La met¨¢fora del portero
En tiempos de crisis, el hecho de que un portero se convierta en el astro de un partido de f¨²tbol puede tener un significado oculto
La tarde empez¨® con uno de los mayores atascos registrados en la ciudad de S?o Paulo. Una hora antes del inicio del partido entre Brasil y M¨¦xico hab¨ªa m¨¢s de 300 kil¨®metros de v¨ªas congestionadas en la ciudad. Conductores impacientes que aceleraban y paraban y aceleraban y paraban otra vez, desafiaban el tiempo y el espacio para llegar lo m¨¢s r¨¢pido posible a sus casas tras una corta jornada de trabajo finalizada a la hora del almuerzo. Y si al nerviosismo causado por la morosidad del tr¨¢fico a?adimos la ansiedad por el partido, habremos logrado describir con perfecci¨®n el retrato de los paulistas inmersos en el mar de autom¨®viles esparcidos por todos los rincones.
En las inmediaciones de la Arena Castel?o, en Fortaleza, desde el mediod¨ªa un grupo de 500 personas protestaban contra la celebraci¨®n de la Copa del Mundo. Fueron dispersados con bombas de gas y balas de goma. Al final, cerca de 30 manifestantes fueron detenidos. Dentro del estadio, poco m¨¢s de 60.000 aficionados se situaban para asistir al partido, la mayor¨ªa absoluta formada por una ¨¦lite blanca que puede pagar altos precios por las entradas ¨Cfuera hab¨ªa vendedores que negociaban las entradas por hasta 5.000 reales (2.225 d¨®lares).
Sobre el campo se enfrentaban las dos mayores potencias de Am¨¦rica Latina. De un lado, el uniforme de reserva rojo representaba a M¨¦xico, 118 millones de habitantes dispersados por 1,9 millones de kil¨®metros cuadrados, un PIB de 1,2 billones de d¨®lares y serios problemas sociales: la presencia ostensiva del narcotr¨¢fico, la violencia, la corrupci¨®n y el abismo entre ricos y pobres.
Del otro lado, con uniforme amarillo, Brasil, 200 millones de habitantes que disfrutan de sus 8,5 millones de kil¨®metros cuadrados, un PIB de 2,4 billones de d¨®lares, la s¨¦ptima mayor econom¨ªa del mundo, una renta per c¨¢pita de 10.900 d¨®lares y serios problemas sociales: la presencia cada vez m¨¢s ostensiva del narcotr¨¢fico, la violencia urbana, la corrupci¨®n, el abismo entre ricos y pobres, la educaci¨®n y la sanidad rotas.
Ambos tienen una poblaci¨®n apasionada por el f¨²tbol, pero mientras Brasil estuvo en todos los mundiales y posee cinco t¨ªtulos, M¨¦xico particip¨® en 15 de los 19 eventos y su mejor resultado hasta ahora fue llegar a cuartos de final en los dos eventos celebrados en su territorio, en 1970 y 1986.
Dentro de campo, lo que se vio fue un equilibrio de fuerzas. Brasil y M¨¦xico gastaron los 90 minutos de partido buscando el camino del gol, con algunos pocos momentos de gloria individual y largos momentos de median¨ªa. Quienes fueron al estadio para ver brillar la estrella de Neymar tuvieron que conformarse con la incre¨ªble flexibilidad de Ochoa, el verdadero h¨¦roe del encuentro. En tiempos de crisis, el hecho de que un portero se convierta en el astro de un partido de f¨²tbol puede tener alg¨²n significado oculto. Seguramente, se trata de una met¨¢fora de algo que no s¨¦ qu¨¦ es.
Luiz Ruffato es un escritor brasile?o
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