Sobre genocidios y cr¨ªmenes de guerra
El uso de la palabra genocidio para definir la situaci¨®n en Gaza desvaloriza lo ocurrido en Ruanda, Darfur o Siria
Cada vez m¨¢s la palabra genocidio se convierte en el adjetivo calificativo con el que muchos describen lo que sucede en Gaza. Pienso en las v¨ªctimas de Ruanda, Darfur, en la poblaci¨®n civil de Siria y en el pueblo armenio, por nombrar algunos de los genocidios ocurridos, y creo que con ese uso se los desvaloriza.
A no entendernos mal: es claro que los posibles cr¨ªmenes de guerra o las violaciones a los derechos humanos tendr¨¢n que ser investigadas. Me es imposible, despu¨¦s de escuchar y leer a decenas de militares, pol¨ªticos, analistas y diplom¨¢ticos israel¨ªes, intentar explicar lo que pasa en Gaza. Me refiero espec¨ªficamente a los bombardeos a edificios donde familias enteras murieron, el bombardeo a los ni?os en la playa (seg¨²n declaraciones del vocero del ej¨¦rcito sab¨ªan quien estaba en la playa al momento del ataque). Me refiero tambi¨¦n al hospital para discapacitados, a las escuelas de UNRWA o la destrucci¨®n de barrios enteros de la franja, el bombardeo masivo e indiscriminado en Rafah despu¨¦s de que un soldado israel¨ª fuera capturado, y ni que hablar del alto n¨²mero de ni?os y mujeres muertos en esta operaci¨®n militar. Decir que cosas as¨ª pasan en las guerras es irresponsable, adem¨¢s de inaceptable.
La doctrina militar llamada 'Dahiya' utilizada por Israel en 2006 durante la guerra en L¨ªbano no funciona. Esta doctrina presupone que el alto precio pagado por la poblaci¨®n civil -por la alta cantidad de destrucci¨®n de hogares e infraestructura- en las zonas utilizadas para disparar cohetes hacia Israel, llevar¨¢ a esa poblaci¨®n civil a oponerse a su gobierno. Esa idea absurda no ha funcionado en L¨ªbano y tampoco en las operaciones previas en Gaza. Es verdad, Ham¨¢s dispara sus cohetes desde dentro de zonas pobladas, pero las bombas que matan y destruyen siguen siendo israel¨ªes. Por eso, la 'Dahiya' no funciona.
Ham¨¢s, el movimiento isl¨¢mico radical, fue responsable de los atentados suicidas contra civiles en Israel entre los a?os 2002 y 2005. Atentados contra caf¨¦s y buses, que atacaron a civiles inocentes en las principales ciudades del pa¨ªs con un doble objetivo: el de cobrar la mayor cantidad de v¨ªctimas posibles y el de crear el miedo en la poblaci¨®n. En su nueva fase, miles de cohetes han sido disparados a la poblaci¨®n civil, que vive amenazada y asustada, con el mismo objetivo. Ham¨¢s dispara en las inmediaciones de barrios superpoblados y esconde cohetes en escuelas. Adem¨¢s, parte de sus cohetes terminan cayendo en Gaza, causando destrucci¨®n y muerte entre su propia gente. Sin duda alguna Ham¨¢s tambi¨¦n tendr¨¢ que responder a investigaciones por cr¨ªmenes de guerra. Posiblemente a Ham¨¢s no le importa la poblaci¨®n civil en Gaza. Pero, ?porque a ellos no le importe, no me tiene que importar a m¨ª?
Para m¨ª los inocentes tienen nombre. Se llaman Eman, una colega y amiga que tiene 2 hijas en Gaza, una de un a?o y medio que durante los bombardeos comenz¨® a sangrar en los o¨ªdos por la onda expansiva de las explosiones, o Ashraf, el chofer que me ha protegido en mis viajes a Gaza, quien cuando fue a ver su casa en Bet Hanoun esta estaba completamente destruida. Era el hogar de 60 personas. Como ellos, otros tantos que conoc¨ª durante a?os.
Israel ha bombardeado con artiller¨ªa una de las zonas m¨¢s superpobladas del mundo. La artiller¨ªa, un arma estad¨ªstica y no precisa, ha sido la encargada de la destrucci¨®n masiva y de muchas de las muertes en Gaza. As¨ª me lo explicaron excombatientes de la artiller¨ªa israel¨ª quienes sirvieron en el ej¨¦rcito en operaciones anteriores en Gaza y quienes dieron sus testimonios a la organizaci¨®n "Rompiendo el Silencio". Esa organizaci¨®n junta testimonios de excombatientes, quienes denuncian abusos que cometieron o de los que fueron testigos durante su servicio militar. Mil soldados han dado ya su testimonio. Al utilizar la artiller¨ªa en un lugar como Gaza, Israel no puede argumentar que ha tomado todas las medidas posibles para evitar v¨ªctimas civiles.
Creo profundamente en el derecho de autodeterminaci¨®n del pueblo palestino, como tambi¨¦n creo en el derecho de Israel a defender a su poblaci¨®n. Mientras miremos solo hacia atr¨¢s, a la historia del conflicto, no podremos dar un solo paso hacia delante: la historia es muy dura para ambos pueblos. Como en todos los conflictos, hay dos narrativas que cuentan en forma opuesta lo ocurrido. Mientras no se acepte esa premisa b¨¢sica no se podr¨¢ negociar.
El sitio a Gaza y la ocupaci¨®n de Cisjordania tienen que llegar a su fin, para poder encontrar una justa soluci¨®n para ambos pueblos. Una soluci¨®n que llegar¨¢ solamente mediante negociaciones, que por duras y dif¨ªciles que sean, son el ¨²nico camino para una salida real al conflicto. Las negociaciones tienen que llevar a las partes a comprometerse, a pagar el precio necesario para llegar a la paz y no convertirse en otra estrategia que prolongue el conflicto; no m¨¢s negociaciones eternas. La zona necesita una soluci¨®n urgente que ponga fin al conflicto. Un conflicto en donde ambas partes se ven como victimas pero nunca como victimarios. No me malinterpreten: no considero que este sea un conflicto sim¨¦trico. A final de cuentas, hay una ocupaci¨®n en Cisjordania que dura ya 47 a?os y un sitio a Gaza de 7 a?os que tienen que llegar a su fin. Y Gaza no puede ser ignorada en esa futura soluci¨®n. Los mapas y las propuestas est¨¢n hace tiempo sobre la mesa, pero un liderazgo poco responsable ha dejado escapar todas las oportunidades presentadas.
Por eso tenemos que ser precisos en el uso del t¨¦rminos genocidio. Su uso desv¨ªa la discusi¨®n sobre lo ocurrido, evitando que quienes tengan que responder por lo acontecido en Gaza, lo hagan en forma precisa.
Quique Kierszenbaum es fot¨®grafo, c¨¢mara y periodista uruguayo. Corresponsal de Televisi¨®n Nacional de Uruguay en Medio Oriente. Twitter @Quique_K
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