Un amplio abanico de personalidades le pide a Obama nuevos gestos con Cuba
Entre los firmantes se encuentran exaltos cargos dem¨®cratas y republicanos, militares y analistas

Crecen con fuerza las voces que le piden a Barack Obama que aten¨²e el embargo impuesto a Cuba desde hace m¨¢s de 50 a?os. En una ins¨®lita muestra de consenso, una cuarentena de personalidades -exaltos cargos pol¨ªticos y militares en administraciones dem¨®cratas y republicanas, destacados empresarios y analistas- firman una carta, difundida este lunes, en la que piden al presidente de Estados Unidos que apruebe unilateralmente nuevas medidas de apoyo a los emprendedores y la sociedad civil en la isla comunista, con las que ganen ¡°mayor libertad¡± para poder actuar de ¡°catalizadores de un cambio significativo¡± en Cuba.
Las peticiones -que versan desde mayor flexibilizaci¨®n en los viajes de estadounidenses al pa¨ªs caribe?o y en el env¨ªo de remesas hasta un mayor impulso a las relaciones empresariales- son muy similares a las que han ido efectuando en el ¨²ltimo a?o varias organizaciones de cubano-estadounidenses, pero la novedad en este caso radica en que lo reclaman voces muy autorizadas -algunas con responsabilidad reciente en el Gobierno de Obama- con una amplia experiencia y conocimiento de la relaci¨®n entre EE UU, Cuba y el resto de Latinoam¨¦rica.
Uno de los firmantes es Jeffrey Davidow, que fue secretario de Estado adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental entre 1996 y 1998, durante la presidencia del dem¨®crata Bill Clinton, m¨¢s adelante fue embajador en Venezuela y M¨¦xico, y en 2009 fue asesor del dem¨®crata Obama en la cumbre de las Am¨¦ricas, a la que el presidente lleg¨® tras impulsar una serie de medidas de apertura con Cuba. ¡°Es una carta importante porque tiene un nuevo enfoque. Durante muchos a?os la mayor parte del debate en EE UU ha sido entre qui¨¦nes quer¨ªan continuar o acabar con el embargo. Eso se ha convertido en un argumento est¨¦ril porque a corto plazo no va a haber ning¨²n cambio del embargo porque necesitar¨ªa de la aprobaci¨®n del Congreso¡±, afirma Davidow por tel¨¦fono.
Entre los firmantes hay exintegrantes de las administraciones de Obama, Bush hijo, Clinton y Bush padre
En cambio, la carta, prosigue, huye del ¡°debate ideol¨®gico¡± y le pide a Obama ¡°acciones espec¨ªficas¡± que puede aprobar mediante ¨®rdenes ejecutivas, esquivando al Congreso, y que ampliar¨ªan las ya impulsadas en 2009 y 2010. Entonces el presidente favoreci¨® la flexibilizaci¨®n de las remesas, los viajes familiares y la ampliaci¨®n de las opciones de visitar la isla para los ciudadanos de EE UU. Pero este acercamiento qued¨® paralizado con la detenci¨®n a finales de 2009 y la posterior condena del contratista estadounidense Alan Gross, cuya liberaci¨®n ha sido hasta ahora para Washington una condici¨®n sine qua non para hacer nuevos gestos hacia La Habana.
La lista de peticiones
1. Expandir los viajes a Cuba
La carta pide a Obama que aumente los intercambios profesionales a cualquier sector que apoye a la actividad econ¨®mica independiente en la isla, que se ampl¨ªen las licencias a las ONG e instituciones acad¨¦micas y que puedan abrir cuentas bancarias en Cuba; y que los viajeros estadounidenses puedan tener acceso a tarjetas de prepago de EE UU y a otros servicios financieros.
2. Aumentar el apoyo a la sociedad civil
Solicita que no haya ning¨²n l¨ªmite al env¨ªo de remesas (ahora hay entre no familiares) y que se puedan usar como cr¨¦ditos y que se establezcan nuevas licencias para prestar servicios profesionales en Cuba y aumentar la importaci¨®n y exportaci¨®n de productos entre los sectores empresariales de ambos pa¨ªses. Tambi¨¦n que los emprendedores cubanos puedan hacer pr¨¢cticas laborales en EE UU, que haya becas para que los cubanos puedan estudiar en EE UU, y que se flexibilice la venta y las transacciones de material de telecomunicaciones.
3. Priorizar la relaci¨®n en ¨¢reas de inter¨¦s
Solicita a la Administraci¨®n Obama centrar el di¨¢logo bilateral en ¨¢reas de mutuo inter¨¦s en los campos de seguridad y de preocupaci¨®n humanitaria. Y usar la ventaja en este di¨¢logo para presionar a Cuba en asuntos de derechos humanos y en la liberaci¨®n de Alan Gross.
4. Dar garant¨ªas financieras
Finalmente, pide a la Administraci¨®n que garantice a las instituciones financieras que est¨¢n autorizadas a permitir transacciones para todas las actividades a las que se ha otorgado licencia.
La misiva, promovida por un grupo de organizaciones en EE UU, como el Cuba Study Group y el Consejo de las Am¨¦ricas, aplaude el efecto de esas medidas porque han promovido ¡°contactos directos¡± entre ciudadanos de ambos pa¨ªses y han fortalecido a la sociedad civil cubana; pero considera que el escenario ha seguido evolucionando y ahora son necesarios nuevos pasos por parte de Washington. En paralelo, pide seguir presionando al r¨¦gimen cubano para que mejore el respeto a los derechos humanos.
