Venezuela, seg¨²n China
El drag¨®n asi¨¢tico observa a Venezuela con una estrategia de largo plazo que antepone la estabilidad a otros factores
¡°En la era Ch¨¢vez, el p¨¦ndulo se coloc¨® en un extremo y ahora se quiere colocar en la posici¨®n correcta¡±. Esta fue la respuesta de un colega chino cuando le pregunt¨¦ su opini¨®n sobre la crisis en Venezuela. Nada m¨¢s.
Si aprend¨ª algo durante el tiempo que viv¨ª en China fue a no darme por vencido con las frases que parecen impenetrables. Un primer elemento importante para tener en cuenta es que, en China, casi no se utiliza el t¨¦rmino ¡°crisis¡± para definir la situaci¨®n actual en Venezuela. La perspectiva desde la cual se leen los eventos en Venezuela no es coyuntural. Cuando el sector p¨²blico chino habla de Venezuela como un ¡°aliado estrat¨¦gico¡± est¨¢ pensando en una relaci¨®n que se construye sedimentariamente a trav¨¦s del tiempo.
La perspectiva china armoniza con una lectura de la situaci¨®n venezolana que ve al pa¨ªs sudamericano inmerso en una crisis de gobernabilidad que no se solucionar¨ªa simplemente con un cambio de gobierno. China enfatiza una visi¨®n de largo plazo, la cual se enmarca en una filosof¨ªa con miras al futuro. Esta perspectiva es coherente con la estrategia china de inversi¨®n en Venezuela, concentrada en el sector petrolero. La relaci¨®n energ¨¦tica de China con Venezuela ha logrado un profundo grado de madurez. Se basa en un modelo que, usando la cooperaci¨®n energ¨¦tica como eje, se extiende a infraestructura, tecnolog¨ªa de punta, agricultura y otros sectores, bajo un marco de cooperaci¨®n altamente institucionalizado. China es el segundo socio comercial de Venezuela y tiene un fuerte programa de pr¨¦stamos que se pagan con petr¨®leo. Si bien algunos comentaristas mencionan que los socios chinos se han mostrado reacios a prestar el dinero que Nicol¨¢s Maduro les pidi¨® durante su visita a Beijing en septiembre de 2013, la realidad es que a fines del a?o pasado Caracas recibi¨® un cr¨¦dito por $5.000 millones. El flujo de dinero no se ha detenido.
No cabe duda de que las compa?¨ªas petroleras chinas est¨¢n preocupadas por sus inversiones en Venezuela, especialmente con respecto a la seguridad p¨²blica y jur¨ªdica. Pero esta preocupaci¨®n est¨¢ presente desde que la salud de Hugo Ch¨¢vez comenz¨® a deteriorarse. Altos ejecutivos de las compa?¨ªas petroleras estatales chinas vienen confesando en privado su inquietud por el futuro en la regi¨®n, no s¨®lo en funci¨®n de la situaci¨®n en Venezuela sino tambi¨¦n por los nuevos rumbos geopol¨ªticos que un fuerte cambio de tim¨®n en Caracas pudiera generar. Juzgando por las preguntas que he recibido en las ¨²ltimas semanas por parte de revistas de negocios en China, existe un palpable inter¨¦s por parte del sector empresarial en comprender la naturaleza de la convulsi¨®n social y las serias dificultades econ¨®micas en Venezuela. En particular, se procura entender c¨®mo China puede ayudar a Venezuela y, a su vez, proteger sus intereses en aquel pa¨ªs.
Pese a estos nerviosismos, es necesario mencionar que la presencia china en Venezuela se caracteriza por una diversidad de estructuras contractuales, desde la exploraci¨®n y el desarrollo de yacimientos a contratos de servicios e importaci¨®n de petr¨®leo crudo. Esta variedad protege los intereses chinos. Seg¨²n uno de los investigadores que m¨¢s conoce la relaci¨®n entre China y Venezuela, Sun Hongbo de la Academia China de Ciencias Sociales, las compa?¨ªas chinas no s¨®lo continuar¨¢n sino que profundizar¨¢n su cooperaci¨®n con Venezuela. No olvidemos que un importante proverbio chino hace hincapi¨¦ en que los verdaderos amigos se conocen en la adversidad.
Una mirada a la cobertura sobre Venezuela en los principales portales chinos revela algunas tendencias interesantes. No se especula sobre un posible cambio de r¨¦gimen. Existe un consenso sobre la capacidad del gobierno de Maduro de mantenerse en el poder, no s¨®lo porque controla los recursos del Estado y tiene el sost¨¦n de las fuerzas armadas, sino tambi¨¦n porque cuenta con el apoyo de una parte significativa de la poblaci¨®n. Por otra parte, se enfatiza la debilidad y fragmentaci¨®n de la oposici¨®n y se habla de su oportunismo, especialmente por parte de l¨ªderes como Leopoldo L¨®pez. Los t¨¦rminos m¨¢s usados para definir la situaci¨®n social son ¡°protestas¡±, ¡°disturbios pol¨ªticos¡± y, en algunos casos, se habla de ¡°golpe de Estado¡±. Desde una mirada que parece hablar de las disyuntivas que enfrenta el gobierno chino con respecto a la protesta social, algunos ponen el acento en el dilema que la movilizaci¨®n ciudadana presenta al gobierno del PSUV, ya que una acci¨®n firme podr¨ªa resultar en m¨¢s protestas y una respuesta d¨¦bil debilitar¨ªa el poder del Presidente Maduro.
China comparte con Brasil y otros pa¨ªses latinoamericanos la posici¨®n que defiende la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela. El principio del respeto a la soberan¨ªa es un componente central de la pol¨ªtica exterior china, o al menos de su ret¨®rica en el plano internacional. Aquellos que piensan que una mayor presencia china en Venezuela enfurecer¨ªa a Estados Unidos, pecan de ingenuos. La diplomacia china siempre tiene en cuenta el factor norteamericano en sus decisiones, pero entiende muy bien que la estabilidad pol¨ªtica venezolana puede beneficiar a todas las partes. Por eso Beijing sabe que el apoyo econ¨®mico chino a Venezuela es en el inter¨¦s estrat¨¦gico de los Estados Unidos. A nadie le conviene, empezando por Estados Unidos y China, que la situaci¨®n venezolana empeore y se torne inmanejable.
Ariel Armony es Director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami. Twitter @arielarmony
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