Un obispo luterano manejar¨¢ el gabinete del presidente de Costa Rica

La primera actividad p¨²blica de Luis Guillermo Sol¨ªs como presidente electo de Costa Rica fue una reuni¨®n ecum¨¦nica en una iglesia cristiana protestante . El lunes 7 de abril, doce horas despu¨¦s de dar su discurso triunfal con un acento may¨²sculo en la palabra ¡°cambio¡±, el futuro mandatario se estren¨® rodeado de cl¨¦rigos de distintas iglesias en un encuentro de oraci¨®n organizado por Melvin Jim¨¦nez, el ¨²nico obispo luterano en la Costa Rica cat¨®lica, el ¨²nico pa¨ªs de Am¨¦rica cuya Constituci¨®n Pol¨ªtica establece religi¨®n oficial para el Estado.

Ese mismo Melvin Jim¨¦nez, un extra?o en la pasarela pol¨ªtica costarricense se estrenaba como figura de poder vestido de p¨²rpura y con alzacuello clerical. Una semana despu¨¦s, cuando Sol¨ªs lo anunci¨® de primero en la lista de sus ministros, ya vest¨ªa de corbata. Ser¨¢ la mano derecha del presidente electo, quien este viernes ha recibido la credencial oficial del Tribunal Supremo de Elecciones, para que comience a gobernar a partir del 8 de mayo. El presb¨ªtero luterano, soci¨®logo y te¨®logo de estudios pero activista social por su trayectoria, ocupar¨¢ el cargo de Ministro de la Presidencia con funciones de portavoz de gobierno, coordinador del gabinete e interlocutor con sectores pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos.

La designaci¨®n se explica por el grado de confianza de Sol¨ªs con su exprofesor de ¨¦tica en la secundaria en el Colegio Metodista, pero nombrar a un obispo protestante al frente del gabinete no puede pasar inadvertido en un pa¨ªs inmerso en el debate de reformar su Constituci¨®n Pol¨ªtica para dejar de ser un Estado cat¨®lico.

¡°Costa Rica debe avanzar hacia un Estado laico¡±, ha dicho Luis Guillermo Sol¨ªs, un cat¨®lico practicante a medias, quien desde el principio anunci¨® que no ir¨ªa a agradecer ni encomendarse a la Virgen de los ?ngeles, patrona de Costa Rica cuya imagen est¨¢ basada en la ciudad de Cartago, 22 kil¨®metros al este de la capital.

La discusi¨®n se complica cuando Sol¨ªs advierte que quiere un Estado laico, ¡°pero un Estado con Dios¡±, quiz¨¢ consecuente con sus creencias o consciente de que algo m¨¢s radical resultar¨ªa chocante en un pa¨ªs donde m¨¢s del 60% de la poblaci¨®n profesa la fe cat¨®lica, que hace mancuerna con otras iglesias protestantes frente a las iniciativas de reformas legales en temas sensibles para la moral cristiana. La discusi¨®n se torna m¨¢s complicada que cambiarle cinco palabras a la Constituci¨®n Pol¨ªtica; en el ambiente hay proyectos para reconocimiento legal de parejas homosexuales, la fecundaci¨®n in vitro, las investigaciones biom¨¦dicas y, m¨¢s incipiente, el aborto. Adem¨¢s hay preguntas sobre las transferencias estatales a las cuentas de la Iglesia y el contenido de la asignatura de religi¨®n en las escuelas p¨²blicas.

El obispo Jim¨¦nez no es para nada un conservador moral. Pertenece a la corriente m¨¢s liberal de la iglesia Luterana y ha sido uno de los nombres recurrentes de los colectivos pro derechos de homosexuales para mostrar la diversidad de sus respaldos. Aunque declara que su modelo pol¨ªtico es Jesucristo, su a?eja relaci¨®n con c¨ªrculos sociales ajenos al poder formal se refleja tambi¨¦n en la empat¨ªa con las causas de minor¨ªas.

En el gabinete de Sol¨ªs, Jim¨¦nez no representa a la comunidad luterana, un grupo religioso que llega a apenas a unos 5.000 miembros en Costa Rica. Su presencia al frente del gabinete se explica m¨¢s por razones pol¨ªticas y los planes de Sol¨ªs de gobernar m¨¢s cerca de sectores sociales o gremiales. El pr¨®ximo mandatario quiere ir m¨¢s all¨¢ del sistema pol¨ªtico tradicional, cuyo desgaste ayud¨® al triunfo del Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC) en la segunda ronda electoral del 6 de abril, con 1,3 millones de votos, para llevar a Sol¨ªs a sustituir a Laura Chinchilla, una devota cat¨®lica que ha contado con los dirigentes de esta iglesia entre los pocos aliados permanentes en su criticado gobierno.

Melvin Jim¨¦nez, divorciado como tambi¨¦n es Luis Guillermo Sol¨ªs, ser¨¢ uno de los rostros del nuevo gobierno, a pesar de la molestia de algunos sectores cat¨®licos que consideran ¡°discriminatoria¡± su designaci¨®n. Esto, porque se basa en la interpretaci¨®n de que solo los cat¨®licos est¨¢n aludidos por una norma constitucional que proh¨ªbe cl¨¦rigos en el gabinete. Resoluciones de a?os recientes del Tribunal de Elecciones respaldan la decisi¨®n de Sol¨ªs, pero las dudas siguen flotando entre dirigentes cat¨®licos, de por s¨ª expectantes por el impulso de Sol¨ªs a favor de un Estado laico. No es ruptura ni conflicto (Sol¨ªs asisti¨® a la misa el d¨ªa de las elecciones), pero las cosas est¨¢n cambiando.