Vence sin acuerdo el plazo de las negociaciones entre Israel y Palestina
Las dos partes se culpan mutuamente del fracaso de la conversaciones impulsadas por EE UU El secretario de Estado de Washington, John Kerry, busca una pr¨®rroga
El plazo para las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos venci¨® el martes con ambas partes tan alejadas como al principio. Han sido nueve meses de reuniones maratonianos e incesantes contactos patrocinados por el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, que? a¨²n se resiste a reconocer el fracaso de su iniciativa estrella. Las partes, en cambio, se culpan mutuamente de la en¨¦sima paz fallida.
El Gobierno del conservador Benjam¨ªn Netanyahu insiste en la responsabilidad palestina en el fracaso. Con gesto m¨¢s aburrido que resignado, un alto cargo gubernamental que reclama el anonimato explicaba el martes en Jerusal¨¦n que Israel ¡°intent¨® prolongar las negociaciones m¨¢s all¨¢ del plazo, pero no hubo respuesta¡± desde Ramala, la sede cisjordana de la Autoridad Palestina (AP) que preside Mahmud Abbas. Esta fuente del Gobierno israel¨ª, muy familiarizada con las negociaciones, culpa a Abbas de haber dado la puntilla al proceso cuando anunci¨®, hace una semana, el acuerdo de reconciliaci¨®n entre Al Fatah ¡ªprincipal partido de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) que lidera Abbas en Cisjordania¡ª y Ham¨¢s, el partido islamista que gobierna la Franja de Gaza.
La OLP, por su parte, acusa a Israel de haber ignorado sistem¨¢ticamente diversos tratos que deb¨ªan permitir el proceso de paz, como la liberaci¨®n de la cuarta tanda de prisioneros palestinos prevista para esta primavera o la congelaci¨®n de la construcci¨®n de viviendas en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. El martes, Abbas nombr¨® esas dos condiciones para que el proceso de paz pueda continuar m¨¢s all¨¢ del plazo por otros tres meses.
Netanyahu suspendi¨® indefinidamente las conversaciones con Abbas un d¨ªa despu¨¦s de que se anunciara la reconciliaci¨®n de la OLP con Ham¨¢s y su intenci¨®n de formar un Gobierno de unidad antes de cinco semanas. Israel, ha dicho, no negociar¨¢ con una organizaci¨®n (Ham¨¢s) que le niega el derecho a la existencia. Abbas debe ¡°elegir entre la paz y Ham¨¢s¡±, seg¨²n ha repetido. Washington reaccion¨® exigiendo al futuro Gobierno palestino que asuma los compromisos adquiridos por la Autoridad Palestina, entre ellos la renuncia a la violencia y el reconocimiento del Estado de Israel. Pero Netanyahu insiste en que ese gesto debe hacerlo Ham¨¢s. En caso contrario, Israel no negociar¨¢ con un Gobierno en el que participe la organizaci¨®n islamista, sea directa o indirectamente. Como si no hubiera diferencias con sus aliados de Washington, el alto cargo israel¨ª asegur¨® el martes que ¡°tampoco Estados Unidos querr¨ªa negociar con un Gobierno que tenga terroristas en la trastienda¡±.
Pero s¨ª hay diferencias. Kerry ha sido mucho m¨¢s tibio que Netanyahu al valorar el pacto entre Ham¨¢s y los de Abbas. Por prudencia, en primer lugar, puesto que en el pasado ya fracasaron proyectos similares. Si sale adelante, Washington ha llamado a ¡°esperar para ver¡± qui¨¦n lo compone y como responde a las condiciones previas a la negociaci¨®n. El hundimiento de las negociaciones es un grave rev¨¦s para Obama y para su entusiasta secretario de Estado.
El propio Kerry dio la medida de su enfado ante el nulo resultado de su costosa mediaci¨®n. En unas declaraciones a puerta cerrada difundidas el lunes por la revista The Daily Beast, Kerry alert¨® de que Israel ¡°se arriesga¡± a degenerar en ¡°un Estado de apartheid, con ciudadanos de segunda clase¡±, si no se avanza en la creaci¨®n de un Estado palestino y persiste la ocupaci¨®n. El secretario de Estado de Obama se retract¨® m¨¢s tarde de la analog¨ªa, que un alto cargo israel¨ª minimizaba el martes encogi¨¦ndose de hombros: ¡°Cualquiera puede ver que Israel es una democracia y un Estado de derecho¡±. Enumer¨® el israel¨ª una serie de ¡°asuntos pendientes de resoluci¨®n¡± con los palestinos como los t¨²neles de contrabando o la seguridad de los aeropuertos.
Asegur¨® que Israel ¡°no quiere absorber los territorios palestinos¡± y que el Ejecutivo israel¨ª tampoco quiere ¡°que se perpet¨²e el statu quo¡±. Pese a que algunas voces derechistas en la coalici¨®n que preside Netanyahu ya hablan de anexionar los territorios cisjordanos habitados por colonos y de olvidarse de un Estado palestino, en Jerusal¨¦n sostienen que la meta pol¨ªtica sigue siendo una soluci¨®n con dos Estados.
¡°Cuarenta veces me he reunido con John Kerry en los ¨²ltimos nueve meses¡±, se asombraba Mahmud Abbas el s¨¢bado en la Mukata, su complejo gubernamental en Ramala. El jefe de la Autoridad Palestina defendi¨® su trato con Ham¨¢s y reiter¨® que el futuro Gobierno de unidad, que presidir¨¢ ¨¦l mismo, reconocer¨¢ el Estado de Israel y todos los acuerdos previos de la Autoridad Nacional. En la OLP se muestran convencidos de la viabilidad de la reconciliaci¨®n, que en cambio muchos en Israel ponen en duda. En el pasado naufragaron varios intentos similares de convivencia entre Ham¨¢s y la OLP de Abbas, que en 2007 se repartieron violentamente los Territorios Palestinos. Ham¨¢s controla la Franja de Gaza, donde se recibi¨® con alegr¨ªa el anuncio de un acuerdo que podr¨ªa contribuir a que mejore la desastrosa calidad de vida en la zona, cercada por Israel y aislada internacionalmente.
Si siguen siendo incapaces de volver a la mesa negociadora, israel¨ªes y palestinos podr¨ªan enzarzarse en un duelo de presi¨®n y reacci¨®n que en el pero de los casos terminar¨ªa ahogando econ¨®micamente a la Autoridad Palestina, que depende para financiarse de las ayudas internacionales y de la recaudaci¨®n fiscal que le organiza Israel. Abbas ha amenazado reiteradamente con la disoluci¨®n de la AP, lo cual obligar¨ªa a Israel a hacerse cargo de los territorios como potencia de ocupaci¨®n. Un escenario preocupante para todos los implicados.
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