La guerra siria cumple tres a?os sin un final cercano
El r¨¦gimen sienta las bases de unas nuevas elecciones presidenciales Han muerto m¨¢s de 140.000 personas, 10.000 de ellas ni?os
Tres a?os de combate. M¨¢s de 140.000 muertos, 10.000 de ellos ni?os. Nueve millones de desplazados, m¨¢s de una cuarta parte de ellos en el extranjero. Y ni un solo gesto que augure un pronto final a un conflicto estancado, donde la ¨²nica mediaci¨®n de potencias extranjeras ha llegado en forma de armas, que Arabia Saud¨ª, Ir¨¢n y sus aliados han cedido calladamente a los bandos en liza. El proceso de negociaci¨®n auspiciado por Naciones Unidas muri¨® pr¨¢cticamente antes de nacer. Y ahora el r¨¦gimen que gobierna Siria ha puesto ya en marcha la apisonadora pol¨ªtica de unas elecciones que le allanar¨¢n el camino al presidente Bachar el Asad para perpetuarse, a¨²n m¨¢s, en el poder.
El balance de la guerra no puede ser m¨¢s satisfactorio para El Asad en el tercer aniversario del levantamiento, que se cumpli¨® este s¨¢bado. La toma de la localidad de Qusair en mayo le reforz¨® en la frontera con L¨ªbano y le despej¨® el camino de Damasco a su feudo de Latakia, al norte. Ahora, con refuerzos de la milicia libanesa Hezbol¨¢, las fuerzas gubernamentales cercan Yabrud, otro enclave estrat¨¦gico que le disputan los rebeldes. En Alepo, mayor ciudad del pa¨ªs y uno de los centros de la insurgencia, el r¨¦gimen no ha dudado en recurrir a mort¨ªferas armas rudimentarias, como barriles cargados con explosivos lanzados desde helic¨®pteros, que se han cobrado una gran cantidad de vidas y cuyo uso ha condenado la ONU.
Y en ese contexto en que el r¨¦gimen recobra el terreno perdido a un ritmo feroz, El Asad ha decidido convocar elecciones presidenciales. Las reglas las dej¨® claras una ley aprobada el jueves: se podr¨¢n presentar candidatos mayores de 40 a?os, que hayan vivido permanentemente en Siria durante al menos 10 a?os y que no tengan pasaporte de otro pa¨ªs. Quedan excluidos as¨ª los l¨ªderes de la opositora Coalici¨®n Nacional Siria, reconocida por la Liga ?rabe y las potencias occidentales como representante leg¨ªtima de la ciudadan¨ªa siria y cuyo centro de operaciones en el exilio se halla en Turqu¨ªa.
El Asad, cuyo mandato de siete a?os expira el 17 de julio, a¨²n no ha anunciado formalmente si se presenta a la reelecci¨®n. Si lo hace, los comicios ser¨¢n una mera formalidad, con la imposibilidad del r¨¦gimen de llevar urnas a las zonas disputadas y en asedio, sin contar con los 2,5 millones de sirios que han huido al extranjero. Ya en 2000 el Estado le atribuy¨® al Presidente una victoria en referendum con el 99% de votos, con una reelecci¨®n en 2007 por el 97% de las papeletas.
La falta de legitimidad de una convocatoria semejante este a?o la puso de relieve el mediador especial de la ONU, Lakhdar Brahimi, en una comparecencia del jueves ante el Consejo de Seguridad en Nueva York, antes de la cual dijo a los medios: ¡°Si se celebran elecciones, sospecho que la oposici¨®n, toda la oposici¨®n, no estar¨¢n interesada en dialogar con el Gobierno¡±.
Fue Brahimi quien logr¨®, con un denodado esfuerzo, sentar al r¨¦gimen y a los opositores a negociar en Ginebra en enero. El ¨²nico fruto de esa cumbre, aparte de un breve alto el fuego en el casco antiguo de Homs para evacuar civiles, fue que las partes en liza se hablaran directamente en la misma sala. El r¨¦gimen lleg¨® con una actitud incendiaria, acusando a sus interlocutores de terroristas y a pa¨ªses como Arabia Saud¨ª y Turqu¨ªa de entregarle armas a grupos rebeldes afines a Al Qaeda. Los opositores no pudieron reaccionar, faltos de orientaci¨®n, cada vez m¨¢s representantes de s¨ª mismos, con las milicias islamistas como el Frente Al Nusra y el Estado Isl¨¢mico de Irak y Siria comi¨¦ndoles terreno en el frente de batalla.
El r¨¦gimen se ha enrocado en una Siria acantonada. Seg¨²n el ministro de Informaci¨®n del r¨¦gimen, Omran Zoabi, unas elecciones ahora ¡°ser¨¢n un gran avance en la lucha contra el terrorismo y la violencia¡±. ¡°Son las autoridades sirias las que decidir¨¢n si mantienen elecciones o no, y nadie puede impedir el proceso constitucional que hay en este pa¨ªs¡±, a?adi¨®.
Tanta confianza ha recobrado El Asad que el mi¨¦rcoles se aventur¨® por primera vez en meses fuera de la ciudad de Damasco, que hasta ahora ha sido su b¨²nker. Fue una breve visita a Adra, localidad 20 kil¨®metros al noreste de la capital que las tropas oficialistas despejaron de rebeldes hace tres meses. La prioridad del Presidente en esa visita, dijeron los medios oficiales, fue ¡°atender a las necesidades de los sirios¡±. Visto el tipo de referendum que planea, al menos las de aquellos que le apoyan.
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