Panam¨¢ acude a una hist¨®rica encrucijada electoral sin ning¨²n favorito claro
El Tribunal Electoral denuncia ante los observadores internacionales que hay un amenazante debilitamiento de las instituciones paname?as
Con un final de fotograf¨ªa y sin que exista un claro favorito ni se descarten sorpresas, Panam¨¢ acude este domingo a una de las m¨¢s importantes, disputadas y agitadas citas de su historia en las urnas, en una encrucijada electoral para escoger a los hombres y mujeres que ocupar¨¢n 724 cargos de elecci¨®n popular¡ªpresidente, vicepresidente, 71 diputados, 73 alcaldes, 571 representantes y 7 concejales¡ªy con alertas de que existen graves amenazas en contra del aparato estatal institucional.
Sin se?alar ni identificar culpables, el presidente del Tribunal Electoral de Panam¨¢, magistrado Erasmo Pinilla, denunci¨® ante los observadores internacionales que vigilar¨¢n los comicios, que aunque este pa¨ªs vive ¡°uno de los mayores crecimientos econ¨®micos de la regi¨®n¡±, tambi¨¦n sufre un ¡°resquebrajante debilitamiento institucional y una lacerante desigualdad¡±.
El actor de votar, a?adi¨®, ¡°no tiene en realidad mucha importancia para la vida democr¨¢tica de un pa¨ªs, sin la existencia de otras instituciones y pr¨¢cticas democr¨¢ticas, como la separaci¨®n de los poderes estatales, la existencia de una prensa libre y aut¨®noma, el cumplimiento de un Estado de derecho¡±, por lo que advirti¨®: ¡°El evidente debilitamiento de estos pilares ha provocado que como nunca antes se haya sentido, tan amenazante, la incertidumbre pol¨ªtica¡±.
En un mensaje a los observadores contenido en un voluminoso documento con todos los detalles sobre las elecciones presidenciales, legislativas y municipales, Pinilla asegur¨® que aunque la pureza electoral est¨¢ garantizada, ¡°notamos con tristeza que los paname?os hoy vivimos simult¨¢neamente ¡®el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos¡¯; vivimos un Panam¨¢ con uno de los mayores crecimientos econ¨®micos de la regi¨®n y al mismo tiempo un resquebrajante debilitamiento institucional y una lacerante desigualdad¡±.
Aunque el jerarca electoral ha tratado de mantenerse como un ¨¢rbitro neutral de la contienda, su mensaje pareci¨® esconder un destinatario: el presidente de Panam¨¢, Ricardo Martinelli, reiteradamente acusado por la oposici¨®n pol¨ªtica paname?a de gobernar con un sentido autoritario para imponer su autoridad en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en otras instancias, como la Procuradur¨ªa y la Contralor¨ªa, adem¨¢s de dominar o intentar controlar a los medios de comunicaci¨®n.
Pese a que Panam¨¢, con 3,8 millones de habitantes, ha registrado crecimientos econ¨®micos cercanos al 10% en los ¨²ltimos a?os y se ha convertido en un para¨ªso global de los negocios financieros, comerciales, mar¨ªtimos y en una meca de la construcci¨®n y de la expansi¨®n de la infraestructura de obras p¨²blicas y privadas, todav¨ªa arrastra una aguda deuda social: el 28% de los paname?os¡ª1 de cada 4¡ªvive en la miseria o en la miseria extrema.
Pese a ¡°nuestras diferencias¡±, los paname?os ¡°seremos capaces de respetar al otro contrincante¡±, para que ¡°todo se desarrolle en paz¡±, asegur¨® este s¨¢bado el arzobispo de Panam¨¢, monse?or Jos¨¦ Domingo Ulloa, en una misa en la Catedral Metropolitana de esta ciudad a la que acudieron seis de los siete candidatos presidenciales.
¡°Pedimos la luz necesaria al Se?or para que la fiesta electoral se desarrolle con paz: Panam¨¢ ha sabido hacer esto siempre", a?adi¨®, al instar a los paname?os a acudir a votar. ¡°No podemos dejar de cumplir con este derecho, no hacerlo significar¨ªa un pecado, las elecciones ponen en evidencia las preferencia de otros. Los candidatos junto a los medios tienen la responsabilidad de moderar nuestras pasiones electorales", subray¨®.