Los firmantes sostienen que Obama tiene una ¡°oportunidad sin precedentes¡± en un contexto en el que la mayor¨ªa de los estadounidenses apoya un cambio en la pol¨ªtica hacia Cuba, seg¨²n revel¨® una encuesta en febrero. Pero le advierten de que esta ¡°ventana de oportunidad¡± podr¨ªa cerrarse y que EE UU se est¨¢ quedando cada vez m¨¢s ¡°aislado internacionalmente¡± en su relaci¨®n con la isla, en una menci¨®n impl¨ªcita al acercamiento diplom¨¢tico en los ¨²ltimos meses de la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos -el embargo a Cuba es el principal punto de fricci¨®n entre EE UU y la regi¨®n- y de la Uni¨®n Europea al Gobierno de Ra¨²l Castro.
Al margen de Davidow, suscriben la carta otros dos exresponsables de Am¨¦rica Latina en el Departamento de Estado: Arturo Valenzuela, que lo fue con Obama entre 2009 y 2011, y Alexander Watson, con Clinton entre 1993 y 1996. No son ni mucho menos los ¨²nicos firmantes con v¨ªnculos con administraciones dem¨®cratas. Del Gobierno de Obama destacan la exdirectora de la oficina de Cambio Clim¨¢tico y los exsecretarios de Interior y Trabajo; mientras del de Clinton los exresponsables de Interior y Agricultura, un exembajador ante la OEA, y Strobe Talbott, que fue vicesecretario de Estado y ahora es el presidente del influyente think tank Brookings en Washington. Tambi¨¦n se cuentan distintos reputados excongresistas.
Pero el aspecto m¨¢s novedoso del documento es su pluralidad, que va m¨¢s all¨¢ del Partido Dem¨®crata. De las filas republicanas, sobresalen John Negroponte, vicesecretario de Estado y director de Inteligencia Nacional bajo las administraciones de George W. Bush (2001-2009); y Charles Shapiro, embajador en Venezuela con Bush y actual presidente del Instituto de las Am¨¦ricas, otro laboratorio de ideas. Tambi¨¦n suscriben la misiva dos exresponsables de la secci¨®n de intereses de EE UU en La Habana en los gobiernos de Bush hijo y padre, a principios de los 90.
Este consenso entre exrepresentantes de ambos partidos cristaliza en un momento en que hay en Washington un incipiente mayor acercamiento bipartidista a favor de un cambio de relaci¨®n con La Habana, encabezado por los senadores dem¨®crata Patrick Leahy y republicano, Jeff Flake. Ambos abogan tambi¨¦n por que Obama apruebe normas de forma unilateral, conscientes de la divisi¨®n que suscita este asunto en el Capitolio, incluso entre la bancada dem¨®crata.
La carta avisa a Obama que EE UU est¨¢ cada vez m¨¢s "aislado" en su pol¨ªtica hacia Cuba y le piden proporcionar "mayor libertad" a emprendedores y sociedad civil en la isla
Fuera de la pol¨ªtica, es significativo el apoyo a la carta de dos exaltos cargos militares: John Adams, exvicerepresentante del Ej¨¦rcito de EE UU en la OTAN y exjefe de gabinete adjunto de Inteligencia con Bush hijo; y James Stavridis, responsable de la divisi¨®n militar de EE UU en Am¨¦rica Latina entre 2006 y 2009, y comandante supremo aliado de la OTAN entre 2009 y 2013.
En el terreno empresarial, destacan George Weiksner, vicepresidente del banco Credit Suisse, el magnate azucarero de origen cubano Andr¨¦s Fanjul -que hace unos meses ya pidi¨® una revisi¨®n de la pol¨ªtica con la isla- y el empresario dominicano de origen venezolano Gustavo Cisneros. Tambi¨¦n suscriben la carta otros prominentes nombres de la comunidad cubano-estadounidense y reconocidos analistas, como el venezolano Mois¨¦s Naim, investigador del centro Carnegie Endowment en Washington.
La carta a Obama no llega en un momento cualquiera de las relaciones entre EE UU y Cuba. Lo hace a los pocos d¨ªas de que distintas organizaciones religiosas estadounidenses tambi¨¦n le pidieran nuevos gestos flexibilizadores con Cuba, y de que se reunieran en Washington la secretaria de Estado adjunta de Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y la directora general de EE UU del ministerio de Exteriores cubano, Josefina Vidal. Entre el ab¨¢nico de asuntos abordados en la reuni¨®n, EE UU insisti¨® en la ¡°importancia¡± de que el contratista Gross sea liberado, seg¨²n un portavoz del Departamento de Estado. Algo que La Habana ha supeditado a la liberaci¨®n de los tres cubanos -del grupo original de cinco- que est¨¢n presos en EE UU acusados de espionaje.
La misiva llega tambi¨¦n a las pocas semanas de que Washington mantuviera a Cuba en la lista de pa¨ªses que patrocinan el terrorismo, que naciera una nueva organizaci¨®n, con v¨ªnculos con el Partido Dem¨®crata, que tambi¨¦n reclama m¨¢s medidas aperturistas a la Casa Blanca; y que el secretario de Estado, John Kerry, dijera que su departamento sigue ¡°evaluando¡± sus pol¨ªticas hacia la isla e insistiera en que la ¡°herramienta m¨¢s efectiva¡± es construir ¡°conexiones m¨¢s profundas¡± entre los cubanos y los estadounidenses. Y para cerrar el c¨ªrculo, un mes y medio despu¨¦s de que se destapara que Washington financi¨® en secreto en 2009 la creaci¨®n de una red social en Cuba para promover un cambio pol¨ªtico.
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