Casi mil colombianos han sufrido ataques con ¨¢cido en la ¨²ltima d¨¦cada

Primero fue Natalia Ponce de Le¨®n, una joven de 33 a?os que vive al norte de Bogot¨¢. El ataque se produjo en la entrada del edificio donde reside. All¨ª un hombre le arroj¨® una mezcla de ¨¢cido y pegamento a trav¨¦s de una reja, caus¨¢ndole quemaduras en el 24% de su cuerpo. Luego, en el sur de Bogot¨¢, Sorleny Pulgar¨ªn, de 23 a?os, fue atacada por la espalda por una vecina con la que hab¨ªa discutido. De nuevo, la mezcla fue ¨¢cido con pegamento.

Las dos fueron llevadas r¨¢pidamente a centros m¨¦dicos y aunque Sorleny sufri¨® quemaduras de segundo y tercer grado en su cabeza, uno de sus hombros y espalda, pudo salvar su rostro. Pero peor suerte corri¨® Natalia, que hoy lucha en un hospital donde ya ha sido intervenida en varias ocasiones. Los m¨¦dicos buscan reducir al m¨¢ximo las secuelas de las quemaduras no solo en su rostro, sino en el cuello, abdomen y parte de sus piernas y trabajan con injertos de piel.

El drama de Natalia ha conmocionado a los colombianos que se han volcado a las redes sociales y tambi¨¦n a las calles, pidiendo que este tipo de ataques salvajes no queden en la impunidad. El presidente Juan Manuel Santos tambi¨¦n conden¨® los ataques y ofreci¨® una recompensa de 75 millones de pesos colombianos -cerca de 38 mil d¨®lares- a quienes denuncien o den informaci¨®n sobre el paradero de los agresores. ¡°Este es un crimen realmente atroz y deplorable¡±, dijo Santos el jueves en la ciudad de Cali.

Lo que indigna a los colombianos es que Natalia y Sorleny no son las primeras v¨ªctimas de esta cruel agresi¨®n en el pa¨ªs, que se ha convertido en una de las peores formas de violencia por las secuelas f¨ªsicas que deja. En los ¨²ltimos 10 a?os se han presentado 926 ataques, 565 a mujeres, seg¨²n cifras de Medicina Legal y la impunidad reina. ¡°Es inconcebible que a estas alturas del partido una pr¨¢ctica tan b¨¢rbara como esa, tan impactante, siga ocurriendo en nuestra sociedad. En nuestra capital, a plena luz del d¨ªa, como si todav¨ªa vivi¨¦ramos en la Edad Media¡±, dice el editorial de hoy del diario capitalino El Espectador.

Durante 2011, se hicieron p¨²blicos numerosos casos de mujeres quemadas con ¨¢cido que sobreviven con sus rostros llenos de cicatrices. Uno de esos casos ocurri¨® en Gir¨®n, un municipio de Santander, en el centro del pa¨ªs, cuando a Nubia Patricia Carre?o, una vendedora de jugos, le rociaron ¨¢cido en la cara, en el cuello, en los brazos, en el hombro y en una de sus manos. Hoy, adem¨¢s de las cicatrices, est¨¢ ciega y se ha sometido a m¨¢s de 11 cirug¨ªas que ha podido pagar con ayuda de donaciones.

El drama de estas v¨ªctimas es may¨²sculo. Gina Potes, considerada como la primera v¨ªctima de ataques con agentes qu¨ªmicos en Colombia, cre¨® una fundaci¨®n llamada Reconstruyendo Rostros, que se dedica precisamente a trabajar para que las v¨ªctimas de ataques con ¨¢cido como ella reciban una atenci¨®n integral, ya que encuentran obst¨¢culos en el sistema de salud, en lo laboral y en lo judicial.

En julio del a?o pasado las medidas para proteger a las v¨ªctimas de esta macabra modalidad de ataque parecieron tomar un nuevo rumbo cuando el presidente promovi¨® una ley que endurece las penas para quienes ataquen a sus v¨ªctimas con ¨¢cido (condenas entre seis y hasta 15 a?os) y tambi¨¦n hace referencia a c¨®mo controlar la venta de ¨¢cidos y sustancias derivadas, e incluso contempla un plan de atenci¨®n integral a los afectados.

Aunque lo que segu¨ªa era reglamentar la ley, para lo cual el gobierno ten¨ªa seis meses, estos se vencieron el pasado 2 de enero. De eso se han enterado los colombianos con el caso de Natalia Ponce de Le¨®n. El Congreso ha llamado a rendir cuentas a los ministros de Defensa y de Salud y a otros funcionarios para saber qu¨¦ se ha hecho para frenar que sigan aumentando el n¨²mero de v¨ªctimas y tambi¨¦n para castigar a los agresores. Por su parte, funcionarios del ministerio de Salud han asegurado que el sistema de sanidad cubre todas las cirug¨ªas reconstructivas que requieran las v¨ªctimas de ataques con ¨¢cido, as¨ª como el apoyo psicol¨®gico.

En la noche del viernes, la Polic¨ªa, en una operaci¨®n conjunta con la Fiscal¨ªa, captur¨® al que ser¨ªa el presunto agresor de Natalia, un hombre de 32 a?os identificado como Jonathan Vega, vecino de la infancia. Seg¨²n las autoridades, Vega tiene quemaduras en sus brazos y en una de sus piernas, que se las habr¨ªa causado con la misma sustancia con la que atac¨® a Natalia. Ahora deber¨¢ responder por el delito de tentativa de homicidio.