado Carlos Eduardo, un joven de 14 a?os de edad. Alfredo, su padre, de 80 a?os, piensa en las horas de cautiverio del menor de sus tres hijos. ¡°Ingenuamente pensaba que mi ni?o, como era muy bueno, se hab¨ªa ganado la simpat¨ªa de los secuestradores y que eso lo manten¨ªa a salvo¡±, cuenta desde el negocio familiar, una loncher¨ªa de tortas y hamburguesas en el centro de Toluca, en el Estado de M¨¦xico, a 65 kil¨®metros de la capital del pa¨ªs.

¡°A la media hora me llaman y me dicen que el cartel de La Familia Michoacana tiene a mi hijo y me piden un rescate de 10 millones de pesos (750.000 d¨®lares)¡±, dice. Tres d¨ªas despu¨¦s del rapto la familia dej¨® de recibir noticias de los criminales. No hubo oportunidad de que el humilde vendedor de bocadillos negociara la estratosf¨¦rica cifra. Alfredo y sus dos hijos vivieron en la incertidumbre por seis meses hasta que uno de los criminales fue capturado por las autoridades. All¨ª se supo la verdad. Los seis delincuentes hab¨ªan matado a Carlos Eduardo 72 horas despu¨¦s de haberlo sustra¨ªdo de su escuela. Lo arrojaron desde un puente. El cuerpo del menor se descompon¨ªa desde entonces en una morgue a la espera de ser reclamado por alguien.

¡°No tenemos dinero, no tenemos coches de lujo. No hay una explicaci¨®n, un m¨®vil posible para que se cometiera este crimen¡±, reflexiona Alfredo. Carlos Eduardo fue secuestrado por una empleada de una ¨®ptica contigua al restaurante de su familia. Fue auxiliada por un conserje de la C¨¢mara de Diputados local y dos chatarreros. Ellos est¨¢n detenidos a la espera de sentencia, pero hay otros dos criminales pr¨®fugos. Todos eran delincuentes amateurs y vieron en el secuestro de un menor la posibilidad de hacer dinero r¨¢pido y f¨¢cil.

El Estado que vio nacer a Enrique Pe?a Nieto, el presidente de M¨¦xico, todos los delitos presentan un alza en los ¨²ltimos meses

El caso de la familia Mart¨ªnez cimbr¨® a la sociedad de un Estado de 15 millones de habitantes, el m¨¢s poblado del pa¨ªs. En 2013 hubo otras 572 historias como esta en el Estado de M¨¦xico. ¡°Es el n¨²mero uno en feminicidios, en muertes violentas, robo a mano armada, asaltos a casa habitaci¨®n y secuestros. Son los punteros¡±, dice Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la asociaci¨®n Alto al secuestro. Morelos es el Estado que sigue, con 237 secuestros, Tamaulipas, con 198 y el Distrito Federal, con 189.

La Procuradur¨ªa (Fiscal¨ªa) de Justicia local tiene otras cifras, como suele suceder cuando se trata este delito. El vocero en temas de seguridad reconoci¨® 191 secuestros en 2013, un 52 % m¨¢s que los registrados un a?o antes (125). La diferencia entre los datos aportados por el Gobierno y las asociaciones civiles provienen de la cantidad de denuncias que se hacen ante la fiscal¨ªa. En M¨¦xico la mayor¨ªa de los secuestros se negocian al margen de las autoridades. No se conf¨ªa en las polic¨ªas.

El cuatro de diciembre de 2013 un grupo de empresarios estadounidenses llegaron a la Ciudad de M¨¦xico provenientes de Monterrey, la capital empresarial del norte de M¨¦xico. Tres de ellos tomaron un coche para dirigirse a Puebla para hacerse cargo de algunos negocios. Decidieron tomar el Circuito Exterior Mexiquense, una importante obra vial inaugurada en 2010 por Enrique Pe?a Nieto, que gobernaba la entidad. ¡°A los 45 minutos, aun en el Estado de M¨¦xico lo que parec¨ªa una patrulla se detuvo junto a nosotros. Prendi¨® sus luces y nos pidi¨® que nos detuvi¨¦ramos¡±, cuenta uno de los ciudadanos americanos, que desea mantenerse en el anonimato.

