A cada uno lo suyo
Brasil no es un pa¨ªs en guerra, pero es dif¨ªcil hac¨¦rselo entender a los extranjeros
Primero fue la FIFA la que redact¨® una cartilla para los turistas que llegar¨¢n a Brasil para el Mundial de Futbol que rayaba en lo rid¨ªculo y que lleg¨® a aconsejar castidad a los extranjeros al mismo tiempo que retrataba a los brasile?os despectivamente, ya que hablar con ellos era como hacerlo ¡°contra una pared¡±.
La FIFA se hab¨ªa sin embargo olvidado de hacer recomendaciones sensatas sobre los peligros reales que existen en algunas de las ciudades que acoger¨¢n los partidos, como que algunos violentos puedan aprovechar para asaltarles o robarles.
Ahora es la seria Alemania, a trav¨¦s de su Ministerio de Asuntos Exteriores, la que ha hecho p¨²blico un informe sobre la grave peligrosidad en materia de seguridad p¨²blica en Brasil a los ciudadanos de aquel pa¨ªs que hayan decidido viajar para asistir a la Copa.
Y una vez m¨¢s, Brasil ha sido objeto de excesiva severidad. Quien no conozca este pa¨ªs y lea el largo informe de la diplomacia alemana podr¨¢ pensar que el Mundial se va a celebrar en Ir¨¢n o en Ucrania, por citar dos pa¨ªses en conflictos b¨¦licos. No, Brasil no es un pa¨ªs en guerra, aunque es verdad que es uno de los lugares con alto ¨ªndices de violencia, sea por parte de narcotraficantes, sea por una polic¨ªa que a¨²n mantiene resabios de la dureza y falta de sentido democr¨¢tico de los tiempos de la dictadura militar.
Que hoy las canciller¨ªas de los pa¨ªses m¨¢s comprometidos con el Mundial recuerden que Brasil, como otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, sufre de una fuerte carga de violencia e inseguridad ciudadana en algunas de sus grandes urbes, es justo y hasta deseable, para que nadie llegue aqu¨ª desprevenido.
Lo que no es ni elegante ni justo con la verdad es pintar a este pa¨ªs -s¨¦ptima potencia econ¨®mica mundial, con altos ¨ªndices de modernidad y con gran riqueza cultural- como si se tratara de una antigua rep¨²blica bananera donde sus habitantes son insaciables en sus apetitos sexuales, poco serios en todo, dispuestos a aprovecharse del que llegue para atraparlo entre sus garras.
Si la FIFA pod¨ªa haberse ahorrado el rid¨ªculo ofrecimiento a los turistas de guardar castidad durante el Mundial, Alemania pod¨ªa haber prescindido, entre su larga lista de consejos (algunos muy justos) de pedir a los aficionados que no acompa?en a una prostituta ¡°a un hotel escogido por ella¡±.
Los brasile?os tienen todo el derecho de exigir a sus gobernantes una pol¨ªtica m¨¢s eficaz contra una violencia que siega 50.000 vidas cada a?o con armas de fuego. Y son los pol¨ªticos, en buena parte, los responsables de que desde fuera se vea a Brasil como un pa¨ªs en guerra, del tercer mundo, donde no te puedes fiar de nadie.
La diplomacia alemana quiz¨¢s haya exagerado en crear un tanto de paranoia en los que vendr¨¢n al Mundial, pero ?qu¨¦ ha hecho la diplomacia de Brasil para dar a conocer fuera que, en realidad, los brasile?os son gentes de paz, acogedoras, capaces de ser felices con menos que muchos otros privilegiados?
Brasil no es un pa¨ªs en guerra ni con vocaci¨®n guerrera, pero es dif¨ªcil hacerles entender eso a los extranjeros cuando la canciller¨ªa de este pa¨ªs hace mimos a pa¨ªses como Ir¨¢n, Venezuela o Cuba o no protesta contra las amenazas a la paz mundial del presidente de Rusia, con sus planes de intervenir en Ucrania absteni¨¦ndose de condenar esos escarceos b¨¦licos.
A cada uno lo suyo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.