Tres colegios atacados rompen la normalidad electoral en Sud¨¢frica
650.000 ciudadanos pertenecen a la 'generaci¨®n de nacidos libres', y votan por primera vez
La tranquilidad de la jornada electoral en Sud¨¢frica, marcada como festiva en el calendario, s¨®lo se ha visto rota por los ataques con c¨®cteles molotov a tres colegios en la barriada de Bekkersdal horas antes de la apertura de las urnas. La Comisi¨®n Electoral ha denunciado que la democracia sudafricana no puede tolerar este tipo de violencia ni intimidaci¨®n. Hasta este viejo gueto construido por el apartheid para segregar a los ciudadanos negros de los blancos, a unos cuarenta kil¨®metros al oeste de Johannesburgo, se ha trasladado Winnie Mandela, viuda del primer presidente negro e hist¨®rica luchadora por los derechos humanos, que al estar todav¨ªa de duelo no quiso hacer declaraciones a los medios.
Bekkersdal es uno de los townships que se ha significado en las protestas que durante los ¨²ltimos meses ha sacado a la calle millones de residentes de estos barrios informales para reclamar servicios b¨¢sicos dignos que acaben con el mar de chabolas sin agua y sin luz. La polic¨ªa ha informado de la detenci¨®n de 97 personas por presuntos delitos electorales.
Unos 300 observadores locales e internacionales controlan que el proceso electoral sea limpio
Pero la democracia sudafricana 20 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del apartheid y de sus primeras elecciones multirraciales est¨¢ demostrando madurez, aunque con retrasos de un par de horas en la apertura del 10% de los 22.000 colegios electorales, que permanecer¨¢n abiertos hasta las 9 de la noche, una hora casi intempestiva para el horario local.
Unos 300 observadores locales e internacionales controlan que el proceso electoral sea limpio, que no se impida el derecho a voto, que nadie vote dos veces y que el material sea validado, as¨ª como la veracidad de la identificaci¨®n del votante.
Durante la ma?ana se han formado largas colas de hasta m¨¢s de una hora en algunos colegios situados en ¨¢reas m¨¢s pobladas. En el distrito de Soweto, otro referente de la hist¨®rica lucha popular contra el apartheid, los votantes han ido llegando sin cesar para depositar el voto en las urnas.
La Comisi¨®n Independiente Electoral ha prohibido los selfies en el interior de los colegios electorales para garantizar ¡°el secreto del voto¡±
El director de la escuela p¨²blica Hoernle, del barrio de Rockbell y responsable de la estaci¨®n electoral, Christopher Zimba, aseguraba que en estos comicios est¨¢ notando m¨¢s afluencia de votantes, como de hecho se constata en el r¨¦cord hist¨®rico de casi la mitad de sudafricanos registrados para votar. En total, 25 millones de ciudadanos tendr¨¢n que decidir entre 45 siglas para las elecciones generales y las regionales.
Aunque todos los sondeos y analistas dan por ganador al oficialista partido del Congreso Nacional Africano (ANC), los resultados revelar¨¢n hasta qu¨¦ punto el candidato a la reelecci¨®n, Jacob Zuma, est¨¢ tocado y herido por los casos de corrupci¨®n y por la gesti¨®n de sus pol¨ªticas sociales.
El desempleo golpea en barrios de Soweto, con mucha poblaci¨®n negra sin estudios que ocupan los puestos de trabajo sin calificar o directamente trabajan en la econom¨ªa sumergida.
A la salida del colegio de Hoernle una mujer de 70 a?os mira a ambos lados por si alguien la escucha y en un susurro confiesa que ha votado ¡°Alianza Democr¨¢tica (DA)¡±, el partido que tradicionalmente votan los blancos sudafricanos y que en esta campa?a ha batallado por atraer a los negros desencantados con el ANC. ¡°No se lo digas a nadie¡±, pide Ana, que as¨ª se llama la anciana.
Explica que est¨¢ ¡°harta¡± de que en los 20 a?os de democracia las calles de Soweto contin¨²en sucias y las casas "se caigan a trozos¡±. ?No le da miedo que vuelva un Gobierno blanco? ¡°Eso es una tonter¨ªa, crec¨ª con uno de ellos y no nos fue tan mal¡±, dice mirando con los ojos afectados por cataratas para insistir que ¡°en el ANC s¨®lo les interesa llenarse sus bolsillos sin crear trabajo¡±.
A escasos metros de la escuela tres j¨®venes est¨¢n estirados en la calle. Uno lleva una camiseta amarilla con el rostro del presidente Zuma y unos pantalones azules del mismo tono que distingue a la Alianza Democr¨¢tica. ¡°No, mi voto es para los buenos, los del ANC¡±, dice Sipho, que ni estudia ni trabaja ¡°porque no hay trabajo para nadie¡±, subraya.
Hoy es festivo en Sud¨¢frica y muchos ciudadanos aprovechan para salir a los grandes parques que envuelven Johannesburgo para pasar el d¨ªa. Los hay que prefieren pasar por las urnas a ¨²ltima hora.
La ley sudafricana permite que se haga campa?a electoral hasta el mismo d¨ªa de los comicios, as¨ª como lucir emblemas de partidos en el interior de los colegios. Muchos electores se acercan a votar con los colores distintivos de sus formaciones: el verde y amarillo para el ANC, el azul para la DA y el rojo para el ¡°revolucionario¡± Luchadores por la Libertad Econ¨®mica (EFF).
En Soweto, el ANC y EFF, que lidera el populista Julius Malema, ex l¨ªder de las juventudes del ANC, han alquilado furgonetas para llevar a los electores hasta la puerta de los colegios.
La Comisi¨®n Independiente Electoral ha prohibido los selfies en el interior de los colegios electorales para garantizar ¡°el secreto del voto¡±.
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