Con un padr¨®n de 2,4 millones de electores, los paname?os podr¨¢n acudir a 6.300 mesas de votaci¨®n para escoger a las autoridades que asumir¨¢n el pr¨®ximo primero de julio y ejercer¨¢n sus cargos durante cinco a?os, en una jornada en la que aunque hay siete candidatos presidenciales, solo tres parecen tener opciones de triunfo.
En una carrera que se prev¨¦ podr¨ªa decidirse en ¡°foto-finish¡± y en la que se requiere de mayor¨ªa simple para ganar, la pelea de cierre se la disputan el oficialista Jos¨¦ Domingo Arias, candidato del gobernante Cambio Democr¨¢tico (CD), y los opositores Juan Carlos Navarro, del Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), y Juan Carlos Varela, de una alianza de los partidos Paname?ista y Popular.
¡°Est¨¢ en juego la democracia, la libertad y la institucionalidad de Panam¨¢¡±, alert¨® Navarro, en un encuentro el viernes con los observadores internacionales. Esta elecci¨®n, dijo, ¡°es la m¨¢s importante de los pr¨®ximos 50 a?os¡±, y asegur¨® que a los paname?os, con Martinelli, les ha pasado ¡°todo lo malo¡±. ¡°Vivimos con el r¨¦gimen Martinelli¡±, recalc¨®.
Arias ha rechazado los ataques de sus rivales de que es un s¨ªmbolo del continuismo de Martinelli, como presunto receptor de un masivo respaldo gubernamental a su postulaci¨®n, y adem¨¢s que Marta Linares, la esposa del mandatario, es su candidata a vicepresidente. ¡°Nuestro compromiso es con el pueblo, es trabajar con transparencia por el progreso y con igualdad de oportunidades para todos los paname?os¡±, dijo en su cuenta de Twitter, en la que, tomando distancia de los cuestionamientos a Martinelli que acosa la libertad de prensa, este s¨¢bado public¨®: ¡°En el D¨ªa Mundial de la Libertad de Prensa reafirmo mi compromiso con la libertad de expresi¨®n de todas y todos¡±.
Varela, por su parte, denunci¨® una ¡°campa?a sucia¡± en su contra lanzada por el oficialismo y explic¨® que, en las madrugadas, gran n¨²mero de paname?os han estado recibiendo molestas llamadas telef¨®nicas de personas que se hacen pasar como sus seguidores. Varela, quien en 2009 acompa?¨® a Martinelli como candidato a vicepresidente en una coalici¨®n que se quebr¨® en agosto de 2011 y ahora son enemigos pol¨ªticos, asegur¨® que si gana la Presidencia, su gobierno ser¨¢ ¡°honesto, al servicio del pueblo y no un negocio, como ha sido hasta ahora¡±.
Aquellos d¨ªas de tormenta
Panam¨¢, que tiene apenas 20 a?os de realizar elecciones libres, honestas y transparentes, registr¨® en 1989 los comicios m¨¢s turbulentos, sangrientos y violentos de su historia, con un Tribunal Electoral manipulado por el r¨¦gimen militar instalado en 1968 por el ahora fallecido general Omar Torrijos (1929¡ª1981), fundador tambi¨¦n del ahora opositor Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD). Los comicios se realizaron el 7 de mayo de 1989, pero el general Manuel Noriega, sucesor de Torrijos y entonces "hombre fuerte" de Panam¨¢, orden¨® anularlos luego de varios d¨ªas de disturbios y caos y de que el ya tambi¨¦n fallecido Guillermo Endara, candidato de la oposici¨®n, se proclamara vencedor y leg¨ªtimo presidente electo.
Los militares respondieron con una cruenta represi¨®n callejera y Panam¨¢ agrav¨® su par¨¢lisis y debacle institucional, que remat¨® en diciembre de 1989 con la invasi¨®n armada de Estados Unidos a este pa¨ªs. En una de las bases militares estadounidenses que todav¨ªa exist¨ªan en suelo paname?o, Endara jur¨® a su cargo mientras las tropas iniciaban la ocupaci¨®n. Endara cumpli¨® su periodo de gobierno y las tropas se retiraron paulatinamente. Ya en democracia, los paname?os acudieron de nuevo a las urnas el 8 de mayo de 1994 y, con Ernesto P¨¦rez Balladares, el PRD gan¨® y retorn¨® al poder, del que fue desalojado por las armas.
Las elecciones de 1999, 2004 y 2009 se realizaron con normalidad, mientras el fantasma del fraude urdido por militares y pol¨ªticos d¨®ciles se iba alejando y quedando como parte de una turbulenta historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.