Al Sisi arrasa con el 93% de los votos pero no logra movilizar a los egipcios
M¨¢s de la mitad de poblaci¨®n renunci¨® a ejercer su derecho al voto
El exjefe del Ej¨¦rcito egipcio y l¨ªder del golpe de Estado que depuso al Gobierno del islamista Mohamed Morsi en 2013, Abdel Fat¨¢ Al Sisi, arras¨® en las presidenciales egipcias de esta semana. Unos comicios que, a pesar de durar tres d¨ªas, han movilizado solo al 46% de los egipcios con derecho a acudir a las urnas. El golpista obtuvo el 93,3% de los votos, seg¨²n el Ministerio de Justicia. Su ¨²nico rival, el izquierdista Hamd¨ªn Sabbahi, se llev¨® menos del 4%. El resto de los sufragios fueron declarados nulos. Al Sisi se hab¨ªa presentado pidiendo que le apoyaran masivamente, pero la participaci¨®n result¨® seis puntos menor que en los comicios libres que dieron el poder a Morsi hace dos a?os. Tanto los ilegalizados Hermanos Musulmanes como otros grupos opositores laicos hab¨ªan llamado al boicoteo del proceso. Sabbahi admiti¨® el jueves la derrota pese a las irregularidades, pero dijo que la cifra de participaci¨®n es ¡°un insulto a la inteligencia¡± de los egipcios.
Comparada con los resultados de otras consultas egipcias ¡ªaparte de las elecciones de 2012¡ª la participaci¨®n del 46% esta semana no resulta baja. Pero, cierta o no, estos comicios se vieron precedidos de una intensa campa?a medi¨¢tica favorable a Al Sisi y de un martilleo constante de mensajes para promover el voto. Cuando el r¨¦gimen vio que no se llegaba a una participaci¨®n rese?able en las primeras jornadas, concedi¨® un tercer d¨ªa para votar, dio lugar a rumores de que se impodr¨ªan multas a quienes no lo hicieran y, adem¨¢s, declar¨® festivo el martes. Se dijo que la participaci¨®n hasta entonces apenas superaba el 30%. El panorama de colegios electorales vac¨ªos durante todo el mi¨¦rcoles hace que muchos sospechen del aumento de 16 puntos en cuesti¨®n de horas.
Pero m¨¢s all¨¢ del asombro por la aceptable participaci¨®n, la legitimidad de las elecciones qued¨® minada por la brutal ola represiva que las precedi¨®: la oposici¨®n de los Hermanos Musulmanes, declarada organizaci¨®n terrorista ¡ªdecenas de miles de sus militantes est¨¢n en la c¨¢rcel¡ª, est¨¢ descabezada y acorralada por el r¨¦gimen desde hace meses. Se estima que han muerto 1.400 personas en las protestas cotra el derrocamiento de Morsi.
Peque?os grupos de simpatizantes celebraban el jueves por la ma?ana la victoria de Al Sisi. Apenas algunos cientos de j¨®venes con banderas bailaban en la plaza cairota de Tahrir, el escenario principal de las masivas protestas que en 2011 derribaron al aut¨®crata Hosni Mubarak tras 30 a?os de Gobierno. Una parte marginal de los automovilistas participaban en el jaleo con cl¨¢xones y coros a favor del ¡°general Sisi¡± que dio el cuartelazo contra Morsi el pasado verano. Desde entonces, el futuro presidente ascendi¨® a mariscal de campo, el grado militar m¨¢s alto, para despu¨¦s colgar su uniforme y as¨ª poder optar a la jefatura del Estado. Las elecciones presidenciales fueron un tr¨¢mite en su ascenso al poder, pero el r¨¦gimen esperaba ganar legitimidad con una participaci¨®n masiva que no lleg¨®.
La UE considera que las elecciones est¨¢n ¡°en l¨ªnea con la ley del pa¨ªs¡±
De los 25 millones de egipcios que votaron, m¨¢s de 23 lo hicieron por Al Sisi. Menos de 800.000 apoyaron a su adversario Sabbahi, superado por los votos nulos (un mill¨®n). No se recontaron, pero en las redes sociales abundan las fotos de papeletas nulas con nombres de jugadores del Real Madrid o de personajes de series de televisi¨®n.
El jueves por la tarde, la misi¨®n de observaci¨®n de la Uni¨®n Europea dio su aval a las elecciones al considerarlas ¡°en l¨ªnea con la ley del pa¨ªs¡±. En una rueda de prensa celebrada en El Cairo para presentar su informe preliminar del proceso, su jefe Mario David afirm¨® que los comicios ¡°se desarrollaron en paz¡± y que el equipo de 150 observadores europeos no apreci¨® irregularidades importantes.
Ahora bien, s¨ª que reconoci¨® que la contienda entre Sabbahi y al Sisi no se produjo en un ¡°plano de igualdad¡±. ¡°La normativa referente a la financiaci¨®n de la campa?a no se aplic¨® de forma estricta, sobre todo para controlar los gastos de terceras partes¡±, declar¨® en referencia a los hombres de negocios que inundaron las calles del pa¨ªs con carteles y p¨®sters de al Sisi. Adem¨¢s, critic¨® el hecho de que los medios de comunicaci¨®n privados ofrecieran una cobertura mucho mayor de la campa?a de al Sisi que a la de su adversario.
En sus declaraciones p¨²blicas, David pas¨® de puntillas sobre la cuesti¨®n de la tasa de participaci¨®n, la principal sospecha que han levantado los resultados oficiosos. Las autoridades ampliaron la votaci¨®n a un tercer d¨ªa en un gesto interpretado como un intento de elevar la participaci¨®n. Robert Goebbels, uno de los m¨¢ximos responsables de la misi¨®n de la UE, reconoci¨® a EL PA?S que los datos que manejaban al final en la segunda jornada eran sensiblemente inferiores, alrededor de un 30%. La diplomacia europea fue m¨¢s contundente al valorar el ambiente en el que se celebraron las elecciones. Censur¨® la campa?a de supresi¨®n de las voces disidentes al r¨¦gimen, en violaci¨®n de la Constituci¨®n egipcia.
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