Europa intenta mantener su peso en ?frica ante el auge de China

Europa ofrece ayuda al desarrollo y ?frica quiere inversi¨®n. La IV cumbre euroafricana, la m¨¢s nutrida de cuantas han acogido las instituciones comunitarias, ha echado el cierre este jueves en Bruselas sin logros concretos m¨¢s all¨¢ de una hoja de ruta sobre inmigraci¨®n, seguridad y desarrollo. Ante la ausencia de contenido de calado, el encuentro se ha convertido en el escenario perfecto para que la UE representara su papel de gran potencia con inter¨¦s ¡°estrat¨¦gico¡± en el continente vecino ¡ªen respuesta al apetito de China por sus recursos naturales¡ª y para que los pa¨ªses africanos expresaran su descontento con el actual statu quo y reclamaran mayor cuota de protagonismo en el nuevo orden mundial.

Bajo el mantra m¨¢s repetido en los ¨²ltimos a?os al referirse a ?frica ¡ª¡°el continente de las oportunidades¡±¡ª, los presidentes del Consejo y de la Comisi¨®n Europea, Herman Van Rompuy y Jos¨¦ Manuel Barroso, optaron por un doble mensaje en la clausura de la cumbre: seductor para los 41 l¨ªderes africanos y contundente frente a la creciente presencia china. ¡°La ayuda el desarrollo es m¨¢s que un imperativo humano, es una inversi¨®n estrat¨¦gica¡±, ha dejado caer Barroso en la clausura de la cumbre. A su lado, Van Rompuy detallaba la leve mejor¨ªa en las cifras de cooperaci¨®n.

El plant¨®n de Zuma y Mugabe aument¨® la sensaci¨®n de que ahora es ?frica quien tiene la sart¨¦n por el mango

Este mensaje, invariable desde la ¨²ltima cumbre UE-?frica de 2007, es insuficiente a ojos de la delegaci¨®n africana. Pese a la fragilidad interna de muchos pa¨ªses del continente, el despegue de sus econom¨ªas ¡ªsi se cumplen las previsiones, crecer¨¢n un 6% en 2014 frente al exiguo 1,5% de la UE¡ª ha instalado a los Estados africanos en el punto de mira de los inversores asi¨¢ticos y ha situado a sus mandatarios en la escena internacional. El inesperado plant¨®n de Jacob Zuma, presidente de Sud¨¢frica, el pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero del continente, que menospreci¨® la importancia del encuentro, y de su hom¨®logo de Zimbawe, Robert Mugabe, que declin¨® la invitaci¨®n despu¨¦s de que la UE denegara el visado a su esposa, aumentan la sensaci¨®n de que ahora es ?frica quien tiene la sart¨¦n por el mango.

¡°Nuestras ventajas comparativas son complementarias con las de Europa¡±, ha enfatizado la presidenta de la Uni¨®n Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, al tiempo que sacaba m¨²sculo sobre el potencial del continente. ¡°Mientras Europa envejece, ?frica ser¨¢ el ¨²nico continente con una fuerza laboral joven en 2050; ?frica tiene el 60% de las tierras cultivables del mundo y grandes espacios mar¨ªtimos sin explorar y Europa dispone de la tecnolog¨ªa para su explotaci¨®n¡±. Con estas palabras, Dlamini-Zuma afianza el cambio de tendencia en lo que a las relaciones UE-?frica se refiere y pasa del lenguaje de las ayudas, en el que Europa a¨²n permanece instalada, al de la inversi¨®n. ¡°No queremos subvenciones para infraestructuras, creemos que la inversi¨®n puede ser rentable. Queremos trabajar codo con codo con la UE¡±, ha zanjado la m¨¢xima representante africana en la cumbre.

M¨¢s all¨¢ de los grandilocuentes discursos y las loas mutuas propias de estos encuentros oficiales, los datos ponen nombre y apellidos a la mayor amenaza para los intereses europeos en ?frica: China. Entre 2009 y 2012, el pa¨ªs asi¨¢tico increment¨® su inversi¨®n directa en el continente a raz¨®n de un 20,5% anual, pasando de 6.800 a 15.500 millones de euros. ¡°Europa compra productos manufacturados y China s¨®lo adquiere materias primas¡±, justifican en Bruselas. La mayor f¨¢brica del mundo ha encontrado en ?frica el socio perfecto y la UE, cumbre mediante, no logra dar con una estrategia que satisfaga al continente vecino y frene su hasta hoy imparable deriva asi¨¢tica.