Cinco hombres se bajaron de la patrulla. Les dijeron que un cami¨®n hab¨ªa sido asaltado y que estaban buscando a los criminales. Preguntaron a los pasajeros del auto si estaban armados. Despu¨¦s de revisarlos y comprobar que no llevaban armas desenfundaron sus pistolas y apuntaron. ¡°Nos dijeron que les entreg¨¢ramos todo lo que llev¨¢bamos. Se llevaron nuestros relojes, joyer¨ªa y nuestros tel¨¦fonos. Nos pidieron las carteras y sacaron el efectivo¡±. Los presuntos polic¨ªas se llevaron las computadoras y las maletas que hab¨ªan hecho los empresarios para un viaje de cinco d¨ªas. Los delincuentes les dieron 300 pesos (22 d¨®lares) para que pagaran los peajes hasta Puebla.

¡°Pensamos en ir con las autoridades, pero fueron las autoridades quienes nos robaron. ?Qui¨¦n nos iba a proteger?¡±, cuenta el empresario, que despu¨¦s del suceso ha decidido cerrar sus negocios en el pa¨ªs. ¡°Le d¨¢bamos trabajo a unas 80 familias , pero no podemos permitir que esto pase a nuestros ejecutivos. Hemos decidido seguir creciendo en otro lado¡±. El asalto fue reportado a la asociaci¨®n M¨¦xico unido contra la delincuencia, que hizo p¨²blico el caso. La informaci¨®n trat¨® de ser desmentida por las autoridades se?alando que no exist¨ªa ninguna denuncia en la fiscal¨ªa sobre este caso.

En M¨¦xico la mayor¨ªa de los secuestros se negocian al margen de las autoridades

A nadie sorprende la desacreditaci¨®n de la polic¨ªa del Estado de M¨¦xico. Rogelio Cort¨¦s Cruz, conocido con el nombre de Cronos, es el director de la polic¨ªa estatal. En 2010 fue revelado un v¨ªdeo donde llama la atenci¨®n a algunos subalternos por levantar infracciones con un reglamento de tr¨¢nsito falsificado que mostraba estratosf¨¦ricas multas para extorsionar a los automovilistas. ¡°Los elementos traen su reglamento personal¡­. A m¨ª no me espanta. No me espanta que agarren un peso o dos pesos: es su problema¡±, mencionaba Cronos en las im¨¢genes.

En ese entonces, Eruviel ?vila, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al Gobierno del Estado, fue interrogado sobre el v¨ªdeo d¨ªas despu¨¦s de su publicaci¨®n. ¡°Totalmente reprobable, como gobernador voy a combatir ese tipo de cosas¡±, dijo en mayo de 2010 en el programa Punto de Partida, de Televisa. ?vila gan¨® las elecciones de forma abrumadora con el 60 % de los votos. Cronos contin¨²a en el cargo.

¡°Son polic¨ªas mal pagados, mal capacitados y corruptos. Es la peor combinaci¨®n que puede haber¡±, explica Wallace. El segundo semestre de 2013 es uno de los m¨¢s flojos que ha dado el Gobierno de ?vila en materia de seguridad. Lo demuestran las cifras de la propia Secretar¨ªa de Seguridad Ciudadana. De agosto a diciembre el n¨²mero de detenciones cay¨® un 47.7 % (2.631 personas detenidas en agosto a 1.376 en diciembre). Se dej¨® de arrestar a ladrones de autos, vendedores de droga al menudeo, secuestradores y asaltantes. Las incautaciones de armas de fuego pasaron de 237 en septiembre a 113 en octubre, 81 en noviembre y 61 en diciembre.

Las autoridades deben resolver un peligroso coctel que combina polic¨ªas corruptas, la ineficiencia del sistema de procuraci¨®n de justicia y el hartazgo de la ciudadan¨ªa, que cada vez es m¨¢s notorio. El pasado 26 de febrero la secretaria de seguridad Ciudadana, Roc¨ªo Alonso y el fiscal estatal, Miguel Contreras, fueron abucheados por habitantes de Ciudad Sat¨¦lite, una de las colonias del Estado de M¨¦xico que comparten vecindad con la Ciudad de M¨¦xico, cuando presentaban cifras de los avances en materia de seguridad. ¡°?Si no pueden, renuncien!¡±, gritaban los habitantes de la zona a los funcionarios, que terminaron huyendo del lugar.