Israel castiga a Ham¨¢s al buscar a los tres adolescentes secuestrados
El Ej¨¦rcito bloquea Cisjordania, donde ya ha detenido a casi 200 palestinos
Los palestinos de Hebr¨®n observaban este martes sin pasi¨®n rese?able las evoluciones de las muchas unidades de paracaidistas del Ej¨¦rcito israel¨ª que patrullaban la ciudad cisjordana y peinaban sus inmediaciones. Ha sido el cuarto d¨ªa de b¨²squeda de tres j¨®venes jud¨ªos secuestrados el jueves por la noche en Cisjordania cuando regresaban de escuelas religiosas en una colonia israel¨ª.
Israel ha bloqueado los accesos a la regi¨®n. Con alrededor de 750.000 habitantes, la zona de Hebr¨®n es el centro econ¨®mico de los territorios palestinos, ahogado ahora por una operaci¨®n que, adem¨¢s de la liberaci¨®n de los tres muchachos, de 16 y 19 a?os, busca da?ar en lo posible a la organizaci¨®n islamista palestina Ham¨¢s, a la que fuentes del Ej¨¦rcito atribuyen el secuestro ¡°con un 100% de seguridad¡±.
Los militares atribuyen el rapto a los islamistas ¡°al 100% de seguridad¡±
La operaci¨®n es ya uno de los m¨¢s extensos despliegues militares israel¨ªes en Cisjordania en los ¨²ltimos 10 a?os. El Ej¨¦rcito anunci¨® ayer que hab¨ªa detenido a 41 personas durante la noche en Hebr¨®n y en la regi¨®n de Nablus, al norte de Jerusal¨¦n. Se sumaron a los m¨¢s de 150 detenidos desde el viernes, la mayor¨ªa de ellos en Hebr¨®n.
En el barrio de Tafuah cualquier vecino puede dar estos d¨ªas fe de alg¨²n allanamiento o de alg¨²n asalto por parte de los militares en las ¨²ltimas 72 horas. El abuelo de la familia Mahfuz contaba ayer por la tarde c¨®mo los soldados que se alejaban en dos veh¨ªculos blindados acababan de salir de su casa. Las patrullas entran a discreci¨®n en las viviendas de los palestinos, a menudo solamente para descansar resguardados del sol y de posibles ataques.
Fadel Zayer, de 56 a?os, explicaba una historia similar: su casa sufri¨® un asalto, un registro infructuoso y varias horas de toma por soldados ¡°que se ve¨ªan exhaustos¡±. El que haya padecido el trato que se dan los israel¨ªes unos a otros no se sorprender¨¢ de la ¡°tremenda rudeza¡± que, seg¨²n contaba, usaron con Zayer y sus ocho hijos. Los portavoces palestinos acusan a Israel de estar ¡°infligiendo un castigo colectivo¡± a los vecinos de Hebr¨®n.
La operaci¨®n incluye registros y allanamientos a discreci¨®n
Algunos grupos de defensa de los derechos humanos, como los Equipos Cristianos de Pacificaci¨®n, segu¨ªan a los soldados y documentaban sus actividades sistem¨¢ticamente. Un activista explicaba que el proceder de los militares ¡°sugiere confusi¨®n, no parece que tengan pistas claras del zulo de los muchachos, porque miran casa por casa y hasta cueva por cueva¡±.
Fuentes del Ej¨¦rcito admiten que el objetivo es ¡°debilitar a Ham¨¢s¡± en Cisjordania. El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, responsabiliz¨® del secuestro al flamante Gobierno de unidad palestino. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, aspira a dejar atr¨¢s siete a?os de divisi¨®n entre Ham¨¢s, cuyo brazo pol¨ªtico controla la franja de Gaza, y su propio Gobierno del partido Al Fatah en Cisjordania. Abbas ha condenado el secuestro y Ham¨¢s ha negado la autor¨ªa con la boca peque?a. Seg¨²n recordaba un portavoz de la OLP, ¡°Ham¨¢s siempre ha reivindicado sus secuestros¡±.
La aparente flema con la que los palestinos de Hebr¨®n asisten a los asaltos, los registros y el aumento de la presi¨®n militar con casi 200 detenciones demuestra cu¨¢nto tienen de normalidad para ellos. Pero, como se tem¨ªa en buen ingl¨¦s un vendedor de zapatos llamado Maher, la escalada de los ¨²ltimos d¨ªas ¡°podr¨ªa ser el principio de algo m¨¢s¡±, ya en marcha. Recuerda que en 2000 tardaron ¡°bastante¡± en percatarse de que se estaba desatando la segunda Intifada.
Hebr¨®n queda unos 20 kil¨®metros al sur del cruce de Gush Etzion, donde desaparecieron los muchachos jud¨ªos el jueves, y pasa por ser el principal basti¨®n de Ham¨¢s fuera de la franja de Gaza. Esto explica que el Ej¨¦rcito haya concentrado all¨ª sus esfuerzos en esta crisis. Pero la vida en la principal ciudad de Cisjordania y la segunda palestina despu¨¦s de Gaza siempre es un destilado de los padecimientos de la ocupaci¨®n militar y de la pol¨ªtica de colonizaci¨®n que aplica Israel.
La ciudad est¨¢ dividida en dos zonas administrativas: la H1, bajo administraci¨®n civil palestina; la H2, controlada por Israel. La calle Shuhada, cuya entrada segu¨ªa ayer llena de adoquines lanzados unas horas antes por j¨®venes palestinos en protesta por las detenciones, sube hacia la colonia jud¨ªa, en el coraz¨®n de la ciudad, donde viven 600 israel¨ªes. No hay m¨¢s que soldados, tiendas selladas con soplete y alg¨²n que otro colono malencarado.
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