El papa Francisco llega a Corea del Sur en su primera visita oficial a Asia
Es la primera de un pont¨ªfice a Se¨²l en 25 a?os. Pyongyang lanza misiles de corto alcance al mar
El papa Francisco lanz¨® este jueves, a su llegada a Se¨²l, un llamamiento a las dos Coreas para que superen las ¡°recriminaciones¡± mediante el di¨¢logo y dejen de recurrir al ¡°despliegue de fuerzas¡±. Poco antes de su llegada a suelo surcoreano, el r¨¦gimen de Pyongyang lanz¨® tres misiles de corto alcance al mar en su costa oriental, un comportamiento que ha tenido en ocasiones anteriores ante visitas de alto nivel a Corea del Sur, como la del presidente Obama.
Ante la presidenta, Park Geun-Hye, Jorge Bergoglio alent¨® ¡°los esfuerzos en favor de la reconciliaci¨®n y la estabilidad de la pen¨ªnsula coreana¡±, que constituyen ¡°el ¨²nico camino hacia una paz duradera¡±. Al sobrevolar China, envi¨® un mensaje de buena voluntad sin precedentes a las autoridades. La visita papal, de cinco d¨ªas, es la primera a Asia desde hace 15 a?os.
Si bien Corea del Norte a¨²n no ha protestado por la visita de Francisco a su pa¨ªs vecino, rechaz¨® la invitaci¨®n del Papa a sus creyentes a viajar a Se¨²l para asistir a la misa que dar¨¢ el pr¨®ximo domingo, como cierre de VI Jornada de la Juventud Asi¨¢tica (JJA).
Francisco se convierte con este viaje en el segundo papa en la historia en visitar Corea, un pa¨ªs con una de las poblaciones cat¨®licas m¨¢s peque?as del mundo, con 5,4 millones de creyentes.
Este viaje es, adem¨¢s, un primer acercamiento a China, un pa¨ªs que est¨¢ despertando en la fe cat¨®lica y hoy cuenta con unos 12 millones de seguidores, a pesar de no tener relaciones oficiales con el Vaticano. El mismo Partido Comunista ha instaurado una corriente cat¨®lica que sigue a obispos nombrados directamente desde Pek¨ªn, en lugar de acogerse a las decisiones pont¨ªfices.
El Vaticano ha puesto sus esperanzas en el trasfondo jesuita de Jorge Bergoglio para restaurar las complicadas relaciones con China, teniendo en cuenta que el ¨²nico misionero cat¨®lico que ha logrado tener buenas relaciones con Pek¨ªn fue el misionero jesuita Matteo Ricci, en el siglo XVI, pero que a¨²n es fuertemente recordado al ser uno de los primeros extranjeros en establecer puentes culturales y socioling¨¹¨ªsticos entre China y Occidente.
La regi¨®n parec¨ªa olvidada dentro de la agenda del Vaticano, pues durante todo el pontificado de Benedicto XVI no fue visitada. La ¨²ltima vez que un papa pis¨® tierras asi¨¢ticas fue en 1999, cuando Juan Pablo II viaj¨® a India, y a Corea no viajaba un pont¨ªfice desde 1989.
Sin embargo, las semillas sembradas hace 25 a?os en este pa¨ªs han dejado grandes resultados, pues ha experimentado un crecimiento potencial en los ¨²ltimos a?os que lo posiciona como un centro fiel en una regi¨®n dominada por el budismo. El papa Francisco busca, adem¨¢s, darle un valor especial a la fe coreana, beatificando a 124 m¨¢rtires de los siglos XVIII y XIX que murieron al no querer renunciar a su fe. Estos pr¨®ximos beatos fueron seleccionados de una lista de casi 10.000 m¨¢rtires coreanos, una cifra que revela una particular fe dif¨ªcil de encontrar en sus vecinos como Jap¨®n o China.
Con esta beatificaci¨®n Francisco pretende resaltar la posici¨®n de la fe cat¨®lica en un pa¨ªs donde el protestantismo tiene gran acogida. ¡°Creo que es una declaraci¨®n de protesta al hecho que los presbiterianos y otros grupos protestantes son m¨¢s grandes en Corea que los cat¨®licos¡±, afirma Lionel Jensen, profesor de lenguajes y cultura oriental de la Universidad de Notre Dame.
Precisamente, la visita forma parte de una estrategia para fortalecer la fe cat¨®lica en Asia, en donde solo el 3% de la poblaci¨®n es cat¨®lica. La zona ha sido tradicionalmente resistente a esta religi¨®n y, en muchos casos, ha sido reprimida mediante el uso de la violencia y la tortura.
¡°Con el viaje del Papa a Bangladesh y Filipinas el pr¨®ximo a?o, se evidencia que Corea del Sur es solo la punta de un iceberg de intereses y el reconocimiento de algo que la Iglesia cat¨®lica sabe: Asia es una de las ¨¢reas en donde el catolicismo est¨¢ creciendo de forma significativa¡±, dice Jensen.
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