Guerra a las milicias centroafricanas

Utilizan, en muchas ocasiones, eso que en el lenguaje de batalla se llama "hit and run", golpea y a correr. Y eso hace dif¨ªcil darles caza, m¨¢s si cabe en los centros urbanos. Adem¨¢s, dice en una conversaci¨®n reciente Eloi Yao, portavoz de la misi¨®n africana en Rep¨²blica Centroafricana (MISCA), muchos milicianos "usan escudos humanos, sobre todo, ni?os y gente vulnerable". Los antibalaka (antimachete), grupos cristianos de autodefensa nacidos en los noventa, se han convertido en el enemigo n¨²mero uno de la contienda. La muerte el pasado lunes de un soldado congole?o en Boali, a unos 90 kil¨®metros de Bangui, capital del pa¨ªs, ha colmado la paciencia de la MISCA, que ha declarado "enemigos" a los antibalaka, a los que culpa del ataque, y ha prometido combatirlos. Sus 6.000 militares no hacen prever que la victoria llegue ma?ana. "Ser¨ªa ideal", admite Yao, otrora vocero de la misi¨®n africana en Somalia, "contar con m¨¢s tropas".

"A partir de ahora consideramos a los antibalaka enemigos de la MISCA", inform¨® el pasado mi¨¦rcoles el general jefe de la misi¨®n, el congole?o Jean Marie Michel Mokoko, "y les trataremos en consecuencia". La declaraci¨®n de guerra tiene su miga a tenor de que este grupo de autodefensa, formado por cristianos, lleva semanas sembrando el terror entre los focos de poblaci¨®n musulmana del pa¨ªs. El porqu¨¦ tiene un nombre y un apellido: venganza interreligiosa.

"A partir de ahora consideramos a los antibalaka enemigos"

Hasta el pasado mes de enero, el presidente del pa¨ªs era Michel Djotodia, aupado en marzo de 2013 en un golpe de Estado ejecutado por los Seleka, rebeldes de origen musulm¨¢n, y ayudado por mercenarios de la regi¨®n -especialmente Chad-. Era la primera vez que un musulm¨¢n (solo el 15% de los centroafricanos profesa el islam) tomaba el mando del pa¨ªs, de mayor¨ªa cristiana. Los Seleka -en verdad ex Seleka porque Djotodia tuvo la precauci¨®n de prohibir la milicia una vez en el poder- hicieron de las suyas con las armas en la mano y contra la poblaci¨®n cristiana. En diciembre de 2013, los antibalaka pasaron a la contra y entraron a sangre y fuego en Bangui. Francia reforz¨® su contingente en la excolonia (cuenta ya con 2.000 soldados) y Djotodia se march¨®.

El terror, ahora, corre a cargo de la milicia cristiana, que junto a hombres con uniforme del Ej¨¦rcito ha empujado a golpe de cuchillo y AK-47 a miles de musulmanes de la franja occidental (la cifra de refugiados asciende a 312.000), pero que tambi¨¦n siembra el p¨¢nico en Bangui, donde una nueva vuelta de tuerca de la violencia ha causado m¨¢s de 30 muertos desde el pasado 22 de marzo. El campo de desplazados del barrio PK12, al norte del aeropuerto de la capital, es buen ejemplo de que las fuerzas no son suficientes. Seg¨²n relata la ONG Human Rights Watch (HRW), pese a que tropas francesas y congole?as est¨¢s apostadas a un kil¨®metro del campo, no son capaces de prevenir los ataques de los antibalaka.

"La amenaza es constante", ha relatado un l¨ªder musulm¨¢n a HRW desde PK12, "estamos rodeados por los antibalaka y solo tenemos arcos y flechas para defendernos". Seg¨²n este ciudadano, desde enero han huido del lugar m¨¢s de 7.000 personas en camiones con destino Chad. Pero la situaci¨®n ha empeorado y los desplazamientos han tenido que frenarse. A¨²n quedan 2.400 personas refugiadas en el campo (el n¨²mero de desplazados internos en el pa¨ªs ronda los 625.000).

Muchos de estos ciudadanos agazapados provienen precisamente de Chad, vecino del norte, por lo que son tropas de este pa¨ªs las encargadas de entrar y sacarlos. Este domingo, soldados chadianos, con la misi¨®n de escoltar a un grupo de musulmanes fuera de Bangui, abrieron fuego a su paso por PK12 y causaron la muerte de una decena de civiles, seg¨²n informaron fuentes gubernamentales citadas por la agencia Reuters. Se desconoce el motivo del ataque.

"La misi¨®n [MISCA] necesita apoyo log¨ªstico y otro tipo de capacidades", reconoce Eloi Yao. "El pa¨ªs es peque?o en poblaci¨®n, pero la tierra es muy vasta, as¨ª que hay que adecuar el nivel de fuerza de las tropas para cubrir todo el pa¨ªs". Y eso ahora, con 6.000 africanos y 2.000 franceses, no es posible. Para reforzar el contingente extranjero en el pa¨ªs, la cumbre Uni¨®n Europea-?frica programada para los d¨ªas 2 y 3 de abril prev¨¦ reservar un hueco al conflicto centroafricano, con presencia de la actual presidenta del pa¨ªs y exalcaldesa de Bangui, Catherine Samba-Panza.

Bruselas se ha comprometido a enviar 400 soldados a la zona, pero a¨²n tiene que fijar la estructura log¨ªstica de apoyo.