La OPAQ investigar¨¢ el uso de cloro por el Ej¨¦rcito de El Asad en Siria
La Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas cree que Siria ha ¡°eliminado" un 90% de sus existencias. Occidente indaga sobre posibles nuevos ataques qu¨ªmicos
El anuncio, el pasado lunes, de que el Bachar el Asad se presenta a las presidenciales sirias se est¨¢ viendo seguido de una serie de ataques a las zonas controladas por su Ej¨¦rcito en la guerra civil que se libra en el pa¨ªs desde hace m¨¢s de tres a?os. El Asad, que recientemente declar¨® su confianza en que la contienda se inclina a su favor, contin¨²a mientras tanto sus duros ataques a los bastiones urbanos rebeldes en Homs y en Alepo, castigados con baratas e indiscrimadas bombas de barril. Estados Unidos y Francia dicen tener pruebas de que el r¨¦gimen ha perpetrado diversos ataques con gases t¨®xicos de cloro desde el pasado febrero.
El domingo venci¨® uno de los plazos para que el r¨¦gimen de El Asad entregue todo su arsenal de armas qu¨ªmicas, que deben ser destruidas fuera del pa¨ªs. La Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas (OPAQ) enviar¨¢ una misi¨®n a Siria para investigar el uso de cloro por parte del ej¨¦rcito de Asad. El gas de cloro en estado puro es algo menos da?ino que otros compuestos de uso b¨¦lico como el gas mostaza, pero tambi¨¦n puede matar y se ha usado en diversas guerras. Seg¨²n denunciaron activistas opositores al r¨¦gimen, los leales a El Asad arrojan desde helic¨®pteros bombas con este elemento venenoso en zonas habitadas por civiles.
La OPAQ explic¨® que el r¨¦gimen sirio ha aceptado esta misi¨®n de control internacional. En su defensa, el Ej¨¦rcito aduce que el gas fue usado un grupo de insurgentes vinculado a Al Qaeda. Varias facciones de la oposici¨®n a El Asad se combaten mutuamente una sangrienta guerra dentro de la guerra.
La confirmaci¨®n de estos ataques qu¨ªmicos por parte del r¨¦gimen revelar¨ªa la ruptura unilateral de los acuerdos internacionales alcanzados con la mediaci¨®n de Rusia el pasado oto?o. Poco antes, Washington hab¨ªa considerado una intervenci¨®n militar de castigo a El Asad por su uso de este armamento en zonas civiles. Damasco se comprometi¨® a entregar todo su arsenal qu¨ªmico y, de acuerdo con la OPAQ, ya ha ¡°eliminado" alrededor del 90% de sus existencias.
El cloro tiene diversos usos civiles y no est¨¢ incluido en la lista de productos qu¨ªmicos prohibidos por el tratado que El Asad firm¨® en oto?o. Tampoco entra en esta estad¨ªstica de la OPAQ. No obstante, el tratado con el que se comprometi¨® El Asad proh¨ªbe el uso como arma de cualquier compuesto qu¨ªmico.
El relativamente correcto progreso del desarme qu¨ªmico podr¨ªa explicar la reciente oleada de ataques con gas de cloro que denuncian las organizaciones opositoras a El Asad. A falta de material adecuado para el uso de compuestos qu¨ªmicos m¨¢s mort¨ªferos, el Ej¨¦rcito de El Asad podr¨ªa estar usando primitivas bombas de barril con botes cloro, que sirven m¨¢s para aterrorizar a los civiles que para combatir al enemigo. En internet proliferan im¨¢genes de botes y otros contenedores marcados con el s¨ªmbolo del gas de cloro, Cl2, supuestamente usados por el Ej¨¦rcito en ataques a lugares como Kafr Zaita. Algunas de ellas pueden verse recogidas en el excelente blog de Eliot Higgins.
Esta vez se presentar¨¢n varios contrincantes electorales, pero nadie duda de la victoria de El Asad en el simulacro de comicios que convoc¨® para el 3 de junio. Gobierna Siria desde la muerte, en 2000, de su padre Hafez el Asad, que a su vez hab¨ªa dirigido la Rep¨²blica durante unos 30 a?os. La cita electoral podr¨ªa, no obstante, servir de acicate para que los opositores recrudezcan sus ataques a las zonas bajo control del r¨¦gimen. El martes, una ristra de atentados y ataques con mortero caus¨® m¨¢s de cien muertos en ¨¢reas progubernamentales de Homs y Damasco. Entre las v¨ªctimas hab¨ªa muchos ni?os. El ataque arroja dudas sobre el proceso electoral con el que El Asad busca ofrecer una impresi¨®n de sosiego y seguridad en la guerra.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.