Ram¨®n Jos¨¦ Vel¨¢squez, expresidente venezolano
Casi centenario, era el ¨²ltimo mandatario de la etapa anterior a Hugo Ch¨¢vez que segu¨ªa con vida
Hasta bien entrado el siglo XX los andinos en Venezuela eran considerados hombres de armas y pistolas al cinto. Sobran los ejemplos: los dictadores Cipriano Castro, Juan Vicente G¨®mez o Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez que gobernaron en este pa¨ªs durante la primera mitad de la pasada centuria. Pero otro andino, nacido en 1916 en San Juan de Col¨®n ¡ªen el Estado de T¨¢chira, al occidente del pa¨ªs¡ª fue un intelectual que lleg¨® a presidir el pa¨ªs y rompi¨® con ese estereotipo. Se trata de Ram¨®n Jos¨¦ Vel¨¢squez, presidente de Venezuela entre 1993 y 1994, fallecido ayer en Caracas el d¨ªa que se conmemora el aniversario de la batalla de Carabobo, la gesta que emancip¨® definitivamente al pa¨ªs de la Corona espa?ola.
Vel¨¢squez es el historiador por antonomasia de Venezuela y su longevidad ¡ªvivi¨® casi 98 a?os¡ª le permiti¨® atestiguar las idas y venidas entre democracia y dictadura en casi un siglo. Se licenci¨® en Derecho en 1942 en la Universidad Central de Venezuela. Se inici¨® en la vida pol¨ªtica durante la fase de transici¨®n hacia la democracia que inici¨® el general Isa¨ªas Medina (1941-1945). Vel¨¢squez era secretario privado de quien hab¨ªa sido designado para suceder a Medina, Di¨®genes Escalante, que no lleg¨® a presidir el pa¨ªs porque enloqueci¨® poco antes del relevo previsto. De ese episodio quedaron muchos libros, una gran frustraci¨®n para los civiles venezolanos ¡ªEscalante iba a ser el primer presidente no militar del siglo XX¡ª y una novela exitosa de Francisco Suniaga, El pasajero de Truman, uno de cuyos protagonistas es Vel¨¢squez.
Sustituy¨® a Carlos Andr¨¦s P¨¦rez al ser este destituido por malversaci¨®n
Vel¨¢squez tambi¨¦n fue director del diario El Nacional, acad¨¦mico de la Historia, senador, diputado y el sucesor que design¨® el Congreso para completar el segundo per¨ªodo presidencial de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez (1989- 1994), destituido por la Corte Suprema de Justicia por malversaci¨®n de fondos. Su nombramiento signific¨® la estabilidad para la enclenque democracia venezolana amenazada por los intentos de golpe de Estado de 1992 y la pasi¨®n cada vez m¨¢s desbordante que provocaba uno de los l¨ªderes golpistas, el comandante Hugo Ch¨¢vez, preso por aquellos d¨ªas en la c¨¢rcel de Yare. Fue un interinato relativamente tranquilo que termin¨® manchado por un indulto concedido al narcotraficante Larry Tovar Acu?a. Su imagen de hombre probo le permiti¨® sobrevivir al esc¨¢ndalo y disimular las reformas liberales iniciadas con ¨ªmpetu por P¨¦rez. Al dar paso a su sucesor, Rafael Caldera, Vel¨¢squez se retir¨® de la vida pol¨ªtica y se consagr¨® a la escritura.
Era el ¨²ltimo mandatario venezolano de la era anterior a Ch¨¢vez que quedaba vivo. En todos estos a?os nunca dej¨® de reflexionar sobre el precio que estaba pagando Venezuela por la corrupci¨®n y la deuda social que se acumul¨® durante los 40 a?os de Gobiernos civiles (1958-1998).
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