Guerra de gigantes
En el gran tablero mundial ahora el epicentro es el Pac¨ªfico, donde EE UU y China est¨¢n destinados a encontrarse
El 7 de diciembre de 1941, el ¡°d¨ªa de la infamia¡±, como denomin¨® Franklin Delano Roosevelt al ataque japon¨¦s de la base estadounidense de Pearl Harbor cambi¨® la historia del mundo. Hasta ese d¨ªa, el Pac¨ªfico era casi invisible. Desde ese momento, comenz¨® a convertirse en la zona de mayor crecimiento econ¨®mico y comercial del planeta y hoy, 73 a?os despu¨¦s, todos los pa¨ªses ba?ados por ese oc¨¦ano han vuelto la espalda de una forma u otra al viejo Atl¨¢ntico.
El futuro de Am¨¦rica vuelve a pasar por el Pac¨ªfico. M¨¦xico, Chile, Colombia y Per¨² crearon una alianza que, como el oc¨¦ano que le da nombre, supone un universo inabarcable de posibilidades. Las cuatro naciones representan, en conjunto, la octava econom¨ªa mundial, y generan el 40% del PIB de Latinoam¨¦rica. Pero, sobre todo, son el punto geogr¨¢fico crucial donde Estados Unidos y China est¨¢n destinados a encontrarse y a librar decisivas batallas venideras.
Ese pacto desborda el primer per¨ªmetro de seguridad de Estados Unidos y no s¨®lo incluye a los pa¨ªses de su patio trasero, sino tambi¨¦n al primer circuito de defensa, llegando hasta El Caribe. Por ahora, 25 Estados han solicitado participar como observadores de esta alianza, entre ellos Canad¨¢, China, Jap¨®n y Estados Unidos.
Los pa¨ªses ba?ados por?el Pac¨ªfico han vuelto la espalda de una forma u otra al viejo Atl¨¢ntico
Lo m¨¢s importante que el Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, ha hecho en sus dos mandatos es sacar a los marines de Oriente Pr¨®ximo y Europa para trasladarlos a Australia. Y descubrir que el futuro del mundo transitar¨ªa entre el Pac¨ªfico y el Mar de China, escenario de las guerras del siglo XXI.
En esta ¨¦poca de conflictos simult¨¢neos, que abarcan desde la guerra de Ucrania a la de Gaza, China responde con un ataque sorpresivo en Am¨¦rica Latina, conquistando posiciones que desequilibran, en el escenario del Pac¨ªfico, la llamada balanza comercial de Occidente.
Los acuerdos firmados por el presidente chino, Xi Jinping, en Argentina, Brasil, Venezuela y Cuba, una vez que el mandatario ruso Vlad¨ªmir Putin abandon¨® la zona, son una provocaci¨®n directa a Estados Unidos: es como decirles ¡°Am¨¦rica para los americanos¡± ya no ser¨¢ posible nunca m¨¢s. Es la otra cara de la moneda de lo que le est¨¢ pasando a Obama.
El futuro de Am¨¦rica Latina est¨¢ claramente dise?ado: al Norte, Estados Unidos y M¨¦xico; al Sur: Centroam¨¦rica, Suram¨¦rica y ese subcontinente llamado Brasil. Sin embargo, el golpe econ¨®mico y la guerra, en t¨¦rminos de PIB, la est¨¢ ganando el gigante asi¨¢tico.
Por si hubiera alguna duda del papel de Pek¨ªn, no hay m¨¢s que darse cuenta de que los dos proyectos en los que se basa (quitando con ello el monopolio a Washington) el transporte de oc¨¦ano a oc¨¦ano ¡ªdel Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico¡ª son ahora chinos. Uno es el Canal de Nicaragua y otro el de Tehuantepec, en M¨¦xico.
No es una casualidad que Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica, acaben de crear el Banco de Desarrollo, suerte de Fondo Monetario Internacional propio y alternativo, con un capital inicial aprobado de 50.000 millones de d¨®lares. Una se?al que entierra el esp¨ªritu del sistema Bretton Woods, fundado hace 44 a?os, y que recuerda con insistencia que el mundo actual es nuevo.
A M¨¦xico le corresponde no olvidar su papel de l¨ªder regional para poder encabezar la Alianza del Pac¨ªfico
Por eso, a M¨¦xico le corresponde no olvidar su papel de l¨ªder del Pac¨ªfico, sobre todo con su incorporaci¨®n al Mercado Integrado Latinoamericano, la casa burs¨¢til m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica y fusionar¨¢ a¨²n m¨¢s a los pa¨ªses de la Alianza en torno al movimiento de capitales.
En el gran tablero mundial est¨¢ sucediendo algo nuevo. El epicentro es el Pac¨ªfico y las grandes tendencias de inversi¨®n se est¨¢n moviendo en coordenadas que van m¨¢s all¨¢ de lo que en el pasado representaron las divisiones acorazadas o las constructoras de barcos de guerra.
Por ejemplo, ?qu¨¦ significa que China salve a Argentina? ?Qu¨¦ significado tiene que Putin reactive sus servicios de inteligencia en Cuba? ?Qu¨¦ sentido hay en que Venezuela sobreviva gracias al dinero chino que, a su vez, depende de la rentabilidad de los bonos norteamericanos? ?C¨®mo va a quedar el reparto de los mercados interiores y exteriores en esta reconfiguraci¨®n y reconfirmaci¨®n de las econom¨ªas mundiales?
Mientras, M¨¦xico est¨¢ obligado a resolver su modelo de relaci¨®n con los Estados Unidos para poder encabezar (en condiciones ¨®ptimas) la Alianza del Pac¨ªfico y esto depende de dos cosas: valorar qu¨¦ grado de desarrollo va a deber a Estados Unidos y decidir hasta qu¨¦ punto est¨¢ dispuesto a abrir sus fronteras a China. Y, sobre todo, lograr que la guerra entre gigantes no sacuda su territorio.
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