El terremoto Le Pen hunde a¨²n m¨¢s a Hollande
El hist¨®rico ascenso de la extrema derecha bebe de la desafecci¨®n de la sociedad, de los esc¨¢ndalos de la UMP y de las renuncias del socialismo
Un 38,7% de los m¨¢s de 44 millones de franceses inscritos para las elecciones municipales prefiri¨® no acudir las urnas el domingo, seg¨²n las cifras oficiales conocidas este lunes. La abstenci¨®n, que bati¨® un r¨¦cord negativo de 40 a?os y azot¨® especialmente a las zonas urbanas, fue la vencedora indiscutible de la primera vuelta. La desmovilizaci¨®n determin¨® los p¨¦simos resultados del Partido Socialista (PS), pero tambi¨¦n el mete¨®rico ascenso del Frente Nacional (FN) de la nacionalista, xen¨®foba y antisistema Marine Le Pen, y la victoria ¡ªm¨¢s por incomparecencia del rival que por entusiasmo propio¡ª de las listas de centro-derecha de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP).
Muchos medios franceses llevaron este lunes el terremoto Marine Le Pen a las primeras p¨¢ginas. Otros eligieron la foto de Hollande ¡ªque por cierto se gast¨® 9.500 euros p¨²blicos para ir a votar a Tulle en un Falcon oficial¡ª para ilustrar la debacle de los socialistas.
Las dos noticias eran previsibles, aunque el ascenso del FN super¨® las expectativas de su l¨ªder y aunque el presidente de la Rep¨²blica y su mayor¨ªa salieron bastante peor parado de lo esperado. La desafecci¨®n de los franceses hacia su clase pol¨ªtica, visible en la impopularidad del presidente Hollande y en los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y divisi¨®n que protagoniza la derecha desde hace meses, contribuyeron al hist¨®rico resultado del Frente Nacional.
?Ha acabado el bipartidismo en Francia, como dijo Marine Le Pen nada m¨¢s conocer los primeros resultados? La tendencia general del voto y los sondeos de opini¨®n parecen indicar que el Frente Nacional ha dejado de ser un demonio para convertirse en un tercero inc¨®modo y en una alternativa de poder real. Un 40% de franceses hab¨ªa dicho antes de la elecci¨®n que no les importar¨ªa tener un alcalde de ultraderecha. Y aunque el partido es todav¨ªa pobre y peque?o y no logra presentar listas m¨¢s que en 597 ciudades y pueblos, cubriendo un tercio del censo total, el primer turno demuestra que Le Pen es de largo la vencedora principal de las elecciones y la ¨²nica figura pol¨ªtica emergente, como escrib¨ªa este lunes Fran?oise Fressoz en Le Monde, capaz de conectar "con las v¨ªctimas de la crisis, los olvidados de la globalizaci¨®n y los desencantados que creyeron en el cambio en 2007 y 2012 y no lo han visto llegar¡±.
Los datos de las municipales aun no reflejan del todo esa tendencia, aunque emitan se?ales muy claras. El FN, que en 2008 no logr¨® una sola alcald¨ªa en todo el pa¨ªs, conquista ahora el 4,5% de los votos globales (que suben al 9,2% en las ciudades de m¨¢s de 10.000 habitantes), pero gana por primera vez en su historia dos alcald¨ªas en el primer turno: H¨¦nin-Beaumont, en la cuenca minera del norte, y Orange, en el centro del pa¨ªs. Mientras, el centro-derecha se asegura 250 ciudades en la primera vuelta, y la izquierda, 139.
Adem¨¢s, el FN se coloca en cabeza en 17 municipios mayores de 10.000 habitantes, un poco por todo el pa¨ªs, entre otros en Perpignan (34%), Avignon (29,6%), Saint-Gilles (42%), Fr¨¦jus (40%), Forbach (35%), Tarascon (39%) y Luc (37%). Se posiciona segundo de cara a la segunda vuelta en 44 m¨¢s (N?mes, Cavaillon, Istres o Villeneuve-sur-Lot). Deviene protagonista en Marsella, Metz, Lille, Saint-Etienne, Amiens o Quimper. Y se asegura no solo m¨¢s de los mil concejales que predijo Le Pen, sino ser la estrella del segundo turno.
Tras provocar 229 triangulares contra candidatos del PS, la UMP o la centrista UDI, los Estados mayores de los grandes partidos no se ponen de acuerdo en reeditar el Frente Republicano. La izquierda lo pide, y la derecha se niega, contribuyendo as¨ª a sanear un poco m¨¢s la imagen de una extrema derecha cada vez menos diab¨®lica, y con la que cada vez la UMP parece identificarse m¨¢s.
Con los l¨ªderes del bipartidismo en babia, quiz¨¢ sea la sociedad civil quien se ocupe de hacer el trabajo. Ayer, Olivier Py, director del Festival de Avi?¨®n, dijo que si el FN gana el segundo turno de las municipales, el Festival se trasladar¨¢ a otra ciudad. ¡°No me imagino trabajando con un alcalde del FN porque el festival significa lo contrario: apertura, hospitalidad,
Pero la abstenci¨®n no parece obedecer solo a la rabia de una parte de la poblaci¨®n. Los soci¨®logos hab¨ªan advertido de que solo el 8% de los franceses conf¨ªa ya en los partidos, y que el 88% piensa que los pol¨ªticos no se preocupan por sus problemas. Los datos definitivos revelan picos de participaci¨®n inferiores al 50% en un centenar de ciudades. Algunas han vivido campa?as centradas en los temas favoritos del Frente Nacional, inmigraci¨®n y seguridad.
Evry, localidad dormitorio cercana a Par¨ªs de la que fue alcalde el ministro del Interior, Manuel Valls, y Roubaix, en el norte minero, superaron el 61% de abstenci¨®n. Y las dos vienen de agrias pol¨¦micas por los asentamientos de gitanos rumanos en su territorio. La estrategia de Valls, copiar la pol¨ªtica de desalojos de Sarkozy y jugar con el mensaje xen¨®fobo de la extrema derecha antes que buscar soluciones humanas y progresistas, se ha revelado un fiasco. En Lille, otra ciudad con un buen r¨¦cord de expulsiones de roman¨ªes, Martine Aubry se deja once puntos respecto a 2008, aunque mantendr¨¢ la alcald¨ªa en la segunda vuelta.
El voto de castigo a los socialistas es generalizado, por lo que cabe deducir que va m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica local y se asienta tambi¨¦n en el terreno de los principios. El giro neoliberal de Hollande, su abandono imp¨²dico de la pol¨ªtica de izquierda que le llev¨® a ganar las presidenciales, recibe un primer rechazo electoral en grandes ciudades, como Par¨ªs, Burdeos, Toulouse, Estrasburgo o Marsella, donde la abstenci¨®n est¨¢ lejos de batir r¨¦cords.
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