La fe de Marina Silva
La pol¨ªtica, en un r¨¦gimen democr¨¢tico, no debe estar contaminada por la religi¨®n
?Tiene importancia pol¨ªtica el hecho de que Marina Silva sea una creyente? He encontrado amigos que me han dicho: ¡°La votar¨ªa si no fuese evang¨¦lica¡±. ?Tienen color religioso las urnas?
La fe en alguna creencia es algo personal e ¨ªntimo que no tiene por qu¨¦ influir en la pol¨ªtica. Si Marina Silva fuera agn¨®stica o atea ?dejar¨ªa por ello de poder ser una buena gobernante? Brasil es un pa¨ªs laico, con separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado, donde existe libertad religiosa. Cada uno puede creer o no creer en algo. La pol¨ªtica, en un r¨¦gimen democr¨¢tico, no debe estar contaminada por la religi¨®n.
Marina Silva fue alfabetizada a los 16 a?os por unas religiosas y profes¨® la fe cat¨®lica. Milit¨® en los movimientos que se inspiraban en la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n cuando segu¨ªa al recolector de caucho Chico Mendes. Fueros esas mismas comunidades de base progresista y, en general, los cat¨®licos los que llevaron, por ejemplo, a Lula a la Presidencia de la Rep¨²blica, seg¨²n ¨¦l mismo confirm¨® en una entrevista a este diario.
La muerte violenta del l¨ªder ambientalista Chico Mendes por defender a los trabajadores del campo influenci¨® la conciencia social y ecol¨®gica de la joven Marina. M¨¢s tarde, abatida por una dura enfermedad que le llev¨® a las puertas de la muerte, entr¨® en la Iglesia Evang¨¦lica.
Es una persona de fe pero a la que no se le conocen gestos de fanatismo. En algunos temas delicados de libertad de conciencia - como la uni¨®n entre homosexuales - es m¨¢s abierta incluso que muchos cat¨®licos.
Entrevist¨¦ dos veces a Marina Silva. La primera, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de ser designada ministra de Medio Ambiente en el primer Gobierno de Lula. Viv¨ªa en un piso sencillo de clase media en Brasilia. Conversamos sobre los errores de la pol¨ªtica. ?Por qu¨¦ tanta gente tiene un concepto tan negativo de los pol¨ªticos y gobernantes?
Silva - que es una lectora de la Biblia (?ser¨¢ eso un pecado?) - me record¨® el pasaje del G¨¦nesis, 21,33 en el que se cuenta que Abraham - considerado el patriarca de los creyentes - ya anciano, plant¨® un ¨¢rbol, un tamarisco. Me coment¨® que alguien podr¨ªa considerar in¨²til aquel gesto del patriarca ya que ¨¦l no ver¨ªa el ¨¢rbol crecido dada su avanzada edad.
No entend¨ª en aquel momento qu¨¦ ten¨ªa que ver aquel pasaje b¨ªblico con los pol¨ªticos poco amados por la gente. Me explic¨® que Abraham, cuando plant¨® el tamarisco, sab¨ªa que no ser¨ªa para ¨¦l. Lo hizo pensando en la siguiente generaci¨®n. Era un gesto de altruismo. Los pol¨ªticos, por el contrario - seg¨²n ella misma -, casi todo lo que hacen es en funci¨®n de lo inmediato para sacarle provecho personal, sin pensar en un proyecto de pa¨ªs o de ciudad para los que vendr¨¢n 20 a?os m¨¢s tarde. Todo ello porque, en general, los pol¨ªticos, seg¨²n ella, piensan m¨¢s en su reelecci¨®n que en los programas de largo plazo que no les servir¨ªan para ese fin, como los de defensa del medio ambiente.
?Un an¨¢lisis as¨ª de la Biblia en boca de una pol¨ªtica como Marina Silva puede verse como fanatismo religioso? Hay quien teme tambi¨¦n que siendo evang¨¦lica su Iglesia nunca le permitir¨ªa, por ejemplo, legislar a favor de la libertad de aborto. Se olvidan de que Dilma Rousseff, por ejemplo, para poder ser elegida tuvo que aceptar el compromiso ante las diversas confesiones religiosas - empezando por los cat¨®licos - de no abordar durante su presidencia el tema de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Acept¨® el compromiso y lo cumpli¨®, y las mujeres brasile?as siguen sin poder decidir sobre su propio cuerpo.
Marina Silva podr¨¢ no ser votada y con raz¨®n por tantos otros motivos que deben existir entre los electores. No estoy haciendo campa?a por ella. Yo, como espa?ol, ni siquiera voto en Brasil. Los motivos, sin embargo, deber¨ªan ser pol¨ªticos, no religiosos. Y como ser¨ªa racismo el no votarla por ser negra, ser¨ªa igualmente ofensivo y racista el no hacerlo por el hecho de ser una mujer con fe religiosa, sobre todo porque en sus ya largos a?os de militancia pol¨ªtica, Marina Silva nunca antepuso su fe a sus obligaciones profesionales.
Muchos otros candidatos pol¨ªticos incluso agn¨®sticos no solo no despreciaron nunca, que yo sepa, los votos de los evang¨¦licos sino que los aceptaron a veces de forma hasta descarada. Eso significa que esos votos son tan dignos y democr¨¢ticos como los de los cat¨®licos, jud¨ªos o ateos, o que solo Marina Silva no ser¨ªa merecedora de ellos.
Quienes no deber¨ªan votarla son todos aquellos insensibles a los problemas de defensa del Planeta, aquellos a quienes no les importa que sigamos destruyendo la Tierra, porque en eso Marina Silva es mucho m¨¢s beligerante que en su fe religiosa.
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