Activistas prorrusos toman tres edificios gubernamentales en el este de Ucrania
El grupo separatista Rep¨²blica de Donetsk pretende convocar un refer¨¦ndum similar al de Crimea para incorporar la regi¨®n a Rusia
La escalada de la confrontaci¨®n entre los partidarios de las nuevas autoridades de Ucrania y las fuerzas prorrusas del este del pa¨ªs ha dado este domingo un paso m¨¢s con el asalto de edificios gubernamentales en Donetsk y Lugansk, los dos bastiones de la minor¨ªa rus¨®fona, as¨ª como en Jarkiv, la segunda ciudad del pa¨ªs. Aunque no es la primera vez que los partidarios de Mosc¨² toman sedes de la Administraci¨®n en la zona, s¨ª se trata de una advertencia seria, firmada en el primero de los casos por el grupo separatista Rep¨²blica de Donetsk, y con un objetivo claro, la convocatoria de un refer¨¦ndum similar al del pasado 16 de marzo en Crimea para incorporar la regi¨®n a la Federaci¨®n Rusa.
El presidente en funciones de Ucrania, Olexandr Turch¨ªnov, ha cancelado un viaje a Lituania para dirigir personalmente la ¡°campa?a contra el separatismo¡± en la zona al frente de todas las agencias de seguridad del pa¨ªs, mientras el ministro del Interior, Arsen Avakov, acus¨® directamente al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, y al expresidente ucranio V¨ªctor Yanuk¨®vich de ¡°instigar y financiar la nueva oleada de disturbios separatistas¡±, protagonizados por ¡°no demasiados activistas, pero s¨ª muy agresivos¡±. A trav¨¦s de su perfil de Facebook, Avakov prometi¨® restaurar la calma en la zona sin recurrir a la violencia.
En Donetsk, capital de la regi¨®n hom¨®nima ¨Ctambi¨¦n conocida como Donbass, el coraz¨®n industrial de Ucrania-, varios cientos de activistas del movimiento Rep¨²blica de Donetsk accedieron a la sede del gobierno regional ante la aparente inacci¨®n de la polic¨ªa, que no intervino ni utiliz¨® los ca?ones de agua para dispersarlos. Dando gritos a favor de Putin, Crimea y Donbass, los radicales se encaramaron a la terraza e izaron la bandera rusa; despu¨¦s dieron un ultim¨¢tum a las autoridades locales para convocar una reuni¨®n de emergencia que estableciera la fecha del refer¨¦ndum. En Lugansk, separatistas prorrusos tomaron la sede de los servicios de seguridad para reclamar la liberaci¨®n de varios compa?eros detenidos en protestas previas; el jefe policial de la ciudad abri¨® personalmente las celdas y los activistas quedaron libres. Dos personas resultaron heridas durante los disturbios. Finalmente, en Jarkiv, se produjeron enfrentamientos entre los partidarios del Maid¨¢n y los del Kremlin, y la sede del gobierno local fue tambi¨¦n asaltada a ¨²ltima hora de la tarde.
Con el nombramiento de varios oligarcas como gobernadores en puntos conflictivos del este ¨Centre ellos Donetsk-, Kiev intenta in extremis apuntalar la estabilidad de la regi¨®n con personajes de peso, bien conocidos y poderosos. Pero esas designaciones no han hecho sino inflamar los ¨¢nimos de los prorrusos. ¡°Que el gobernador de Donetsk sea un oligarca [Serguei Taruta] es muy ofensivo para la gente que pasa dificultades¡±, explicaba hace una semana a este diario Andrei Purgin, l¨ªder de Rep¨²blica de Donetsk. ¡°En Kiev ha habido una revoluci¨®n, y me temo que lo mismo va a suceder aqu¨ª, una revuelta sin posibilidad de marcha atr¨¢s. Me remito a unas cuantas pruebas: en los ¨²ltimos d¨ªas, ha habido varios ataques de baja intensidad contra oficinas de Taruta y se han incendiado algunas comisar¨ªas de polic¨ªa¡±.
Como otros grupos radicales del este de Ucrania, Rep¨²blica de Donetsk defiende la convocatoria de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. ¡°Queremos preguntar a la gente qu¨¦ es lo que quiere, si una federaci¨®n [con Ucrania] o unirse a Rusia, como ha hecho Crimea¡±, contaba Purgin; ¡°el refer¨¦ndum es hoy por hoy una opci¨®n dif¨ªcil en el este de Ucrania; yo personalmente me conformar¨ªa con un estatus parecido al de Baviera en Alemania¡±.
La existencia de fuerzas de autodefensa en ambos bandos, y el germen de movimientos de partisanos eventualmente capaces de tomar las armas, multiplica por cien el riesgo de que la crisis entre en una nueva fase. ¡°No puedo prever qu¨¦ pasar¨¢, la situaci¨®n es inflamable y vol¨¢til. No descarto en absoluto la acci¨®n de movimientos de partisanos de car¨¢cter social¡±, conclu¨ªa Purgin.
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