Ave de insomnio
Vine a Estocolmo para intentar seguir la neblina de un fantasma enigm¨¢tico y, por lo visto, inapresable, el de Malik Bendjelloul, director de 'Searching for Sugarman'
Vine a Estocolmo porque me dijeron que aqu¨ª ronda ya el fantasma de Malik Bendjelloul. Luego de la larga noche del invierno, la primavera empieza a alargar los d¨ªas con un raro estiramiento de las horas: los p¨¢jaros parecen insomnes, los patos se despistan, las garzas miran somnolientas a los esfuerzos de las gaviotas y el atardecer de las diez de la noche se convierte en alba a las cuatro de la madrugada. Se ha vuelto entonces lugar com¨²n suponer que Suecia es primer lugar en suicidios y a muchos se les desborda la sobremesa con afirmaciones no necesariamente bien fundamentadas donde citan estad¨ªsticas inexistentes y razones de supuesta melancol¨ªa para intentar justificar uno o cualquier suicidio de Suecia. Algo similar sucede con los supuestos cr¨ªticos literarios que fardan dizque conocer bien las razones del re-boom literario de las novelas sobre detectives n¨®rdicos, investigadores escandinavos, sherlocks de la tundra y un largo etc¨¦tera con razones que se atreven a suponer que la nieve y el fr¨ªo son una desolaci¨®n macabra que hace hervir la sangre de cualquiera.
Lo cierto es que vine a Estocolmo para intentar seguir la neblina de un fantasma enigm¨¢tico y, por lo visto, inapresable. Un velo de misterio rodea la lamentable desaparici¨®n de Bendjelloul, joven con apenas 36 primaveras encima, ganador del Oscar al mejor documental por su genial investigaci¨®n, redacci¨®n y direcci¨®n en Searching for Sugarman y he venido en busca de Malik como quien desea revelar si hubiera una raz¨®n tras su muerte, un motivo para el suicidio que ya fue anunciado por su hermano o una posible explicaci¨®n para el generalizado mutismo con el que casi no se habla del tema entre suecos. He pedido que me traduzcan la hermosa pero incomprensible lengua florida con la que los descendientes de vikingos envuelven los peri¨®dicos al leerlos, palabras como graznidos, verbos como alas labiodentales, adjetivos sin tantas vocales y dem¨¢s sonidos que parecen cantos de patos. He pedido la opini¨®n de quienes viajan en el metro por debajo del archipi¨¦lago de todas las islas y he caminado al lado de ciudadanos que van a lo suyo, pero dispuestos a opinar sobre Malik y nadie se lo explica: un joven cineasta, con todas las pel¨ªculas posibles por delante, muy popular desde joven cuando aparec¨ªa como actor en una muy gustada serie de la televisi¨®n sueca, y luego periodista de refinadas notas y documentalista exitoso con sus retratos en video de Elton John, Bj?rk y otras estrellas del rock¡ el hombre que lo dej¨® todo para recorrer el mundo en busca de una historia y convirti¨® su vida en la b¨²squeda de Rodr¨ªguez, el Sugar Man de su documental galardonado.
En Searching for Sugarman Bendjoulloul cuaj¨® un documental que sigue la huella de un cantante y compositor que todos cre¨ªan muerto. Rodr¨ªguez, de origen mexicano, cantante a lo Dylan, bardo de alcantarillas que logr¨® grabar dos discos en una ¨¦poca en que el mundo parec¨ªa girar como acetato nunca supo que su m¨²sica se hab¨ªa convertido en himno contra el Aparteheid en Sud¨¢frica, que sus discos se vendieron por millares en esa zona tan remota del Detroit a donde se resign¨® a seguir siendo an¨®nimo trabajador de la construcci¨®n an¨®nima, del concreto sin nombre¡ hasta que Malik Bedjelloul tuvo a bien filmar su neblina, la huella de sus ausencias y rescatarlo del olvido.
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